Su relación estaba terminada.
Ninguno de los dos lo había dicho directamente, pero ambos lo sabían. Al menos Kun lo sabía
y de alguna manera dolorosa, lo aceptaba.
SiCheng ya no era el mismo de antes, Kun tampoco lo era. SiCheng ya no le miraba de la misma manera, ya no acudía a él cuando sus días eran demasiado pesados y ocupaba su apoyo, ya ni siquiera le buscaba cuando estaba a punto de desmoronarse. Sin embargo, Kun no había cambiado de esa manera.
Kun seguía esperándole en cada tormenta que se presentaba, estaba listo para rodearle en sus brazos en cada día gris. Aunque SiCheng ya no le buscara, él seguía ahí, esperando que el menor le necesitara. SiCheng había sido un ángel desde el primer momento en que le conoció, su forma tímida e inocente le habían llamado para acercarse, pero después se dio cuenta que SiCheng no era una delicada flor, ni mucho menos. SiCheng era fuerte, capaz de soportar el dolor de su propia alma, y era un soporte, pero lentamente se convirtió en una rosa hermosa con muchas espinas.
Kun realmente se había enamorado de él, y SiCheng le había correspondido cuando se le confesó. Eran jóvenes y habían pasado demasiado tiempo juntos, ambos sabían que de alguna manera terminarían juntos. Creyeron genuinamente en su amor, pero sólo estaban cegados de necesidad, del anhelo de una fantasía. Para Kun, su amor crecía con cada día; para SiCheng, su amor se desgastaba con cada tormenta.
SiCheng había sido amable con él todo el tiempo, por lo que fue fácil ver cuando sus caricias se volvieron frías como el hielo. Kun sólo podía imaginar que una fea tormenta estaba pasando en el interior del menor, que pronto se iría y el sol haría florecer de nuevo a su rosa, pero nada de eso sucedió. SiCheng dejó de contarle su día a día, dejó de prestarle atención, y dejó de decirle que le amaba.
Kun podía ver el por qué.
SiCheng tenía un nuevo amigo, uno alto, de cabello negro y de sonrisa genuina y contagiosa. A pesar de que el idioma había sido un problema al principio, Kun podía ver lo apegado que era SiCheng a YoonOh.
De la misma forma que lo fue con él alguna vez.
Y aunque el amor de SiCheng estaba yendo por el camino que llevaba a otra persona ¿por qué se sentiría mal? El amor no era el mismo para muchas personas, su amor no había durado una eternidad pero duró lo que tenía que durar. SiCheng quizás debió botarlo en el momento en que su amor se terminó, sin embargo lo mantuvo como a un juguete viejo que no quieres tirar pero lo mantienes en un rincón, sin prestarle atención ni cuidado. Kun se sentía de es manera.
Kun simplemente vio cómo SiCheng se enamoraba de otra persona, y sonrió porque tenía que sonreír por la felicidad del menor. Sonrió porque SiCheng florecía aún más con YoonOh. Pero en su interior se ahogaba en lágrimas, todo su cuerpo se sentía sumergido dentro del mar. Se sentía sumergido en todos sus sentimientos que no hacían más que asfixiarle. Su amor era profundo, pero su dolor también.
¿Qué pudo haber hecho mal? Simplemente no lo entendía, cuándo es que SiCheng finalmente dejó de sentir algo por él.
Kun lo intentó por última vez, le demostró a SiCheng cuánto le amaba mientras aún le mantenía con él. Le recordó todo lo que le había enamorado de él e hizo todo lo que una vez había hecho para enamorarle. Pero no para recuperarle, sino para amarle por última vez, para quitar un poco del amor que le asfixiaba y quedarse con el dolor, y así tener el valor de dejarle ir.
Y aunque no estaba seguro de soltarle, ¿qué más podía hacer? También tenía que darle la oportunidad a SiCheng de amar a otra persona. Tenía que dejar que fuera feliz por completo. Kun sólo era un mal hábito para SiCheng, Kun no le podía culpar. SiCheng tenía que deshacerde de él para poder ser realmente feliz, para poder amar verdaderamente. Kun sólo esperaba que YoonOh fuera el indicado.
"Preferiría ser yo al que ames tanto que no puedas pensar en dolor estando conmigo. Preferiría ser yo quien seque tus lágrimas y cuide tu cuerpo cansado por un mal día. Quisiera ser yo quién aleje las nubes de tus tristes ojos, ser yo quien le de un brillo genuino. Hubiera querido ser la persona que tu necesites y quieras desesperadamente, la persona a la que le cuentes tus más grandes miedos y cada pequeño secreto. La persona a la que mires con tal admiración y deseo, la que te haga sentir completo. ¿Por qué no he podido ser yo?"
Una carta más que no sería enviada. Porque ¿para qué opacar el alma de SiCheng con la culpa? Él no tenía la culpa de amar a alguien más.
"Y aunque hubiera querido ser yo esa persona a la que amas, soy feliz de que estés amando a alguien tanto que tus días sean brillantes y no grises. Grises como lo eran conmigo."
Kun no era feliz. Su cuerpo estaba sumergido entre el amor del que no se podía deshacer y el dolor de no poder ser lo suficiente para SiCheng.
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K_Double_Trouble Holabuenapersona. Esto es tan corto que me avergüenzo de mí misma anndnskdss. De igual forma, fue escrito con amor >:c. Y aunque el KunWin/WinKun no sea mi shipp, quizás luego haga algo mejor 😇💜
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ᴅᴇᴇᴘᴇʀ ᴛʜᴀɴ ᴛʜᴇ sᴇᴀ [ ɴᴄᴛ/ᴡɪɴᴋᴜɴ ]
FanfictionSus sentimientos eran más profundos que el mar, pero al igual que éste, se estaba ahogando en ellos. ❃ NCT / WinKun. ❃ One-shot. ❅ Sólo narración.