ONE SHOTS FREESTYLERS || GALLOS

Replik - Nunca dudé de ti.

Este va a para ClubAtleticoBAC felicidades guapa porque has inaugurado la historia 😂❤️ espero que te guste

Pd: Si la persona del One Shot es latinoamericano, intento hacerlo en un español neutro porque no tengo ni puta idea de jerga argentina/chilena/colombiana, etc xd

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—¡Florencia!— me llamó Martina. —Flor, flori... Floristería....
—¡Eh, todo menos floristería!

Llevaba ignorando a mi amiga toda la hora, no es que sea molesta, es más, la molesta era yo. Todo por ese niño de las batallitas.
Ella soltó una carcajada.

—¿Viste como te mira Manu?— me dio un codazo, pero yo no lo miraba.
—No, no vi como me mira— respondí de mala gana.
—Mira— insistió.
—No.
—¡Que mires!

Me agarró de la cabeza y me hizo mirarlo, me estaba observando fijamente pero rápido cambió de postura.

—Lo tienes que perdonar, está arrepentido— susurró.
—A mi me da igual que esté arrepentido— el nudo en mi garganta ya se había formado.

Manuel Vainstein era mi novio desde hace dos meses, todo iba genial entre nosotros hasta que el sábado que fui a su casa una amiguita de su hermana se le estaba insinuando y el no hacía nada. Manu siempre me tachaba de celosa y eso me daba rabia porque siempre se le acercan chicas y nos les dice nada, ¿Hola? Tienes novia, idiota.

Para colmo, le prometí haber ido a una batalla muy importante para el y pues... no lo hice, quizá esté un poco arrepentida, pero estaba enfadada con él.

—Gracias Martina por exponer— habló la profesora.

Martina... esa es la cabeza de parlante sin sonido que intentó con Manu el sábado. Todos le aplaudieron y como se sentaba delante mia, me echó una mirada de superioridad.

—¿Te he dicho ya lo bien que besa tu novio, Florencia?— susurró.

Apreté los dientes desviando la mirada, pero mi amiga no se quedó callada.

—Cállate— le tiró un lápiz al ojo, tuve que taparme la boca para no reírme.
—¡AHHH!—gritó como perra en celó, toda la clase nos miró.

—¿Quien carajo se creen para interrumpir mi clase?— habló la profesora.
—Fue Florencia, me pegó en la cara— lloriqueó Martina.
—¿Qué?— abrí la boca sorprendida.
—Ehhh, eso es mentira, fui yo— mi amiga me defendió.
—No hace falta que mientas por tu amiguita, fue Florencia profe— habló Martina con las lágrimas en los ojos.
—Florencia estás expulsada por pegarle a una compañera— habló la profesora y escribió en una hoja mi parte correspondiente.

Yo solo me estremecí en mi asiento, estaba muy rabiosa, tanto que salí de clase sin avisar. Fui al patio vacío y me senté en un banco escondiendo la cara entre mis manos, estaba harta de todo el mundo, pero lo que más me jodía era lo de Manuel.

Alguien sacudió mi brazo y mis ojos no los pudieron creer.

—¡Manuel déjame en paz!— exclamé para seguir llorando escondida entre mis palmas.
—Cielo no llores por favor...— se puso de rodillas para quedar a mi altura.
—¿A que has venido?— hablé con rabia.
—Vuelve a clase por favor, no es para tanto Flo-...
—¿No es para tanto? Claro, como a mi no se me acercan chicos a coquetearme, pero ¿sabes que Manu? Aunque eso fuera así, te tendría respeto porque somos novios y se supone que nos amamos— miré a otra parte intentando no contactar con sus ojos cafés.

Manuel me miró fijamente, odio cuando hace eso porque me derrito, es mi debilidad y ya estaba siendo suficientemente débil.

—Que insinúas Florencia— habló más serio.
—Nada, Manuel— me levanté. —Ya vuelvo a clase...

Me agarró del brazo y me lo impidió.

—¿Piensas que no te amo? Porque lo hago, créeme. Te amo mas que a nada— su palabras insistían.
—Entonces demuéstralo— me escabullí de su agarre y caminé hasta clase.

[...]

Al fin se acaba esta mierda de día. Iba lo más rápido posible pero como soy la persona más suerte del mundo no me podía salir bien algo, y me tenía que chocar con Martina.

—Que quieres ahora Florencia— rió amargamente.
—Nada tuyo— seguí caminando pero ella me lo impidió agarrándome. —¡Que no me toques!
—Martina ya basta— esa voz... miré detrás, estaba Manuel. Se me aceleró el pulso a mil.

—Manu...— saludó ella con una sonrisa.
—¿Que sonríes? Deja a mi novia en paz, por favor te pido— frunció el ceño.
—Ahh ahora es tu noviecita pero el sábado ni existía— su coro de amigas rieron.

—El sábado lo único que pasó fue que no quise ser malo contigo, pero sabes que Martina, ya me da igual. Florencia es mi novia, no tu, supéralo— soltó el.

Ya era tarde para que Martina soltara otra palabra porque tenía los labios de Manuel sobre los míos, abrí los ojos sorprendida pero luego me dejé llevar, tanto a ni siquiera pude escuchar sus quejas.

Manuel me acercó a él poniendo su brazo en mis hombros y me apegó a el, yo estaba terriblemente sonrojada.

Cuando llegó a la puerta de mi casa y ya iba a entrar, me llamó:

—¡Florencia!— me di la vuelta, me agarró de las manos y me miró. —¿Ya?
—¿Ya que?
—¿Ya te demostré que te amo?

Una sonrisa se curvó en mis labios y le di un pequeño beso.

—Nunca dudé de ti.

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