3: "nueva amiga"

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Tres semanas habían pasado, tres largas semanas, en la primera no pasó nada interesante, ecepto escuchar a Samuel suspirar, hablar de la chica, tratar de que se acercara y mucho más, en la segunda semana dimos unos pequeños paseos por el parque, ¡dónde conocimos a Char, es una chica muy divertida!

–¡Es injusto!, ¡quiero ir con Matt!– gritó Bonnie cruzada de brazos con un puchero siendo abrazada por James de los hombros, mientras tanto yo estaba leyendo el libro con una ceja alzada.

–Yo ni siquiera juego, Bonn, entiende, tiene mucha rudeza para mi– me vieron algo raro y apuntaron la pelota de basquet, me encogí en mi puesto viendo como una chica algo rubia y pequeña se acercaba a mí, minutos después estuvo sentada a mi lado.

–Hola, me presento, soy Charlie– le sonreí amable extendiendo mi mano a la suya en forma de saludo a lo que ella sonrió de igual manera tomando mi mano. –Ví qué estaban apunto de jugar y me preguntaba si podría unirme– miró a los chicos y Bonn por unos segundos, después volvió su mirada a mi.

–¡Yo voy con ella!– gritó Bonnie acercándose a Charlie para levantarla del suelo. –Mujeres contra hombres– tomó el balón de basquet pasándolo de su mano derecha a la izquierda, se la extendió a Samuel pero antes de que la tomara hizo su mano hacia atrás y reí a carcajadas igual que los demás, comenzaron a jugar y decidí tratar de subirme a un árbol, guardé las cosas en mi pequeño bolso y fui a buscar el que se notaba más fuerte.

–¡En tu cara, perdedor!– gritó Bonnie cuando Charlie metió la pelota en el aro ensestando, mientras estaba sentado en la rama gruesa a la mitad del gran árbol, sentí un fuerte picoteo pegándole a la parte dónde pasó, miré mi brazo y tenía una hormiga, ¡sí qué me picó bastante fuerte para ser tan pequeña!

Miraba desde arriba como los chicos comenzaban a buscarme algo preocupados ya que no me habían visto sentado. –Yo soy su dios, traigan sus culos a el gran árbol qué está frente a ustedes– grité y a la misma vez qué le lancé una rama pequeña a Samuel en su cabeza haciéndolo reír, y sin que los demás se dieran cuenta subió al árbol, pasó uno de sus brazos por mis hombro por lo cual me hizo reír.

–¡Así qué ahí están!–Bonnie subió lo más rápido posible y detrás de ella Charlie y James, el cual espero que las chicas subieran en su totalidad mirando hacia la cancha, subió cuando ya estaban sentadas un poco más abajo que nosotros sentándose sólo en una rama algo delgada pero resistente, los demás comenzaron a reír mientras yo sólo miraba mis manos y de vez en cuando las manos de Samuel.

–Así qué, Charlie, ¿vas en nuestra universidad?, ¿cómo es que no nos vimos?– preguntó James mirando hacia arriba para poder ver mejor a las chicas.

–Soy el tipo de chica que está en una biblioteca, en la última mesa, entre medio de las secciones de historia– todos, incluyéndome hicimos una mueca de concentración tratando de entender. –Nunca nadie va a la sección de historia– abrí mi boca asombrado y asentí riendo.

Y así pasamos la semana, conociendo a Charlie y dando algunas vueltas y vueltas, llegó un lindo día, el fin de la tercera semana habíamos logrado que mi madre, Sussan, nos dejara hacer un pequeño camping en nuestro patio, colocamos una gran carpa, una lata en el suelo, carbón, algunos palos y madera, teníamos una fogata completa y todo listo, eran las seis de la tarde y todos estaban en la parte trasera de mi casa, pero se nos incluyeron tres más mi hermana Selena, Michael y Laura, hermana de Samuel, casi todos tenían una cerveza en mano, excepto mi hermana pequeña, yo tenía un vaso con cerveza y Fanta, extraña combinación pero me gustaba, solté un pequeño suspiro haciendo que Bonnie me mirara.

–parece fiesta y sólo queríamos un camping, ¿estás bien?– preguntó al ver mi rostro, y es que estaba con una mueca que se notaba a kilómetros de distancia.

–no se si los demás compraron cosas, por que me dijeron que ellos lo harían, y solo los vi llegar con cerveza, bebidas y jugos– solté una pequeña risa al igual que ella y me abrazó para después negar.

–parece que si pero están en el auto de Samuel– dijo nerviosa Samuel no tiene auto, solté una carcajada para después golpear mi frente.

–¡Soy el Rey del Mundo!– gritó entusiasmado James dando un gran chapuzon en la piscina.

–¡No me mojes!, ¡estoy tratando de tomar color, animal!– Laura le lanzó una de sus sandalias a lo que abrí mis ojos sorprendido.

–Y el animal soy yo– nadó hasta su lado entregándole el objeto antes tirado.

Me estaba divirtiendo, miraba como los demás se acercaban a mi con una silla en sus manos, no quiero decir que me dio algo de miedo, pero me dio miedo, Selena me abrazó por los hombros apegándome a ella lo cual me hizo hacer una mueca.

–ahora– fué lo último que oí antes de que mis piernas y mis brazos fueran tomados por todos, Samuel y James sostenían mis piernas, Selena y Bonnie mis brazos, Charlie, Michael y Laura mi cadera, lo cual me asustó demasiado soltando un grito.

–¡No!, ¡sueltenme, ya!– moví mis brazos para lograr que me soltaran pero lo único que logré fue un pequeño “aguanta la respiración, uno, dos, tres”, fui lanzado al agua con Suéter, short y lentes de sol, solté un bufido cruzandome de brazos mientras miraba a los chicos con un pequeño puchero, seguido a que todos se lanzaran al agua para después estar en esta reír a carcajadas a lo que me sumé.

Bonnie abrió su bocota para hablar mientras los demás estaban metidos en sus asuntos.
–¿entonces dormimos en parejas o mujeres y hombres separados?

–¿recuerdas que sólo hicimos una carpa grande?, es obvio que tendremos que dormir todos juntos, ¿no?– espetó con una sonrisa traviesa Charlie, todos reímos y por inercia mire la carpa.

James habló –yo solo pido que no me dejen dormir al medio, creo que me moriré de calor.

Rodé los ojos y Laura me miró extrañada.

–¿te pasa algo?

Suspire negando y ella rió no muy convencida.

–no te creo, pero si no quieres dormir junto a los chicos, la parte de las chicas te espera con mucho gusto–me guiño un ojo secando su cabello a lo cual solo reí estando algo nervioso, solté un pequeño suspiro nuevamente yendo hasta la fogata que teníamos ahí para encendiendola ya que se estaba haciendo de noche, pero antes de hacerlo pregunté.

–¿alguien trajo los malbadiscos?, es en serio, ¿nadie?–todos se habían quedado en silencio y golpeé mi frente una vez más .

–Si quieres nosotros vamos a comprar, no es necesario estar así, Matt, anda, vamos todos– entusiasmó Michael, todos fueron a los bolsos que habían traído para sacar algo de dinero, Selena y yo entramos calmados a casa buscando nuestro dinero.

–A ti te pasa algo– y dele con que tengo algo.

–Selena, realmente no tengo ganas de decir si estoy bien o mal, ¿Okay?, sólo, estoy algo estresado, no quiero que los demás se pasen el resto de la noche hablando sobre como mierda me siento, gracias.

–No quería que te colocarlas así... pero se ve que Samuel está algo preocupado, me ha preguntado ya dos veces que te pasa, por eso te lo he dicho, y también me preocupas, te espero afuera

Fue lo último que dijo antes de salir.

Mi Mejor Amigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora