La observaba dormitar a su lado como si estuviese dentro de un sueño. Su mano viajó directamente a acariciar su grisaceo cabello, recorriendo así el contorno de su rostro hasta su mentón, mientras su propia mente se encargaba de cuestionarlo por todo.No quería que aquello terminara. No quería perder esos ojos dorados que le quitaban el suspiro, pero tenía que aceptar que no deseaba herirla, no otra vez.
Volvió a rodear sus brazos entre su cuello y las sabanas para volver a atraer su cuerpo somnoliento a su pecho y así besar su frente con ternura y mucho dolor. Ella no respondió.— No merezco nada de ti. —susurró cerrando sus ojos, conectado cada sentido con los suyos — No merezco tenerte aquí. No merezco ni un gramo de tu cariño. No merezco tus lágrimas ni tus sonrisas. No merezco que me mires con tus ojos dorados llenos de honestidad y pureza. Simplemente, no...
Luego de ese desahogo, tomó un poco de distancia y volvió a mirar su rostro sereno. Sueño profundo, ¿Qué tan justo era abrir su corazón justo en ese momento en el que ella no podía oírlo?
Se maldijo así mismo por ser tan egoísta.
Salió de la cama con mucha cautela para evitar causarle cualquier molestia y se vistió. Sólo ese instante fue suficiente para sentirse vacío. Esa "especie de simbiosis" de la que ella alguna vez lo había acusado, él podía sentirlo, ahora más que nunca.
Volvió a acercarse a la cama, hundió su rodilla en el colchon y se inclinó a su oído para susurrarle nuevamente.
— Odiame, necesito que me odies porque es lo único que merezco de ti. Yo te amaré en silencio, como lo hice todo este tiempo, de la peor manera posible.
.
Inoue abrió sus ojos finalmente encontrándose en la habitación de Seijuro, totalmente vacía.
Sin dejarse ver por las sabanas blancas, se sentó mirando a su alrededor algo desorientada aún. Sólo el graznido de los cuervos hacían eco en el lugar.
Un corazonada le hizo llevar una mano a sus labios y sonreír inocente. Realmente había pasado. Besos descontrolados, liberando toda esa euforia sellada por entregarse en cuerpo y alma el uno al otro. Pero otra corazonada le dio mala espina.
Un mensaje esperándola en su celular, fue suficiente.
No volvió a verlo hasta que llegó el lunes, en el instituto. El pasillo concurrido de gente luego de que la campana del receso sonara. El mundo se puso en mute, en pausa frente a sus ojos, solo eran ellos. Unos metros los separaba. Sus pupilas dulces como el ámbar llenos de confusión. Sus ojos carmesí fijos en ella con determinación. Nada fue dicho, el pelirrojo simplemente se dio vuelta y se alejó de ella, dejándola perpleja.
"Encuentra la felicidad que mereces, lejos de mi"
.
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Bajó del shinkansen y no se sintió capaz de dar un paso más.
— No lo dejes ir. —
Que fácil era decirlo cuando no tienes idea de todo lo que pasaron ni bien se vieron por primera vez. Todo eso que atravesó su corazón, los cosquilleos que la ilusionaron, las punzadas tras decepcionarse, el tener miedo, el tener esperanza: lo desconocido.
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Amo odiarte | Akashi Seijuro
FanficSer transferido de preparatoria ingresando al segundo año no es nada divertido. Uno ya tiene sus amigos hechos, sus actividades organizadas, se gana su puesto en algún club, entre otras cosas. Inoue Akane empezaba a pasar por eso. ✔ La mayoría de l...