Y otro día más despertándome con los queridos gritos de mi padre Alberto y de su querida novia Jennifer, si, como un nombre de espera como decirlo una zorra amargada, pero al fin y al cabo en mi "madrastra" así que le tengo que tener respeto, pero la cosa es que siempre están discutiendo por cualquier cosa, pero luego siempre acaba arreglándose, espera, creo que me falta algo ah si, es verdad, me tengo que presentar, mi nombre es Elena tengo 17 años y esta, es mi historia.
Hoy es mi primer día de vacaciones y como siempre o casi siempre me despierto por los gritos de mi padre y su novia, pero hoy cambiará todo porque mi hermana Cristina, que tiene 13 años y yo nos mudamos de Madrid a California con mi madre Begoña, que se fue a vivir allí cuando se divorciaron, ya que creó una línea de moda que le fue muy bien, pero nosotras nos tuvimos que quedar en España, decidimos que este verano nos iríamos con ella para empezar una nueva vida allí, entonces yo empezaré mi último año de colegio, y mi hermana empezará lo que en España es 3º de ESO.
Decidí levantarme, bajar a desayunar y prepararme todo porque son las ocho y media de la mañana y el avión sale a las diez y tenemos que estar media hora antes en el aeropuerto para poder hacer bien todo lo necesario, cuando me levanté me di cuenta de que mi hermana seguía durmiendo por lo que decidí despertarla ya que no le gusta tener poco tiempo para hace las cosas, la desperté y bajamos a desayunar juntas. Cuando terminamos, cada una se fue a su habitación para arreglarse y terminar de guardar algunas cosas de último momento. Me metí en la ducha y al salir me puse lo único que no guardé en la maleta para ponérmelo hoy, unos pantalones vaqueros, una camiseta de tirantes blanca, una chaqueta fina ya que es verano y unos zapatos de tacón azules, el pelo me lo dejé suelto pero me hice unas ondas y luego me puse un poco de rímel y un gloss con un poco de color, cogí mi móvil el bolso y bajé para esperar a mi hermana.
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-Bueno papá, estas Navidades puede que vengamos unos días a Madrid para verte, y te llamaremos todos los días, pero ahora nos tenemos que ir que si no perderemos el avión- le di un beso y un abrazo y esperé a que Cristina se despidiera.
- Bueno papá, te echaré mucho de menos, te quiero mucho- le dio un beso y un abrazo y nos fuimos hacia la puerta de embarque.
Estábamos sentadas en los asientos del avión y me di cuenta que mi hermana se estaba empezando a poner nerviosa por lo que decidí darle una pastilla para que se durmiera, ya que el viaje iba a ser muy largo, tardó dos minutos en quedarse dormida, yo decidí escuchar música y me debí quedar dormida ya que cuando desperté solo quedaba una hora y media de viaje y empecé a leer un libro que me había traído.
Ahora mismo nos encontrábamos en la puerta de salida buscando a mi madre, pero en vez de eso nos encontramos a un señor con traje que tenía un cartel que ponía nuestro nombre y nos acercamos a él.
- Buenas tardes señoritas López, soy el chofer de vuestra madre, mi nombre es Cristoffer.
- Buenas tardes Cristoffer, y nuestras maletas? - le pregunté
- Sus maletas han salido hace un rato y las he mandado a vuestra casa
- Gracias señor Cristoffer- le dijo Cristina
- Por favor, llámenme Cristoffer solamente, y ahora vamos al coche que seguramente tenéis muchas ganas de ver a vuestra madre
Salimos donde estaban los coches y nos llevó hasta un coche negro.
Durante el trayecto nos fue enseñando algunas partes de la ciudad.
- Vuestra nueva casa se encuentra en Beberly Hills- Dijo Cristoffer
Estábamos pasando por casas muy bonitas, cuando de repente nos paramos en una casa moderna, deduje que esa sería nuestra nueva casa ya que el coche entró.
