One Shots- Harry Potter

Fred Weasley

Hacía ya tres años desde que te habías enamorado del pelirrojo, Fred Weasley, pero él no lo sabía. Se acercaba el baile de Navidad y tu esperabas que Fred te invitara. Pasaban los días, muchos chicos te invitaron, pero tu dijiste que no porque todavía tenías esperanzas de ir con Fred.
Una semana antes del baile, estabas en una clase sentada entre medio de los gemelos pelirrojos, cuando viste que Fred le lanzó un bollo de papel a Ron (Ron le pregunto: ¿y tu con quien irás?) luego le hizo unas señas a Angelina invitándola a ella al baile, la cual dijo que si. Luego de eso él te miro con una mano levantada para que se la chocaras, y fingiendo una sonrisa, lo hiciste.
Durante lo que quedaba de la semana no hablaste con los gemelos, y dos días antes del baile, Katie, Hermione y Ginny te acompañaron a comprar un vestido a Hogsmade, porque irías al baile con un alumno de Hufflepuff (muy lindo).
Llego el día, Hermione y Ginny ya habían terminado de alistarse y tú te estabas retocando el maquillaje junto a Katie. Al salir de la sala común, estaba tu cita esperándote afuera, lo tomaste del brazo y entraron al Gran Comedor para el baile. Bailaron por un largo rato, de vez en cuando corrías la mirada hacia Fred que estaba bailando con Angelina. Tu cita cada vez se acercaba más a ti y para escapar de él, le dijiste que irías en busca de ponche, pero en realidad, saliste del castillo para caminar por alrededor del lago. Luego de un rato, tu mente solo pensaba en lo lindo que hubiera sido bailar con Fred, cuando de la nada, escuchas una voz muy conocida.
-Hey Tamara- dijo Fred Weasley -¿Que haces aquí?-.
-Tomando un poco de aire fresco. Lo necesitaba- dijiste suspirando- ¿Y tu qué haces por aquí?-.
-Ví que salías del castillo y como no volvías, decidí ver que estuvieras bien-.
-Pues si, estoy bien- al decir eso se te formó un nudo en la garganta y tus ojos se llenaron de lágrimas.
Fred, que pareció notarlo, extendió su mano y te preguntó:
-¿Bailas, señorita?-.
-Por supuesto- un poco sonrojada, tomaste su mano y empezaron a bailar.
Todo era mágico, Fred y tu bailando en la orilla del lago, cuando en un momento el acerco su boca a tu oído y te susurró:
-Me gustas Tam y te quiero pedir perdón por no haberte invitado al baile, tenía miedo de que no sientas lo mismo que yo- que Fred diga eso, hizo que te sonrojaras.
-Tu también me gustas Fred, desde hace mucho- y sin más preámbulos, lo besaste.
Luego de un rato besándose, tuvieron que separarse por falta de oxígeno y siguieron bailando a la luz de la luna.