Mañana, hoy y nunca: Seduction Strategy

Cap. 1: Todo tiene un principio

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Hace 10 años

Me encuentro jugando con mi hermana que es mayor que yo sólo por dos años. Ella es lo opuesto a mi; blanca, cabello rizado, seria.
Aprovecho cuando juega conmigo ya que no lo hace muy a menudo. Ella cree que sólo soy una niñita tonta, pues claro, a los 4 años creo que la mayoría de los niños los somos, más ella por pensar que soy tonta.
Estamos jugando a quien mantiene mas tiempo el palo de la escoba equilibrada en la palma de la mano.

- Te voy a ganar insecto -- me dijo.

Se encuentra justo delante de mi, equilibrando su escoba mientras yo trato de equilibrar la mía, pero como siempre termino sin poder equilibrarla y la escoba cae directamente sobre la cabeza de ella.

- Ayyyyy! ¡Mensa! Le voy a decir a mi mamá -- oh no, problemas -- ¡Mamaaaaá!

-¿Qué pasa? ¿Que son todos esos gritos? ¿Por qué lloras Bety? -- le pregunto mi mamá a mi hermana.

-Rosalie me dio un escobazo en la cabeza -- le respondio entre lagrimas.

- Ahhh que bonito -- Oh no, problemas mayores - con que pegándole a tu hermana ¿No? -- me cuestiono mi abuela mientras entraba en mi campo de visión con su cara de pocas pulgas - Ya veremos quien llora más fuerte -- me dijo mientras me agarraba muy fuerte del brazo y tiraba de mi llevándome a la cocina.

No entendía que hacíamos en la cocina, tampoco porque mi abue prendia la estufa mientras sonreía maliciosamente, pero sólo era cuestión de segundos para entender lo que me iba a pasar.

-Venid aquí -- no me moví de donde estaba - que vengas aquí -- me dijo mientras me agarraba del pelo y me posaba frente la estufa - ahora te enseñaré a no pegarle a tu hermana -- y mi mundo se vino abajo cuando tomo mis manos y las llevo al fuego.

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Hoy

(Suena el despertador por 5ta vez)

- Maldición -- masculle - llegaré tarde a mi primer día en la prepa, ¡que estúpida!

Como pude me levanté de la cama super rápido y agarré mi uniforme, que gracias a Dios se me había dado por planchar desde la noche anterior; quizá por la emoción de ya entrar a conocer mi nueva escuela. Me peine con una media cola y un poco de maquillaje para retocar, agarré mi mochila y salí disparada hacia la puerta, me olvide hasta de desayunar, pues ya era muy tarde. ¡¡Faltaban sólo 10 minutos para las siete!! Estaba nerviosa, no podía llegar tarde a mi primer día y ni un bendito taxi se dignaba a pasar, así que no me quedo de otra que empezar a correr a dirección a la prepa.
A duras penas, con la frente repleta de sudor y con el cuerpo caliente, llegué a un minuto de que las puertas se cerrarán.

La escuela era hermosa, tenía un campo de fútbol, una cancha techada con una red de tenis, otra para básquet, y otra al aire libre para voley, además contaba con una pista de atletismo. Al fondo había dos cafeterías y en los laterales estaban colocadas estratégicamente las aulas.
Según mis papeles me tocaba el aula D sección 1 correspondiente a primer semestre. No me costó tanto encontrarla estaba en el tercer piso del lado derecho de la escuela. Al parecer cada piso es un semestre, y como son 6, pues 3 están en la derecha y los otros 3 a la izquierda.

El día transcurrió con normalidad, nada que destacar, hice algunos amigos y fui conociendo a mis maestros, salvo uno que nos mandaron a decir que no llegaría hasta mañana - Vaya, tío -- pensé -- Uno cumpliendo y otro que se tira un día más de descanso. Sin más me fui a casa desconcertada de no haber pasado nada sorprendente en mi primer día - Pero no me agüito -- pensé -- Ya vendrán mejores días.

De vuelta a casa, pase comprando en un Burger King una hamburguesa, mientras estaba haciendo fila sentí la sensación de que alguien me observaba, volteo discretamente y veo que la mirada viene de un tipo de la mesa de al fondo. Mediana edad, quizás unos 24 años, carita, complexión delgada pero que se le notaba que hacía ejercicio, cabellos y ojos negros y una boca muy bien perfilada.
- Se acoplaría perfectamente a la mia...-- pensé. Pero no me acerqué, sólo le dediqué una sonrisa y salí del establecimiento.

Me disponía a esperar un taxi cuando una voz masculina me hablo.

- ¿Gustas que te lleve? -- ¿Qué?

- No gracias, vendrán por mí -- mentí, mientras me daba la vuelta y miraba al dueño de la voz.

Uno de dos consejos sabios es no hablar con desconocidos, el otro es darse a desear pero no estoy segura si aplicarla con el.

- No muerdo, lo juro, no soy violador ni un psicópata, no soy ninfómano y tampoco vengo a hacerte daño, ni a buscar nada contigo -- me dijo desdeñosamente

- Entonces ¿Qué quiere? -- Respondí

- Hacer la buena acción del día de llevar a una chica muy guapa a su casa, la misma que me coqueteo allá adentro y que aquí se hace la santa.

- Sonreír no es igual que coquetear -- Proteste - Además, ¿No es bastante mayor como para coquetearme?

El se rió y de su boca se encaminaron dos pequeños hoyuelos que me robaron la mirada.

- ¿Cuántos años crees que tengo, pequeña? -- me pregunto.

- Con ganas unos 50 -- mentí, realmente se veía de los que son inmortales y su belleza nunca va a envejecer.

Rió más fuerte - Pues este viejo de 50 años sólo tiene 26 y si no hay más rodeos dame el beneficio de la duda de que si te quieres ir conmigo 

- ¿Por qué habría de irme con usted? Si ni su nombre conozco.

- Oh cierto, cierto. Permítame – me dijo mientras agarra mi mochila, no me opuse pues ya me estaba empezando a molestar – mi nombre es Richard Doofus, soy médico cirujano y doy clases en la preparatoria Collage Round – oh dios mío – te has puesto pálida ¿Ocurre algo?

- N-n-no – tartamudee – mejor nos vemos mañana – Le dije mientras le arrebataba mi mochila y me daba la vuelta

- ¿Mañana? – pregunto él.

Diablos no debí de haber dicho eso. Pero no voltee. Salí hecha una bala, dejándolo con una cara desconcertada.

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Holaaaaa!

Espero les haya gustado el primer capítulo de "Mañana, hoy y nunca".
Si no estuvo tan bueno es porque aún es el inicio, no se precipiten.
Esperen a lo que sigue.
No olviden dejar su voto para hacerme saber que les llamó la atención la historia  y para darme ánimos para seguir escribiendo.

I love them❤ Bss😙

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