Guarda silencio

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-¡¡Madre!! por favor ¡¡no me dejes!!- un niño de tez blanca, delgado y de cabello azabache se encontraba inclinado frente a la cama de su moribunda madre, la pobre llevaba más de un mes enferma o por lo menos eso creía el menor, era un milagro que siguiera con vida. 

-Levi... acércate...- el pequeño se acercó a la mujer y esta posó una de sus manos en la mejilla de su primer y único hijo, secó sus lágrimas, sabía perfectamente que ya no lo resistía. 

Una enfermedad es capaz de herir, doler, lastimar y matar, la señora ya estaba en esta última fase. Se había enterado de aquella rara enfermedad hace muchos años atrás, antes del nacimiento de Levi. El dolor la torturaba después de aquella primera visita al médico e ideas suicidas buscaban callar ese dolor en busca de la más pura paz ¿Por qué no lo hizo? una noticia llegó a ella después de la segunda visita al médico, un embarazo no deseado. Sabía que su vida tanto como persona y como mujer no había sido la más digna... prostitución... a pesar de eso no se avergonzaba, pues uno de aquellos hombres a los cuales ofrecía sus servicios le había dado el regalo más hermoso que se le pudo haber dado, Levi. 

-Cuando ames a alguien... ten cuidado, no todos son finales felices, guarda silencio y verás como tu corazón nunca será roto- lamentablemente, aquel hombre que biológicamente era el padre de Levi también fue uno de sus tantos amores, comenzó como un cliente para luego ser más que eso, comenzó a florecer el amor, este parecía tan real, tan hermoso... y resultó ser una gama de mentiras 

~Ni siquiera tuve que dar el primera paso, ella vino y se entregó a mi después de decirme sus sentimientos, la zorra cree que todo eso fue por "amor"~

Recordó las palabras que aquel hombre intercambiaba con sus amigos mientras ella pasaba por allí, escuchaba como reía mientras recibía dinero de sus acompañantes, una apuesta, solo eso fue ella. Si tan solo ella hubiera sido más lista, haber callado sus sentimientos a la hora de entregarse a aquel hombre hubiera hecho la diferencia. Ella debió guardar silencio y, así, evitar que su corazón se rompiera.

Miró por última vez a Levi, lo miró con atención. Cada detalle, agradecía que no se pareciera en lo más mínimo a su padre. Soltó una última sonrisa para que su mano abandonara el rostro de su único milagro en vida y cayera. El niño contemplaba el cuerpo de su madre, sin vida. 

El menor nunca olvidó aquel último consejo de su difunta madre, ya habían pasado 10 años desde su muerte y Levi tenía 15 años, ya era un estudiante de preparatoria.

Conocido como alguien de pocas palabras y bastante alejado de las personas, sus amigos se limitaban a Hangi, Mike y Erwin, unos compañeros de clases que resultaron ser sus vecinos al mudarse con su Tío. Los estudios eran lo primordial, no tenía tiempo para otra cosa, si lograba ser un profesional su madre estaría mirándolo desde el cielo orgullosa. Todo iba bien.

Hasta que la conoció.

Un año menor que él, Mikasa Ackerman logró captar su atención sin necesidad de esfuerzos por parte de la chica, su simple personalidad le parecía atrayente, bastante reservada y a la vez misteriosa. No, no había intercambiado palabras con ella pero se dedicaba a observarla cada vez que veía una oportunidad.

—Mikasa... ¿Crees que Eren logre aprobar el examen?— un rubio hablaba con la azabache mientras Levi observaba distante, según tenía entendido ambos eran mejores amigos.

—Lo logrará porque fuiste tú quien lo ayudó— otra cosa que le gustaba de la chica, el apoyo que esta le ofrecía a sus cercanos. Muy contradictorio con su personalidad seria, Mikasa Ackerman muestra una sonrisa cada vez que intenta ayudar a alguien.

Si, le gustaba verla sonreír... pero si alguna vez él era la razón de aquella sonrisa su corazón estallaría.

Hasta que pasó.

Desobedeciendo a Mamá |One-shot RivamikaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora