Corazón dormido

Capítulo 3

Julia al ver la cara de embeleso no pudo sino sentir pena por su amiga, pues sabía el efecto que tenía su hermano sobre las mujeres y la poca educación e indiferencia con la que las trataba no cambiaba eso.
-Mir.Tu sabes que te quiero como una hermana y por eso creo que debo advertirte que no pongas ninguna esperanza en mi hermano. No te enamores de él.
Miranda no pudo más que mentir aunque sabía que ya era tarde.
-Tranquila Jules. Reconozco que es muy atractivo pero no es mi estilo.
-Cuánto me alegro que me digas eso amiga. La verdad es que no es mala persona pero hubo una tragedia en su vida y desde entonces se ha convertido en un cínico y mujeriego que sólo usa a las mujeres para su placer.
Miranda al escuchar a su amiga sintió que su corazón se estrujaba e intentando mantener un semblante indiferente le preguntó.
-Qué tragedia fue esa Jules?
Y así Julia le contó los detalles de la pérdida de la prometida de su hermano y como eso le cambió.
Y sin saberlo esa faceta de sufrimiento fue decisiva para que Miranda cayese aún más por él. Permitiéndole desprecios que jamás habría permitido a nadie.
Durante esos dos años Miranda fue conociendo cada vez más a la familia de Julia y éstos la cogieron tal cariño como si fuese su hija. A excepción de Leo que no ocultaba su opinión sobre esa chica, que no hacía más que seguirle con ojos de cachorro enamorado.
Eso fue hasta esa noche en la que por un lado a Miranda se le rompió el corazón y cayó la venda de los ojos. Y por otro le dieron una gran noticia que llevaba tiempo esperando. Después de mucho trabajo y estudia había acabado con antelación y honores su carrera y una de las mejores empresas del sector estaba interesada en ella y esa noche le había ofrecido un puesto en una de sus sucursales principales.
Extrañamente esta noticia cayó en Leo como una piedra y se sintió morir de rabia. Esa pequeña trepadora iba a trabajar con una compañía rival de los Lawson y Leo tenía bastante claro cómo había conseguido el puesto.
Sin más ganas de aguantar en la fiesta y sin ninguna mujer que le interesara, se encerró de nuevo en su despacho a seguir con su plan inicial.