Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.

Episodio 3, parte 1

Habían pasado tres meses desde aquella hermosa Navidad. En el medio pasaron muchos criminales. Los cuáles ,con la ayuda de su hija Sherlock pudo resolverlos todos muy rápidamente.
Sin embargo no todo fueron flores y mariposas. Los mensajes de este tal BlackWhite seguían llegando, poniendo cada vez más nervisas a las chicas. Rosie quería contarselo a alguien. Amelie pensaba y repensaba porqué los acertijos eran bastante simples "Quizás"pensó" BlackWhite no tiene mucha experiencia en ser acosador."

Una mañana de marzo, Amelie se levantó y bajó alegremente la escalera para tomar su desayuno. Estaba tan feliz que bajaba dando salitos. Tanto que no se percató sino mucho mas tarde las expresiones de los otros integrantes.
-¿Por qué esas caras largas?
-¿Sabes que día es hoy?-Le preguntó John
-Uhmm... ¿Domingo?.-
-¿Y sabes que mes es?
-Marzo. Hey, no entiendo porqué me preguntan esto.
-Es el día de las madres.-Respondió Rosie desde el suelo sin entusiasmo,apunto de llorar. A la otra, poco a poco la felicidad extrema termino siendo una gran tristeza.
-Yo no...
-No sabias que era el día de las madres ¿Por qué?- Cuestionó Sherlock con su típico tono de intriga, el cual Amelie no soportaba.
-El señor y la señora Álvarez fueron tan buenas personas que no nos dijieron cuando era el día de la madre. Ni del padre, claro.-Su padre levantó una ceja. Ella en tono de reproche agregó- Lo hicieron por compasion. Asi no estariamos más infelices de lo que éramos. Y no. No se me ocurrió averiguarlo porque ya tenia suficiente dolor para seguir agregando mas penas.-Se sentó en su lado del sillón con los ojos vidriosos. Pero ella nunca lloraba en público.
-Yo nunca lloro por mi mamá.- Dijo Rosie de repente, sentadose al lado de su amiga.-Solamente en tres fechas: Su cumpleaños, el día de su muerte y obviamente hoy...-John produjo media sonrisa al oir eso. Se sintió muy orugulloso de lo fuerte que era su hija. Aún mas que él.-Pero ahora te tengo a ti. Entendes a la perfección lo que siento. Tu tampoco conocistes a tu mamá
-Si...- No estaba de muy buen humor. Rosie suspiró.
- Mi vida es un asco... Quisiera ser como vos: No conocer nada de mi mamá. Creo que así no extrañaría...
Esta fue la gota que colmó el vaso. Amelie siempre fue muy tocable, lo que era entendible. Pero que ella haya dicho que su vida era un asco la sacó de quicio.
-¿Un asco? No tenes idea de que es que tu vida sea un asco.-Exclamó muy enojada.-Y no es mejor no saber nada. Vos al menos tenes a tu papá ¡Tuviste al mio! A la Sra. Hudson, Molly, Lestrade ¡Y muchos mas! Yo no tenia nadie. Me molesta que digas eso porque tu vida comparada con la mia es perfecta. Si claro, podes haber perdido a tu mamá pero al menos tenes alguien mas que te de el amor que necesites.
Sin darse cuenta estaba parada. Estaba furiosa, Rosie igual.
-¿De qué estas hablando? Perder a una madre es lo mas horrible que te puede pasar. Nadie puede reemplazarla.
-¡¿Y crees que eso no lo se?!- Ambos padres no tenian idea si seguir o parar la discusión.-Yo vivia sola, sin saber quien era. Vos tenias a tu papá. Él te dijo como era tu mamá, su cumpleaños ¡¡Sabes quien fue ella!!-Ahora echó una mirada asecina a Sherlock. Subió las escaleras, sin antes gruñir.

Amelie pasó el resto del día encerrada en su habitación, viendo para distraerse una serie. John obligó a Sherlock para que hablara con su hija. Este de mala gana lo cumplió.
-Escucha...John todos los años lleva a Rosie a comer a un restaurante. Él me obligó a preguntarte si querias ir conmigo a comer. A solas.- Amelie aceptó. Total, distraída de sus desgracias iba a estar.
Ambos se vistieron con mucha clase. Primero Sherlock pensó llevarla al restaurante italiano que ya conoce pero luego se decidió por uno más costoso. Amelie no sabia que sentir. "Maldita adolescencia".
En el restaurante, padre e hija hablaron de infinidades de cosas. Fue la primera vez que charlaban sobre sus vidas pasadas. Extrañamente, Sherlock se soltó y no parecía él mismo. Por un momento pensó si la prensa ya sabía que tenía una hija. Lo quitó de su mente. Definitivamente, Amelie necesitaba una noche así para olvidar el día de las madres.
Luego de una exquisita comida, padre e hija salieron.
-¡Que frio hace!- Dijo la niña mientras se cubría más con su abrigo. Sherlock por su parte, intentando ser el mejor padre posible, la abrazo y pegó contra su cuerpo. De verdad parecían una familia.
De repente, miles de flashes de camaras les cegaron la vista. La prensa los había encontrado. Amelie se estaba poniendo muy nerviosa y no era lo que necestiba ahora.
-¡Hey!- Gritó.- ¿Es que acaso no pueden tener un poco de compasión por una huérfana en el día de las madres.? Son una vergüenza. ¿Acaso son robots sin sentimientos?- Sherlock le susurro muy bajo "¿Hablas de mí?" a lo que ella contestó "Cállate".
Las palabras de Amelie causaron un gran impacto en los paparazzi que los dejaron tranquilos.
-Eso fue... Muy bueno.
-Si... Siempre me dijeron que tenia como un poder para manipular gente. Pero aclaro: Nunca lo use incorrectamente.

Esa noche, Rosie durmió junto a John, por lo cual Amelie quedó sola en su cuarto. No le agradaba para nada. Sin embargo al día siguiente, ambas niñas parecían un poco arregladas. Aunque no era la gran cosa.
Esa misma tarde, después de la escuela, Amelie siguió a Rosie para pedirle disculpas. Esta última paró en un puesto de flores, compró algunas y se dirigió al cementerio. Desde atras de un árbol, la mayor observó a Rosie poner las flores en una lápida. Y llorar.
-Creí que solo llorabas el día de las madres.- Saltó Amlie.La otra no contestó.- Lo siento. Mucho. Por lo de ayer.
-Gracias. Pero seguís teniendo razón.  Mientras yo molestaba a mi padre para que me comprara cosas, vos no tenías a nadie que te calmara las pesadillas.-
Se produjo una pausa. En la cual ambas pensaban que decir.
-¿Sabías una cosa, Rosie? Ahora tu mamá debería estar orgullosa de lo fuerte y luchadora que sos.  Tu papá me contó un poco de como era Mary. Y vos, Rosie, no solo tenes un gran parecido físico sino mucho mas que eso.
La niña embozó una sonrisa.
-Yo... Quiero decirte algo. - miró directamente a los ojos de Amelie- Yo siempre creí que mi familia consistía en mi papá y yo. Con un poco de suerte con Sherlock. Y siempre quise una hermana con  quien confiar y divertirme, solo que creí que nunca la tendría. Pero no es asi. Ahora si la tengo. Si, tiene otra apellido pero es mi hermana. Mi hermana del alma.
-Ay,Rosie. Es lo mas lindo que alguien me dijo. Yo tambien quiero decirte algo. Desde que estoy con ustedes me di cuenta de algo: La familia no se trata de sangre, sino de amor.
Esa hermosa frase contribuyó a un gran abrazo.Con algunas lagrimas por parte de Rosie. Se tomaron de las manos, felices.
-¿Hermanas del alma?-Susurró Amelie
-Hermanas del alma...