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En el lugar que algunos llaman "El hogar de los malos", "Las profundidades" o mejor conocido como "El infierno", un pequeño demonio con una apariencia de 15 años volaba pasando por los volcanes que expulsaban fuego de sus huecos, este diablo tenía una pequeña sonrisa mientras esquivaba a otros demonios que pasaban por su ruta, unos maldiciendo a aquel chico mientras que otros lo miraban con deseo.

Sin embargo, aquel rubio ignoró esas miradas y tenía su vista fijada en su ruta de destino, el cual era una casa en llamas y pintado de rojo brilloso, esa vivienda era la tal llamada "El Bachillerato" un lugar considerado como un tipo de escuela para los demonios jóvenes como él, el cual daba la enseñanza de la maldad, actualmente el demonio iba en el tema de "Los humanos", este si que sentía un tipo de admiración por ellos, y le parecía interesante sus pensamientos, acciones, y sentimientos.

A parte, muchas veces se infiltró en el mundo humano para observarlos, hasta consiguió un amigo humanos llamado "Kyle", la única persona que conoce de ellos, los demonios.
Kyle es un chico humano de 17 años, siempre fue caracterizado por ser un consejero o una "madre", cuando Tweek lo conoció, se llevaron bien, y cuando el diablo ya le tenía suficiente confianza, le confesó su secreto inocentemente, increíblemente el pelirrojo se lo tomó normal, era judío, pero por alguna extraña razón le parecía interesante el tema de los demonios, honestamente no le importaba mucho terminar en el infierno por tener a uno de amigo.

Regresando al presente, el rubio entró al aula, un espacio un poco sucio, y pintado de rojo, fue a sentarse en su banca favorita, al lado de su buen amigo llamado "Kenneth".
Y ahora hagamos un pequeño resumen de su amigo, Kenny Mccormick, un diablo con una apariencia de un chico joven, es mejor demonio de su clase, a pesar de ser joven, demostró ser alguien muy poderoso para su edad, le ofrecieron saltarse los años faltantes para terminar el Bachillerato, sin embargo lo rechazó, ¿Por qué? Es un misterio

—Hola Tweeky~—Saludó seductor el mayor, cualquiera pensaría que tiene un tipo de crush con el rubio, sin embargo, existe una palabra que identifica a Kenny, Puta.

—¡Gah! H-Hola Kenny...—Saludó temblando, pues el de piel pálida estaba muy nervioso, hoy no era un día cualquiera, era el día del examen final del curso de los humanos,¡Lo que estuvo esperando por mucho tiempo!

Era momento de poner a prueba a esos mocosos demonios, se le iba a asignar a cada uno su propio humano, obviamente se elegirían humanos no tan, como decirlo, "alejados del pecado" para que puedan convertirlos en pecadores, el propósito de dicha actividad era ver que tan poderosos resultarían ser esos demonios y si se encontraban listos para poder desempeñar la función con el que fueron creados, hacer el mal.

Tweek también se encontraba emocionado, ya quería saber que humano le iba a tocar, a pesar de ser un demonio diferente a los demás por su actitud y pensamientos muy distintos,  quería demostrarles que puede llegar a ser un demonio excelente, el propósito del rubio era ser el próximo Lucifer para gobernar el infierno y someterlos a sus inocentes ideales. Sin embargo, este no sabría que sus planes podrían tomar un giro drástico e inesperado.

Luego de que hallan tenido la pequeña charla de su profesora demoníaca hacia sus alumnos sobre cosas como "Si fallan, repetirán este semestre y serán quemados", finalmente llegó el momento que el adicto a esa sustancia humana llamada café estaba esperando, le iban a asignar su propio humano, ¡Qué emoción! Comenzó a tener unos pequeños tics, Kenny al verlo muy emocionado, sonrió. Para el del cabello rubio cenizo, no era más que un simple examen más, típico del mejor de la clase, pero al ver a su amigo determinado a pasar esa prueba, no pudo evitar sentir ese sentimiento, tipo "Quiero que pase, se lo merece".

Empezaron a entregarles las hojas a los demonios con información de sus respectivos humanos, unos se dieron el "¡Dame cinco!", otros se molestaron, en una esquina había también un grupo que al ver a sus humanos empezaron a asustarse, y finalmente estaban los que le valían verga.

 Cuando le dieron su hoja a Tweek, este vio a su humano y se quedó perplejo, el nombre de aquel ser era "Craig Tucker", y en su foto salía un joven que por inducción sería de 20 años, de cabello negro, ojos azules, y una mirada fría como la noche, en su información decía ser un pastor que ayudaba en la Iglesia del pueblo llamado "South Park" (increíblemente, el mismo lugar donde vivía Kyle, iría a verlo luego), que amaba el espacio, un pequeño resumen de su infancia, cosas así.

En la opinión del rubio, aquel humano le resultaba de alguna manera atractivo, con solo ver su rostro no pudo evitar sentir algo caliente en sus mejillas, haber estado con Kyle posiblemente fortaleció sus sentimientos humanos, ya que demonios y ángeles, a pesar de ser totalmente diferente a las personas, tenían una pizca de lo que se llama "sentimientos" en su ser, por lo que no era de extrañarse ver a demonios aveces muy felices o tristes.

—Oye Tweek, voy a decirte algo— Le habló Kenny, acercando al mencionado, viendo de reojo su hoja que contenía a su humano elegido, y le susurró en el oído— Vi que estabas muy emocionado~, y como confío en ti decidí entrar a la oficina del director e intercambié a nuestros humanos, se supone que a mi me tocaba el más fuerte y a ti el más débil, pero sé que podrás con él~— Cuando se separó del rubio con una sonrisa, el contrario lo miró sorprendido, sin parar sus tics, entonces sonrió.

—¡G-Gracias Kenny! ¡T-Te adoro!... ¿¿P-Pero si f-fallo la prueba?? ¡¡P-Puedo repetir el s-semestre y m-me quemarían!! ¡¡Ngh!!— Dijo en voz baja, mientras comenzaba a ponerse paranoico, el mayor suspiró.

—Pero— Dijo alargando el vocal "e"— Si lo atraes al pecado, ¡Serás reconocido! ¿No quieres ser el próximo Lucifer~?— Preguntó con una sonrisa.

—N-No sé... ¡¡Mucha presión!!— Miró ansioso ambos lados, hasta que logró calmarse y recuperar la compostura—¿Y a t-ti quien ¡ngh! te t-tocó?

—Un tal "Leopold Stoch"—Dijo mirando sin interés la hoja, sin embargo, el menor conocía muy bien a Kenny, sentía de que ocultaba algo, pero decidió quedarse callado.  

—¡Ok, idiotas!— La maestra demoníaca habló— ¡Mañana todos serán trasladados al mundo humano! ¡Pueden tomarse su tiempo, pero no pasen de 4 años! ¡Si fallan ya saben lo que les espera!— Los demonios jóvenes empezaron a abandonar el aula, Tweek se despidió de Kenny y emprendió su viaje de regreso a su hogar, no podía estar más emocionado, le tocó el humano más fuerte de los que fueron elegidos, aunque su lado paranoico no dejaba de hacerlo pensar el hecho de que podría fallar, él era un demonio novato, y probablemente uno de los más débiles, sin embargo, estaba listo para cualquier cosa, cumpliría su objetivo, si o si.

Pasó un día, el pequeño diablo no pudo conciliar el sueño, pero de todas maneras fue con energías al lugar donde los demonios jóvenes iban a estar para cumplir la prueba, no pudo divisar a su amigo Kenny por ningún lado, pero no iba a perder el tiempo, tenía demasiada ganas de ya ir a la tierra humana, de paso visitaría a Kyle. Un portal fue abierto, todos los chicos tomaron formas humanas o bueno, solo se sacaron los cuernos, alas y cola, y comenzaron a entrar, Tweek fue el primero en ser transportado al pueblo donde habitaba su humano, este se puso de maravilla y aun con los temblores y tics, empezó a correr buscando el hogar de su amigo.

Pero entonces paró y recordó su misión, tenía que llevar a ese hombre al infierno lo más pronto posible, no podía distraerse por nada en el mundo, cambió su ruta hacia la iglesia de South Park, ya había visto ese lugar muchas veces antes, solo que no quería entrar, por obvias razones. Paró al llegar a aquel sitio, dio un largo suspiro, esperaba poder cumplir esto, era el primer paso para poder cumplir su sueño, no podría estropearlo.

Abrió lentamente las puertas grandes de la Iglesia, lo primer que vio fue todo un espacio grande, bancas ordenadas de manera vertical, y un espacio donde se supone el sacerdote da las misas. Allí pudo divisar de que no había nadie más que un joven arrodillado frente a una cruz grande en el fondo del lugar, rápidamente Tweek identificó a aquel hombre como su humano, el rubio se tensó e intentó no hiperventilarse con su respiración, los nervios lo apoderaron muy rápido.

El de piel pálida se quedó tieso cuando vio al contrario levantarse lentamente, aun dándole la espalda, Tweek pensó que aun no lo había visto, sin embargo, estaba muy equivocado, el azabache se giró lentamente hasta poder mirar fijamente al menor, no pronunció más palabras que:

"Te estuve esperando, demonio."

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mxd: pos... ke tal? :^


H E L L F I R E || Creek AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora