Capítulo 4: Una sorpresa ingrata

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Cuando estaba colocando los cubiertos en el comedor y esperando a que Slender terminara de cocinar noté una sombra sentada en el asiento enfrente de mí, la pude apreciar al segundo... Era Zalgo, mi peor enemigo aparte de Slenderman y mi antiguo amo... ¡Os lo puedo explicar! No penséis cosas malas que os vigilo niños. Bueno esta fue mi historia con él: al ser un creepypasta desterrado por mi fama mundial y muy conocido por la pasma, Zalgo aceptó quedarse conmigo a cambio de que yo hiciera todo lo que él me pidiera. Me quedé con él me daba cobijo, comida y una buena cama para dormir, pero un día no fue así, todo cambió. Esa noche la cual yo estaba dormido él había salido de casa para tomar unas copas en su forma humana la cual era muy atractiva y nadie podía pensar de que era un demonio sin escrúpulos asqueroso, al final se quedó con esa forma de por vida. Él se acercó a mi habitación e iba muy borracho, me utilizó intentó hacerme de todo pero al final lo pude detener antes de que me hubiera podido hacer cualquier cosa, pero no sólo fue esa noche fueron todos los días desde ese incidente manoseándome y haciéndome cosas... Y ahora está aquí por que yo me escapé antes de que terminara el plazo para poder irme.

Z: Vaya... si aquí tenemos a mi sumiso... ¿Por qué te fuiste sin que hubiera terminado el plazo Jeff?                                                                                                                                                                                         
J: No quería estar más contigo Zalgo, ¡sólo me utilizabas para lo que te convenía!
Z: Ya sabes que eso es mentira... Sólo necesitas tomarte tus medicinas cariño...
J: ¡Son drogas! ¡Me di cuenta hace mucho tiempo!

Se empezó a acercar con una pastilla, poco a poco me iba acorralando. Hasta que Slender apareció y se puso delante de mí sacando sus tentáculos.

Z: Vaya... Ahora estás con éste... Me decepcionas cariño.
S: Zalgo te voy a pedir amablemente que te vayas de nuestra casa.

En cuanto escuché a Slender decir "nuestra casa" no pude evitar sonrojarme y mirarlo extrañado.

Z: Él ya tiene dueño y soy yo, gracias a mí él sigue vivo.
S: Pues sino hubiera sido por mí él hoy no está aquí. Así que en teoría es gracias a mí.
Z: Él tenía un trato que cumplir y no lo ha hecho. Tiene que pagar por ello.
S: No le vas a tocar ni un pelo, te lo vuelvo a repetir sal de nuestra casa.
Z: Vaya, se puede ver que estás muy pillado por él... Confiésalo de una maldita vez que te gusta desde que tu mujer murió ¡Vamos! 

Ahí fue cuando Slender estaba dispuesto a atravesarle con sus tentáculos pero le cogí de su traje un poco y se paró, Zalgo se fue. Se giró hacía a mí.

S: No debiste de haberme parado... Se lo merecía.
J: ¿Entonces por qué has dejado que te pare?

Se notó un denso silencio, decidí romperlo.

J: ¿Es cierto lo que dice Zalgo? ¿Te gusto?
S: Jeff, déjalo...

Se fue dejando un plato sobre la mesa para mí, vi como subió las escaleras rápidamente para poder evitarme. No sé ahora mismo lo que puedo sentir por él... Estoy muy confundido por que si es cierto que las veces que he estado con él sin pelear y de buen rollo han sido muy placenteras, pero ahora que me doy cuenta y lo pienso si que puedo llegar a sentir algo por él. Me hace sentir tan jodidamente bien cuando estamos juntos... Empecé a cenar solo intentando aclarar mis sentimientos hacia él, por suerte cuando terminé los tenía jodidamente claros, como había sido tan tonto como para haber pensado eso... Es una gilipollez todo lo que he pensado. Subo las escaleras en dirección al cuarto de Slender, abro la puerta y veo que estaba tumbado en su cama boca arriba sin camiseta, fui directo hacía él poniéndome encima suya y bajando mis manos desde sus abdominales hasta su pantalón. Noté como se iba despertando.

S: ¿J-Jeff?
J: Shhhh...

Seguí jugando con el tacto de su piel y me iba acercando para besarle, los dos nos pudimos sincronizar en un beso conjunto, nos deseábamos mutuamente y nadie nos podía obligar a separarnos, ¿por qué tener que fingir más que no nos amamos? Millones de veces se me pasaron esa pregunta por mi cabeza pero nunca le hice caso y no tuve el valor suficiente para poder declararme ante él. Jugueteamos con nuestras lenguas, él llevaba el ritmo mientras yo seguía jugando con mis manos que ya estaban dentro de su pantalón. Nos habíamos puesto de acuerdo en no hablar más, ya que eso rompería todo lo que habíamos conseguido, uno de los dos podría ponerse incómodo y él otro se quedaría con un  calentón junto con la vergüenza. Posó sus manos en mi cintura y también se metieron en mi pantalón lo que hizo que lanzará un gemido en su boca, me daba pequeñas embestidas haciéndome saber lo que quería desde un  principio, ahora se puede entender por qué nunca ha querido empezar las peleas, por qué siempre me ha dejado ganar, por qué después de que su mujer muriera estábamos tan desaparecidos él uno del otro... Nos revolcamos en la cama y empezamos a hacer lo que más queríamos esa noche.


Muy buenas mis criaturitas! Por fin de una puñetera vez he actualizado la historia -.-' Espero que os guste y la seguiré siempre que cuente con vuestro apoyo! Nos leemos!!  

Perdona si te llamo acosador (Slenderman X Jeff The Killer) (yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora