El sexo nunca se había sentido tan bien

2.2K 200 81
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era obvio que Yuuri quería que tuviéramos sexo de nuevo, y me pareció absolutamente encantador que tuviera el valor para estar cerca de preguntármelo. Me imagino que pensó que sería imprudente hacerlo tan rápido después de una pelea de esa magnitud.

Antes de que terminara de abrir la puerta para huir y dejarme solo en el baño, sujeté su mano con fuerza, halándolo hacia mí, dejando su sorprendido rostro muy cerca del mío. Me encantaba esa mirada que tenía cuando no sabía qué hacer.

— Amaría tener sexo contigo de nuevo Yuuri — sus acanelados orbes se abrieron mucho y sus pómulos ya estaban totalmente rojos — Espérame en la cama.

— ¡Oh, Viktor! — exclamó rodeándome con sus brazos, con una enorme sonrisa.

— No tienes que preguntarme Yuuri, simplemente hazlo y ya.

— ¡Ayer lo intenté y estabas tan ebrio que te desmayaste! — hizo un tierno puchero — Al fin había logrado reunir valor para entrar aquí y con eso me encontré.

— Lo siento, no volverá a pasar.

— Más te vale tontito — tocó la punta de mi nariz y depositó un beso en mi mejilla, ¿desde cuándo es tan afectivo? ¡me encanta!

— Ya, ve, déjame darme una ducha — el castaño asintió y salió obediente del baño.

Entré en la tina tallando lo más rápido posible mi cuerpo con jabón, quería estar olorosito para Yuuri, me enjuagué casi de inmediato. Terminé la corta ducha de dos minutos y me lavé los dientes velozmente por si acaso. Ahora sí estoy un poco más presentable, me rocié un poco de perfume en las clavículas y peiné un poco mi cabello. Me coloqué nada más la camisa y el bóxer que Yuuri dejó antes de volverme a enamorar y yo que quería acostarme sin hacer nada hoy, y justo ahora desea un mañanero. Me miré por última vez en el espejo palmeando mi rostro para estar más despierto. ¡Let's do this!

Abrí la puerta y vi al desvergonzado nipón enrollado en mis sábanas mirándome lujuriosamente, removió sus piernas frotando esos muslos de azúcar uno contra otro, acentuando aún más ese trasero de durazno. Sólo tenía la ropa interior, estaba más que preparado, y se notaba que no dejaría que nada lo interrumpiera. Ya sentía el calor por mi cuerpo con solo mirarlo de esa forma, su blanca piel se veía tan tersa y provocativa, sólo quiero ir a marcar territorio en esa nívea superficie.

— ¿Qué esperas? — parló seductoramente, casi en un susurro, con demasiado aire escapándose por sus labios. Se acostó boca arriba haciendo un ademán para que me le tirara encima.

Gateé desde los pies de la cama, subiendo por su cuerpo depositando pequeños besos desde su cadera hasta su cuello, para encontrarme finalmente con esos labios de fresa que tanto ansiaba besar.

— ¿Me deseas Yuuri? — susurré con voz ronca restregando mi rodilla en su entrepierna, él inmediatamente se tensó soltando un suspiro, cerrando sus ojos y abriendo ligeramente su boca.

Cambio de CuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora