Manzana y Menta

Disclaimer: nada de esto me pertenece, son propiedad de J.K Rowling.

Pareja: Neville/Luna.

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Estaba siendo un día como cualquier otro. Había tenido clases de transformaciones y ahora tendrían clase con el profesor Snape. Todo iba normal hasta cuando entró al aula de pociones y le inundó un olor a manzana y menta proveniente de la amortentia. Sabía que en algún lugar había aspirado ese aroma tan exquisito, pero no sabía en donde.

Estaba haciendo un esfuerzo increíble para poder acordarse en donde fue que había sentido ese aroma. Le estaba a punto de estallar el cerebro cuando recordó las reuniones del ED. Estaba completamente seguro de que ahí había sentido esa fragancia.

–Señor Longbottom, veo que no está prestando atención –de pronto volvió a la realidad con la voz de el profesor Snape-. ¿Me podría decir los ingredientes para preparar una poción de amor?

–Eh... bueno...–titubeó mientras temblaba un poco.

–Diez puntos menos a Gryffindor por su ignorancia, y le recomiendo prestar atención si no quiere enfrentar un castigo de un mes –

Neville fingió estar prestando atención a la clase, pero realmente su mente no estaba en el aula. Estaba tratando de recordar quien desprendía esa fragancia en las reuniones. Llegó a la conclusión de que era inútil seguir pensando en eso y trató de concentrarse en la clase.

Fue en la reunión del siguiente día que se dio cuenta que el aroma que desprendía la amortentia era perteneciente a Luna.

–Hola, Neville –dijo con su habitual soñador.

–Eh... ho... hola –el chico se había paralizado.

–¿Acaso tienes torposoplos? –ella se le acercó mucho más y lo examinó con la mirada.

Un escalofrío recorrió todo el cuerpo de Neville. Era la primera vez que Luna estaba tan cerca de él. Esto le permitió percatarse de que ella tenía cierto brillo especial en sus ojos grises.

–¿Torposoplos? –

–Si, torposoplos –se separó unos centímetros –. Ellos se meten por tus oídos y te embotan el cerebro.

–Eh... no lo sé, supongo que sí –

–Mi papá está haciendo creando un antídoto para evadirlos, cuando lo tenga listo te daré un poco –dicho esto de alejó con paso saltarín.

Esa noche no pudo dormir. Pensaba en como no podía haberse dado cuenta de que estaba enamorado de Luna. Tampoco se explicaba como no se había dado cuenta de todo el tiempo que en que se la pasaba mirando como practicaba sus hechizos.

Todo era una sensación nueva para él. Nunca se había enamorado y no sabía como actuar ante esto. Su abuela nunca le había hablado mucho sobre este tema y él nunca se animó a preguntarle demasiado porque sabía que esa charla terminaría en un sermón.

–¿Ahora qué se supone que debo hacer? ¿Decirle lo que siento o simplemente dejarlo así? –eran unas de las tantas preguntas que le daban vueltas en la cabeza –. Ojalá mi abuela me hubiera regalado antes de tiempo un ejemplar de Doce Formas Infalibles de Encantar a las Brujas.

«Podría declararme el día de San Valentín –se imaginó junto a Luna besándose en la Tienda de té de Madame Tudipié –. Creo que es dentro de una semana, así tendré tiempo para prepararme.»

«Podría empezar diciéndole algo como: "Luna, me gustas mucho". Después podría seguir diciendo: "me encantan tus ojos y tu cabello", si, eso queda bien, también le podría decir: "me encanta el aroma a manzana y menta que tienes".

Repasó una y otra vez su declaración hasta quedarse dormido.

–¿Soy el único que piensa que hoy hay demasiadas parejas juntas? –preguntó Neville al día siguiente al ver que había muchas parejas de novios juntos para salir a Hogsmeade.

–¿En que planeta vives, Neville? –dijo Ron –. Hoy es el día de San Valentín.

–¡¿Es hoy?! –el pelirrojo asintió –. No me había dado cuenta... –dijo algo exasperado –. Por cierto, ¿has visto a Luna?

–No, no la he visto –esbozó una sonrisa –. ¿Para qué la quieres?

–Solamente quería saber en donde estaba –

–Hola, chicos –saludó una voz soñadora detrás de ellos.

–Ho... Hola, Luna –los nervios le volvían a fallar.

–Bueno, los dejaré a solas –Ron se alejó con una sonrisa maliciosa.

–¿Se te metieron más torposoplos desde la última vez, Neville? –

–No lo sé, ¿tú que crees? –preguntó un poco más calmado.

–Pues... –puso su mano en la frente del chico, lo que le produjo un fuerte sonrojo –. Creo que no se te ha metido ninguno más. De igual forma, debería darte el antídoto por las dudas.

–Am... ¿Gracias? –la chica se siguió balanceándose de un pie al otro –. Oye, Luna... ¿Te gustaría que ahora vayamos juntos a Hogsmeade?

–¡Si! ¡Nunca me habían invitado para algo así! –la rubia daba pequeños saltitos de alegría –¡Muchas gracias, Neville!

–¿Vamos? –dijo el chico sonriente y Luna lo tomó del brazo.

–Bueno, Neville, todo marcha a la perfección; ya la invitaste para que salgan juntos –pensaba mientras miraba de reojo a Luna –. Ahora tienes que concentrarte en las palabras que vas a emplear para decirle todo.

–Luna, ¿podemos ir a un lugar más apartado? –ella asiente y él la lleva a la parte trasera de una tienda.

Los nervios comienzan a fallarle por enésima vez en el día.

–Bueno, quería decirte que... eh... yo... tú –las palabras no le salen. Lo había ensayado miles de veces durante la noche anterior, y aún así, no le salían las palabras.

–Mira, un muérdago –interrumpió mientras señalaba hacia arriba. Ambos subieron la mirada –. Seguramente está infestado de nargles.

–¿Nargles? –

–Si, Nargles; ellos le roban las cosas a la gente y también, como te dije, infestan los muérgados –bajó su mirada al rubio –. Pero de igual manera, sigue siendo un muérdago... ¿no?

Neville la miró. Sus hermosos ojos grises le miraban esperanzados.

Se llenó de valor y la besó. Tomó su pequeña cintura y la atrajo hacia él. Ella pasó sus brazos por su cuello y profundizó el beso. Lo besaba y acariciaba con una dulzura propia de ella.

Ahora el aroma a manzana y menta lo sentía más fuerte que nunca; penetraba por su nariz con con calidez y suavidad. Le gustaría que siempre esté así de cerca de él, así podría aspirar esa fragancia.

Neville no tenía muy en claro lo que quería para su futuro, pero de lo único que estaba seguro era que su amortentia seguiría oliendo a manzana y menta.
 
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Bueno, ¿qué tal? ¿Les gustó? Espero que sí.

Sigo sin superar que J.K Rowling no haya hecho que Neville y Luna terminaran juntos, todavía sigo yendo a terapia por eso.

Se agradecen todas la reviews.

¡Besos! :3

P.D: perdonenme por estar tan desaparecida por aquí.