-Uhm…-
Una mañana tranquila comenzaba en la residencia Matsuno y poco a poco los rayos de sol despertaban al joven de ojos zafiro.
-¿Chicos?- preguntó somnoliento mientras se incorporaba y estiraba en un intento por despabilarse; sin embargo se sorprendió, no de no recibir respuesta, más bien de que el golpe de “buenos días” de Ichimatsu nunca llegara así como no escuchar ruido alguno. Un poco extrañado se paró y al ser el último en despertase guardó el futon para después cambiarse y refrescarse la cara. Una vez listo y bien despierto, se dirigió a la sala, donde suponía deberían estar sus hermanos desayunando, más grande fue su sorpresa al no ver a absolutamente nadie.
-¿Mommy…? ¿Daddy…? ¿Brothers…?- nuevamente el silencio invadió el lugar. Karamatsu observó la hora en el reloj de la sala. -8:15 a.m.- era demasiado temprano como para que no haya nadie en casa. Extrañado y deprimido se dirigió a la cocina donde únicamente vio su desayuno cubierto por plástico para evitar que se enfriara y sobre éste mismo había una nota.
“Mi pequeño nini, papá y yo hemos salido a dar un paseo. Los veremos en la noche en el festival. Disfruta mucho este día Karamatsu, suerte.
P.D. No se metan en problemas, al menos por hoy, ¿de acuerdo?”-“¿Este día? ¿Acaso se celebra algo importante hoy?”- se cuestionó el despistado hermano mientras se sentaba y destapaba su desayuno. Aún seguía confundido sobre el contenido de esa nota y le frustraba el hecho de que no entendía absolutamente nada, después de unos minutos se rindió al no saber si quiera que día era (las desventajas de ser nini, pierdes el sentido del tiempo). Una vez terminado su desayuno, se lavó los dientes y con algo de pesadez se decidió a salir y dar un paseo, sus Karamatsu girls tendrán que esperar a verlo otro día, por el momento quería caminar y distraerse.
Quería olvidar aunque sea por unos minutos el dolor en su pecho al verse nuevamente solo. Sintió sus ojos escocer y un nudo formarse en su garganta, quería llorar. Dolía, el abandono y la soledad lo asustaban y el hecho de vivirlo por muchos años hacían que no solo un horrible temor creciera en su interior sino también que su frágil corazón se quebrara cada vez más, ocasionándole un insoportable dolor y más al saber que era solo un estorbo para su familia, en especial para "él".
Decidió dejar de pensar en “cosas innecesarias” y siguió caminando hacia el único lugar que lo llenaba de paz y amenguaba su dolor.Sin saber la sorpresa que ese día le esperaba.
*Mientras en otro lugar*
-¡Vamos chicos dense prisa!-
-¡Cállate estúpido hermano mayor!-
-¡Hacemos lo que podemos!-
-Ni siquiera sé porque te estoy ayudando- reprochó el cuarto con cierto tono de enfado en él.
-¡Hustle! ¡Muscle! ¡Deprisa, deprisa!-
-Lo siento chicos. Niisan está nervioso. Quiero que todo quede perfecto-
-Lo entendemos Osomatsu-niisan- mencionó Todomatsu con tono comprensivo.
-Pero que nos grites no nos va a hacer terminar más rápido- regañó Choromatsu.
-Además deberías calmarte. Nos estas pegando tus nervios- habló con irritación por el comportamiento del mayor.
-¡Todo estará bien! ¡Todo saldrá bien!- gritó Jyushimatsu para darle animos al mayor.
-Gracias chicos. Hacen muy felíz a Niisan. Les juro que si todo sale bien yo…-
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Sorpresa de San Valentín
Short StoryDia del amor y la amistad. Parece que este dia todos tenían panes, todos menos uno de ellos. O... ¿será que le espera alguna sorpresa?