Capítulo LV

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--Ese día créeme que no tenía nada más en la cabeza que tus labios y su sabor.
Era como un zombi, loco por su debilidad y con ganas de probar más y más.
Jamás pensé en cruzarme con ella, no fue un plan no nada de eso, yo no planee besarla…--hizo una pausa mientras soltaba el aire y se frotaba los nudillos, después siguió. --Sabía que ella no se encontraba bien, y por nada del mundo me aprovecharía de eso. Lo único que quería era llevarla a casa por el aprecio que le tiene mi hermana… después de eso yo quería regresar a la fiesta, besarte una cuántas veces más para después llevarte a casa.
Nunca quise lastimarte, ni ninguna cosa por el estilo, lo único que quería era estar contigo…
Cuándo tú entraste al baño yo la llevé hasta la puerta de mi habitación, y le rogué que se sentará en el suelo, qué le haría bien, pero se negó a hacerlo. Y en un descuido ella ya me tenía agarrado del cuello. Yo traté de separarla de mi, y en un intento la empuje un poco más fuerte de lo debido… Valentina se tambaleó, y sentí que si caía al suelo yo iba a ser el responsable si le pasaba algo, así que la tomé de la cintura en un impulso. Ella se abalanzó sobre mí y… me besó.
No pude reaccionar rápido, porque estaba tan confundido con todo el ruido de la fiesta, y hasta cierto punto estaba desorientado, porque seguía pensando en ti.
La solté, pero te ví y me quedé helado.
No sabía que hacer, desconocía si en realidad estaba despierto, o si solo era un sueño el hecho de que tú estuvieras llorando, y que yo lo causará.
Salí corriendo detrás de ti, y Valentina cayó al suelo inconsciente, pero a mí no me importó eso, lo único que quería era ir detrás de ti, y recupérate.
Sabía que había arruinado las cosas se nuevo, pero no fue mi culpa del todo.
Tal vez debí de hacer que Valentina se retirará de mi un poco más rápido, pero no pude. Y sé que lamentarse y decir hubiera no es una excusa, pero de verdad que nunca planeé hacerte daño, ni mucho menos jugar contigo.

Charly me tomó de las manos, obligándome a verlo a los ojos.
--Yo quise, y quiero estar contigo.
Y ahora te ruego que me perdones por todo lo que hice, y por lastimarte, y por ser un maldito inmaduro e irme por ahí en lugar de afrontar las cosas.
Perdón por ser extraño, y por ser tan explosivo, pero en ocasiones no puedo parar de pensar en mis errores y en lo que tengo que pagar por haberlo hecho.
¡Perdóname mi muñequita linda! ¡Por favor dame una segunda oportunidad, y te prometo que seremos los adolescentes más felices de nuestro mundo!.
Te quiero…

No sabía que decir a todo esto, no sabía si confiar en Charly y volverle a confiar mi corazón una vez más.
No sabía ni siquiera qué era lo que verdaderamente sentía, no si todas sus palabras eran verdaderas o solo un jueguito para tenerme de nuevo.
Pero… después de todo lo que había pasado, como Charly me había tratado desde el día anterior, y el modo en el que tomaba las cosas, era visible que él decía la verdad, o al menos decía algo que tenía un grado de verdad.
Pare todo en seco y por primera vez escuché al corazón, al que siempre callaba hasta cierto punto.
Lo quería, y quería estar con él, de eso ya no había duda. Lo había dicho tantas veces que ya no debía de haber ninguna duda en mi.
La cosa estaba así… para ganar y hacer lo que sentía sin escuchar al cerebro con sus razones más obvias y menos basadas en mis cuentos tontos, tenía que arriesgarme, y no solo una parte de mi, si no que era todo o nada.
Podía perder algo de lo que me arrepentiría, porque ya lo había vivido, y había sido tan placentero que la tentación de volverlo a hacer, y que está vez si logrará consumar el acto. Podía arrepentirme de tantas cosas…

Lo haría.
Aún si saliera más lastimada que antes, con el corazón hecho trizas y las lágrimas en los ojos, me arriesgaría.
Porque todo lo que quería estaba al otro lado de la puerta, porque ya no quería lamentarme, y porqué ésto sería una prueba para mí también, algo que me dejaría marca y me ayudaría a ser más fuerte.
Dejaría de ser una cobarde y me jugaría el todo por el todo.

¿Y si te digo que me enamoré de ti?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora