01

717 47 4
                                    

Me encontraba saliendo de mi última clase del día de hoy, salí en busca de mi novio Cornelio, teníamos que hablar ya que habíamos peleado, otra vez, antés de entrar a esta mi última clase.

Seguí caminando hasta llegar al patio trasero de la Preparatoria, cuando lo miré, con su amiga Alondra.
Qué por cierto no me cae muy bien que digamos. El estaba de espaldas pero podía ver perfecto que él tenía una mano en la cintura de ella.
Caminé hacia ellos.

-Cornelio.-Hablé, y él volteó y me miró.-¿Podemos hablar?
-No puedo ahorita Alexis, yo te llamo cuando pueda.-Y tomó la mano de su amiga y se largó dejándome con las palabras en la boca y un sentimiento feo en el corazón.

Suspiré y le llamé a Andrick, mi hermano. Para que viniera a recogerme porque obviamente Cornelio no me llevaría.

Salí de la Preparatoria cuando mi hermano llamo diciendo que estaba afuera. Abrí la puerta del carro y subí.

-Hola.-Dije sin ánimos.
-Hola, pensé que Cornelito te iba a llevar. ¿Se pelearon otra vez?.-Preguntó mi hermano.
-Sí.-Dije y voltee mi cabeza al vidrio viendo hacia afuera.
-¿Y ahora porqué?
-No le gusta que me junté con Valentín, ya sabes. Ahora no quiero hablar de eso.

En todo el camino, no hablamos más. Pero me dió un apretón en las manos dandome una señal de que estaba conmigo.

Cuando llegamos a casa me bajé con el corazon hecho pedazos, Cornelio ni siquiera me había llamado para nada y tampoco había contestado mis mensajes.

Saludé a mi mamá y me fui a mi cuarto. Cuando estuve arriba, llamé a Valentin para saber si Cornelio estaba en su casa.

Llamada
-¿Bueno?
-Hola Vale, llamaba para preguntarte si Corne está en tu casa.
Escuché como el suspiro, así como triste.
-Sí Alex, está aquí con la Alondra. ¿Se pelearon otra vez?
-Sí, iré hacia allá, necesito hablar con él.
-No Alexis, no creo que....

No lo dejé terminar porque colgué y bajé para tomar las llaves de mi carro.
Fin llamada

Salí de mi casa y subí a mi carro, lo encendí y me dirigí a la casa de Cornelio, antes hice una parada en Carls JR. Sabía que a mi novio le gustaba la comida de ahí así que le llevaría para alivianar las cosas.

Llegué a su casa y bajé, toqué el timbre y salió mi suegra, Alma.

-Hola mi niña, cómo estás.-Me dijo ella.
-Hola señora, muy bien gracias y usted.-Contesté.
-Bien también mi niña, vienes a ver al Lito verdad o me equivoco.-Me preguntó amable, y yo asentí.-Pasale mija, está arriba.
-Gracias, la veo luego.

Subí y cuando iba a tocar la puerta está se abrió. Cornelio me miró y su sonrisa se esfumó.

-¿Qué haces aquí Alexis?.-Dijo.
-Vine para que habláramos, no me gusta estar así contigo.-Le dije mirando hacia abajo.
Lo escuché suspirar.
-Lo siento Alex, voy a salir con la Alondra, tal vez después podamos hablar.-Dijo.
-Oh.-Dije con un nudo en la garganta, él prefería salir con sus amigas.-Esta bien, ya me voy.

Me di vuelta, y bajé para salir. Dejé la comida en la mesa de abajo, y salí.
Me metí a mi carro, y lloré. El no me detuvo. El no hizo nada.

Me fui a casa y lloré como nunca en mi habitación, patié todo lo que estaba a mi alcance. Hace poco esto no era así, nosotros no éramos así.

El me demostraba lo mucho que me amaba, no me ignoraba como ahora, no me evitaba, y aun que el lo niegue, antes no me era infiel, como lo es ahora. Lloré en mi cama, estaba apunto de dormirme cuando mi celular sonó.

Era un mensaje, de Valentín.

Alexis, lo siento mucho. Eres como una hermana para mí y no podía seguir ocultándote esto. Yo lo sabía y te veía tan enamorada que me daba pena decirte, pero estoy cansado de verte llorar por alguien que no te valora. Perdóname, te amo mejor amiga.

(Hagan de cuenta que son Cornelio y Alondra)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(Hagan de cuenta que son Cornelio y Alondra)

Sin poder creerlo, miré de nuevo las fotos. Me paré y enllave mi puerta, tire todo lo que estuviera a mi alcance, rompí los vidrios de mi cómoda, patee las puertas de mi armario haciendo que se quebrarán, tire todo. Mi habitación estaba hecha un asco. Lo único que quedaba intacto, era el espejo colgado a un lado del baño. Mi papá, mi hermano y mi mamá tocaban fuertemente mi puerta asustados.

-¡DEJENME SOLA MALDITA SEA!.-Grité enojada, triste y impotente.

Me tiré en un rincón de mi habitación, llorando a mares. Así estuve por horas, y horas y horas.
Después de tantas horas de llantos y pensamientos profundos y tristes, lo decidí.

Limpié las lágrimas que caían de mis mejillas a chorros, ya no más. No podía soportar otro mal rato de él, ni de nadie más.

Me levanté del rincón en mi habitación en el que estaba tirada y me dirijí hacia el espejo.

-Ya no más Alexis, ya no más. Todo va a cambiar, a partir de hoy habrá un cambio de papeles.-Me dije a mi misma con la mirada llena de resentimiento.

Cambio de papeles •cv•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora