Feya / ertegi (capitulo único)

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A Otabek le dolía mucho el estómago, de nervios y de ansiedad o tal vez de angustia, realmente aun no sabía diferenciar cuando estas ansioso o angustiado. Él pensaba que era inseguro ya que el tener que esforzarse más que el resto para llegar donde está solo lo hacían darse cuenta que el talento para su persona no existía. Tal vez si nunca hubiera ido a Rusia en su niñez, no sabría que existen los prodigios en los deportes, tal vez si no hubiera ido a Rusia en su niñez no se hubiera prendado de los ojos de Yuri, tal vez si no hubiera ido a Rusia no estaría viviendo con su novio rudo y esbelto, y tal vez si no hubiera ido a Rusia no estaría cargando con el dolor que aún no sabía si era angustia o ansiedad.

Cuando Yuri le dijo a Otabek que lo acompañara a la fiesta que la confederación rusa de patinaje brindaba en honor a los 40 años que Yakov cumplía como entrenador, el moreno sabía, intuía que algo saldría mal.

Y no, no era porque la fiesta era de disfraces y le cargaba, bueno solo le gustaba cuando en algún juego íntimo Yuri se disfrazaba, pero aparte de eso, no señor.

Ya en si era estresante ir a una fiesta en la que conocía a pocas personas ya que de acuerdo a lo contado por su novio habían 500 invitados. Otro factor de estrés era saber que estaría Yuuri, Viktor y Christophe. Por Dios, ellos no aprendían nada, cada celebración se hacía viral algún video de ellos borrachos y haciendo cosas para mayores sin importarle que los Juniors estuvieran presente. Además siempre molestaban al rubio tigre y eso lo ponía de mal humor a lo menos una semana.

En su momento también le estresó la reacción de su hada cuando le dijo que no quería ir, en ese momento todas las maldiciones cayeron sobre el kazajo, el menor argumentó muy maduramente que la invitación era para él y su pareja, y claramente su pareja era Otabek. Luego, y para dar aún más sustento a su argumentación recurrió a la no tan madura frase de "si no vienes conmigo iré con Nathan" y vaya que resultó.

¿Quién es Nathan?

Un patinador del montón, dos años mayor que Yuri, y que en un campamento de verano ambos – Yuri de 12 y Nathan de 14- tomaron el acuerdo de aprender a besar, se darían apoyo mutuo en esta empresa.  Así al llegar el momento de tener novia, estas se sorprenderían de lo bueno que eran besando. Practicaron 14 de los 15 días que duró el campamento.

¿Se gustaban?

No, o eso es lo que siempre se dijeron. Ambos se declaraban netamente heterosexuales, todo era por la ciencia.

¿Funcionó el acuerdo?

Por todos los santos, Otabek sabía que sí.

El moreno había tenido dos relaciones antes de Yuri y el rubio ninguna, por lo que Otabek daba por hecho que todo lo que hicieran serían las primeras veces de su gatito, sin embargo la primera vez que se besaron, Otabek supo que no era la primera vez en que el pálido patinador ruso besara a alguien, se cohibió el mismo ya que con un beso Yuri lo dejó fuera de juego, no quería ser besado nunca por nadie más. Incluso se llegó a preguntar si los rusos eran prodigios hasta en el mundo oscular .Luego de decirle a su aun no novio el maravilloso besador que era, Yuri le contó como había llegado a eso.

Volviendo a Nathan, no, jamás dejaría que acompañara a Yuri a ningún lado. Le daba lo mismo que estuviera comprometido hace dos años, que fuera conocido por ser un mujeriego, nada, nada, nada importaba. O todo importaba, es más, lo odiaba.

Volviendo a su estrés pre fiesta, se encontraba pensando en que usar. Pensó en todo momento en trajes de parejas, el Guasón y Harley (que hermosa imagen era imaginar a Yuri como la maniática doctora) Romeo y Julieta, Homero y Marge, Homero y Morticia y tantas parejas más. Pero no contaba con que Yuri quería otra cosa como dos bandidos, marineros, policías, ninjas o motoqueros, etc. Toda esa situación fue del terror. Ninguno quería dar su brazo a torcer, Yuri llamó a su abuelo para acusar al "tan correcto novio de su nieto"

De Héroes y HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora