Tome el primer tren , espere a ver que vista me llamara más la atención como para quedarme en esa estación, no había una lugar específico al que quería ir solo algo al azar.
En lo que pensé en todo el trayecto fue en el futuro, las ideas tomaban parte de mi atención, llegamos a un parada cerca de otra ciudad donde pude ver que ya estaba algo lejos pero el gato que vi me llamó la atención y me baje en aquella parada, pude ver un poco mejor donde me encontraba o más bien no pude dejar de ver al gato y el solo me miraba, así que me fui a ver cómo era la ciudad e intentar perderme.
Hacía algo de frío pero el sol me acompañaba, algunas casas se veían comunes, habían otras tiendas y demás , explorando un buen rato por toda la ciudad me llamaban la atención ciertas cosas como que los pasteles aquí tiene cierta peculiaridad, un pobre hombre víctima del alcohol en la acera y su soledad, un hombre tallando en madera y otras cosas más.
Decidí tomar un descanso en un parque que se encontraba cerca , era tan verde y brillante.
Me quede en un banco que estaba cerca de un pequeño lago y al mirar un poco a mi alrededor vi al gato alado de mí, el mismo gato de la estación, no me percaté de que me seguía pero parecía que le agradaba estar junto a mí, eso decía su ronroneo, su pelo era color naranja con rallas negras o negro con rallas naranjas, no lo sé pero me recordó a mi bufanda.
Aquel gato era mediano y tenían los ojos verdes, estaba algo despeinado y con hambre , eso pude notar y al ver esto saque de mi bolsillo una galleta que había comprado minutos antes de llegar al parque, fue coincidencia pero aquel gato y yo nos volvimos amigos, bastante cercanos pero de diferentes mundos. Se apegó a mi pierna y se quedó viendo al lago al igual que yo o ¿Tal vez pensando?. Estaba recordando mi infancia de la que no me sentía orgulloso pero tampoco avergonzado, era agridulce en cierta forma.
Recuerdo los ojos de verdad de mi madre y los dedos gruesos de autoridad de mi padre también recuerdo la emoción que sentía aquellos tiempos de mi niñez, los momentos que pasaba junto a ella, que se volvió algo especial y mi ilusión por volver a ser niño, el inocente , el distraído , el solitario, el incomprendido, el diferente, el sincero , quiero volver a verlo a ver y oír una vez más aquellas caja de música, tomar ese chocolate caliente bajo la calidez mi hogar mientras la nieve nos envuelva en ese blanco frío… si tal vez ...recordar su nombre, eso sería hermosos.
El ronroneo de aquel gato me saco de mis vagos recuerdos y al ver mi reloj ya eran la 01:15. Ya había pasado demasiado tiempo y me fui del parque, el gato iba detrás de mí tranquilamente, tan sigiloso, mientras yo buscaba por la ciudad un lugar donde comer como un restaurante, caminando y mirando a mi alrededor, el olor a comida me llevo a un restaurante elegante, al entrar un caballero me dijo con gesto amable:
- Disculpe señor pero no se admiten animales aquí.
Solo afirme con la cabeza y me regrese, no para buscar otro lugar, al contrario, idear un plan y al mirar detenidamente a mi alrededor vi lo que necesitaba. Era perfecto.
- Bienvenido, lo atenderán en un momento, lindo bolso por cierto.
Solo entre al lugar y buscaba la mesa más alejada y poco llamativa, me senté y mire a los clientes, nadie miraba así a mi mesa, todo iba bien.
- ¿Que desea servirse hoy?.
- Sírvame un plato de espaguetis con albóndiga, lasaña y una taza de café.
- Buena elección mi señor, se lo traeremos en un minuto.
Eso dijo con una sonrisa que era tan falsa como su amabilidad. Espere mientras mi amigo seguía adentro, lo revise para asegurar de que no le faltara aire, me mira con esos ojos verdes. Espera un poco más.
- Aquí tiene su pedido, buen provecho.
Gracias.Y asegurando que nadie me viera baje el plato de lasaña al lado de mi bolso donde estaba mi amigo, llamado por el aroma y el hambre salió y empezó a comer al igual que yo.
Era tan delicioso, no era tan bueno pero el hambre lo embellece y al acabar mi comida tome mi taza de café y mire lentamente hacia donde estaba mi amigo, casi me atoro con el café al ver que mi amigo no estaba, solo el plato vacío y al darme cuenta estaba sobre mi mesa lamiendo mi plato con restos de comida y al verme solo soltó un "Miau" mientras trataba de tomar mi café, por supuesto eso era muy visible y todo en el lugar tomó su aspecto real , el que parecía mi refinado mesero me tomo de mi saco y me lanzo afuera al igual que mi amigo, y de su boca maloliente y mal afeitada grito.
- ¡¡No se permiten animales!!.
Mientras estaba allí algo lastimado y la sensación de risa invadía mi rostro, lanzado algunas carcajadas salí de allí llevando a mi amigo en aquel bolso mientras me frotaba la cabeza algo dolida, pero me sentía algo feliz.
Ya en la estación para regresar a mi casa lo saque del maletín, a mi amigo, donde el tomaría una decisión, el tener un nombre o ser indomable por el resto de su vida. Desde lejos podía ver el tren y el gato solo se quedó mirándome, viendo mi alma, muy agradecido, deje de ser un extraño a sus ojos y me permitió frotar su cabeza, desde este día sería más que un amigo para mí, el será Riu...
Así sucedió y me sentía bien al igual que Riu. Al llegar el tren subió al maletín sin tener que hacerlo yo. Me senté en el lugar habitual, aunque todas tenían ventana no tenía la vista que quería, no era lo mismo, a Riu parecía no molestarle , supongo que sentía seguridad. Repasando el día pensaba:
- "¿estas contento ahora?".
No lo dije en modo de burla o algo parecido, más bien era como una pregunta que tenía que hacerme, mientras acariciaba la cabeza de Riu mire a la chica delante mía, se veía deprimida, el color negro en su pantalón me decían sus gustos y sus ojeras, su gusto por cosas así, tenía un piercing en el labio y pensaba que ella tenía una herida en el corazón.
Ella noto que lo veía y susurro algo, no la escuche pero su expresión me decía muchas cosas, esas cosas que nunca entendí, sus manos pálidas caían de dolor, como un árbol, no, más bien como una hoja, una hoja desvaneciéndose en el viento suplicando regresar al árbol, sin color, solo flotando a lo lejos y al darme cuenta tenía que bajarme, tenía que quedarme pero la mire con ojos de tristeza , o más bien de pena que sentía por ella o ¿su tristeza era contagiosa? pero solo la mire y ella susurro unas palabras, cerca de mi oído de las cuales pude escuchar:
- No estoy triste…
De manera silenciosa como si ya supiera que pensaba sobre ella y me sorprendió, pero no cambio mi opinión , baje y la vi por última vez. Eso sentía…
Regrese a mi casa, la misma vista de todos los días. Riu rápidamente se acomodó entre mi ropa sucia tirada a un lado de mi habitación mientras yo me tire en mi cama, mirando al techo mientras me iba desvaneciendo poco a poco, mis ojos se cerraban… para solo ver… Oscuridad y nada más...
ESTÁS LEYENDO
La Ventana A Los Sueños
Ficção CientíficaLa vida de un hombre apasionado a cumplir lo que más quiere y en el trascurso de su vida encontrará que la vida no es tan fácil y que la historia que estaba por contarse le daría otro giro a su vida y talves el nacimiento a su nuevo mundo...