La del guante azul

Parte Del Secreto Rebelado

Marco
-¿Qué si nos conocemos?, es uno de mis mejores amigos
Los ojos de Alia se cristalizaron y empezaban a ponerse rojos
-Me... Tengo. Debo irme
Su voz salio temblorosa y ya no me miraba, de alguna manera me sentía culpable de algo que al parecer mi mente ya había captado pero no me lo quería decir
Alia se dio la vuelta, dispuesta a marcharse, note a Axel tragar duro, y lo mire a él, para después volver a Alia
En eso llegaron los chicos muy animados, no tengo la mejor idea de que cara tenía, pero todos parecían asustados
-¿Qué tienes?
Salí corriendo detrás de Alia
Mis amigos gritaron mi nombre pero no les hice caso, yo seguía corriendo para alcanzarla
-¡Alia!, espera
La alcanzo, ella se detuvo y lentamente se dio la vuelta.
Fue entonces cuando puede ver su rostro, lleno de lágrimas y pálido, sin poder evitarlo la abracé y traté de tranquilizarla
-Ven, platiquemos
No sentamos en  una banca del parque y volví a abrazarla
-Yo... Vengo de la secundaria técnica ochenta y tres. Cuando llegué ahí, el primero que llamó mi atención fue Axel, se veía seguro... De si mismo. De qué todo saldría bien, y... Por un momento yo deseé ser como él, pensé ojalá yo fuera así de segura, sin importar me que dicen de mí.  Al segundo día de clases, él se acerco a mí, me notó. Se porto muy bien conmigo, en ese entonces yo no usaba guantes, y me dijo que mis manos eran de lo más hermoso que había visto. El punto es... Me ilusionó, me hizo sentir importante, y me enamore, le iba a dar una sorpresa, fui a su casa... Y lo encontré con otra chica, y... - río sin humor- no estaban precisamente besándose. La chica era mi amiga, pero... Lo que más me dolió fue que, el le dijera : "ella no es nada para mí, solo es una manera de conseguir dinero"
Me quede paralizado, nunca pensé que Axel, mi mejor amigo, mi hermano fuera tan imbécil e idiota para jugar con una persona
Axel, me has dado una buena decepción
-Esa es una de... Las muchas razones por las que uso guantes. Después de ese día, me aleje de él, no le dije nada, y empezaron a molestarme, a insultarme, me pusieron apodos, me golpearon. Y dejé de confiar en todos. Tú... Eres una excepción
Le sonreí
-Te prometo que no dejaré que te lastimen otra vez, ni te lastimaré. Tampoco diré la parte revelada de tu secreto
-Gracias