Miré a Desire mientras dormía entre mis brazos. Parecía relajada. Acomodé un poco el pelo que le tapaba la cara. Era linda, definitivamente linda.
Vino a mí ese recuerdo de haber pasado la noche con Rena, la única que me permitió, y no dormí ni un minuto por quedarme a verla.Mi celular sonó haciendo que ella arrugue el ceño.
Poco a poco abrió los ojos, y sonrió al encontrarse con mi mirada. Y yo sonreí, pero no a causa de ella, sonreía porque recordaba lo ebria y celosa que estaba Rena aquella vez.
—Buenos días—. Su acento español me hiso reaccionar.
—Buenos días—. Se acercó para besar mi boca.
—Estuviste fantástico anoche. Fue de lo mejor que he experimentado.— Habló mientras se ponía la ropa interior.
—Gracias, supongo...—Me sentía culpable, porque no era lo correcto tener sexo con una persona pensando en otra. Pero ella no lo notó y se metió al baño.
Me puse de pie y me vestí al igual que ella, bajamos a desayunar aunque estaba distraído, me hablaba de cosas que para mí no tenían importancia alguna pero para ella parecían un sin fin de palabras.
—¡Y se puso esmalte verde! Osea, que asco—. Llevó el vaso de licuado de frutas a su boca. Se negaba a desayunar como yo lo hacía, "con muchas calorías".
Siguió hablando pero no hice ni un esfuerzo en intentar entender de que hablaba tanto y con tanta emoción. Mi mente estaba en una sola cosa, volver.
—Joaquín, ¿No me estás escuchando?—preguntó y la miré confundido.—¿En que tenéis la cabeza?
—Nada, es que mañana vuelvo a Argentina, por el fin de semana largo—. Expliqué e hiso puchero.
—No quiero que te vayas, bebé—. Dijo llorqueando.
—Vuelvo el martes, quiero ver a mi mamá—. Aunque también tenía a otras personas en mente. Había sacado el boleto un mes antes, porque la ansiedad se encargaba de desintegrar cada parte cuerda en mí. Y solo pensaba en volverla a ver, no me bastaban las fotos, y mucho menos con Ian.
—A mi suegra, eh, debe ser muy maja—. Me abrazó y asentí.
No era su suegra, y no me gustaba como sonaba aunque Desire era una chica fabulosa, quedaba feo como lo decía.
Terminamos de desayunar y luego ella insistió en hacer varias fotos. Desire me parecía linda, me gustaba, pero no más que eso. Muchos me habían felicitado por conseguirme una chica como ella, y yo pensaba en lo que dirían si les presentara a Rena.El día se me pasó lento, porque no veía la hora de que llegara la hora de volver a subirme al avión.
Hice la maleta, con ayuda de la española y me dirigí al aeropuerto.
Estaba ansioso de verla de nuevo, de ver esa sonrisa y esos ojos inconfundibles.El avión se elevó y pensé en el tiempo desde que no la veía, que se me había pasado a paso de tortuga y eso era todo lo opuesto que sucedía cuando estaba con ella. Estaba cansado de pensar tanto en Macarena.
Dormí durante las horas de vuelo y cuando aterrizamos hice todo lo correspondiente para poder llevar mi maleta y tirarla en mi apartamento en Buenos Aires.
Sin mucha paciencia lo primero que hice fue escribirle a Rena, pero no tuve respuesta, y en ese entonces esperar cinco minutos más su mensaje me parecía una eternidad. Así que hice lo más impulsivo que se podía hacer en esa situación.
Me subí en mi auto y manejé hasta la casa de Rena. Su madre ni me conocía, y si me veía preguntando por su hija menor probablemente me asesinaría pero eso me importaba poco.
Llamé en el portón varias veces pero nadie salía.¿Y qué le diría?
Empujé el portón y se abrió, caminé con miedo hasta la entrada principal y toqué la puerta.
—¿Sí?—ella debía ser Giselle. Suspiré aliviado.
—Estoy buscando a Rena—. Dije entusiasmado con la idea de volver a verla.
—¿Vos sos...—miró al interior de la casa y salió cerrando la puerta—... Joaquín?
Asentí y sonrió.
—Le va a encantar que estés acá... De verdad, y yo le dije que ibas a volver, soy medio bruja—. Aseguró y sonreí.
—¿Le podes decir que la estoy buscando?—pregunté más tranquilo.
—No está acá, y como es tan subnormal se olvidó el celular... —Dijo, ahora tenía sentido que no respondiera.—Pero el domingo juega hockey, así que debe estar practicando—agregó. Asentí.
—Gracias.
Me sonrió y volví a mi auto. Giselle era más castaña que Rena, más pecosa y seria. Al contrario de Rena, ya que en la hermana menor no veía ni un gramo de madurez o seriedad, y eso me encantaba.
Yo ya había ido una vez a la cancha donde entrenaba Rena, recordaba a la perfección como llegar. Pero para mi desánimo no había nadie.
Entonces se me encendió la lámpara, ya sabía donde podría encontrarse. Conduje hasta el invernadero, efectivamente estaba ahí; porque la puerta estaba abierta.
Pasé y la vi, de espaldas. Ya podía sentir su calidez, después de tanto tiempo, cuatro meses sin verla.
Me acerqué con sumo cuidado y tapé sus ojos con mis manos.
—Ian, sé que sos vos—. Me dolió cuando dijo eso.
—Te dije que iba a volver, no aguanté mucho sin comer de tus cupcakes.— Hablé en su oído y dejó la tijera de podar en la mesa.
Quité mis manos de sus ojos y se quedó quieta, no se giró a verme. Y me desesperaba, porque extrañaba mucho y me moría por verla.
Pasé mis brazos por debajo de los suyos y me aferré a su cintura, puse mi nariz en su nuca, y luego en su cuello, no me abrazó y eso me desconcertó pero no me aparté. Para sentir el aroma de aquella piel, y besar esa parte tan débil. Cuanto la extrañaba. Mi corazón daba millones de brincos y parecía que se me iba a salir del lugar. La solté un poco y se giró sobre sus talones, lentamente, entonces, la miré.
⚽⚽⚽
Bueno, espero que les guste...
Quiero agradecerles el apoyo que le están dando a la novela :')
No sé el user de Desire en instagram pero espero no haberme equivocado.
4k💙
Las adoro! De verdad les agradezco mucho haberse tomado el tiempo de leer!
Portada nueva!!! Espero les guste, la hice yo misma y tiene objetos de la novela...
Gracias!
Nos leemos pronto!⏰
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Unreal | Joaquín Correa
FanfictionPorque todo lo que viví fue Irreal. 『♕;;🌙』NC-17 『♕;;🌙』Fecha original: 21/01/18