Desperté, sabía que eventualmente tendría que hacerlo, pero no aliviaba mi martirio.
- Venus, cariño, despierta, no puedes seguir llegando tarde, ya tienes demasiados reportes- Escuché decir a mi madre a través de la puerta.
- Sí, mami, estoy despierta, buenos días.
- Buenos días, ve a vestirte.
Me desperecé y salí de la cama en dirección al baño, para poder ducharme, otro rutinario día en la vida de Venus Bishop, salí de la ducha veinte minutos después y me puse el horrible uniforme que tenía que utilizar para mi pretencioso colegio religioso pagado, odiaba las faldas y su incómoda apertura, había tenido ya varios vergonzosos problemas.
Salí de mi habitación y fui al comedor donde encontré a mi madre preparando aquel batido de desagradable sabor y dudosa procedencia.
- ¿Qué tiene esta vez? ¿Banana?
- Puede que sea uno de los ingredientes, sí.
Sonreí y besé su mejilla, bebí el batido sin pensarlo dos veces, sintiendo cómo el líquido se deslizaba con su textura pastosa.
- Este no estuvo tan mal, ¿eh?
- Cada día mejoro, y a tu padre le encanta- guiñó un ojo y contoneó su cadera de forma extraña, me reí de forma estrepitosa y negué con la cabeza y me quejé por los datos innecesarios otorgados, amaba a mis padres más que a nada en el mundo, en especial a mi madre, ella era mi razón de ser.
- Qué risa tan fea tienes, hermanita- Theo entró al comedor, se acercó a mamá, la saludó y luego besó mi cabello.
- Gracias, por lo menos sabes que me río y no tienes que adivinar si me atoré o tengo un ataque epiléptico, como tú.- Le saqué la lengua.
- Oh, por favor, cállate, no es tan malo- Dijo de forma graciosa, mamá puso el batido frente a su asiento y él hizo una mueca de desagrado- sigo dudando que sea legal, mamá- Ella lo miró de forma acusatoria y sin pensarlo dos veces bebió el batido, de la misma forma en la que yo lo hice- No estuvo tan mal, aunque su textura..
- ¡Pensé exactamente lo mismo!- le dije medio riéndome.
- ¡Oigan! Dejen de hablar así de mis batidos, llamaré a su padre, ¡Richaaaard!- gritó alargando la "A".
Papá entró corriendo al comedor.
- ¿Qué sucede?
- Tus hijos me están ofendiendo.
- Son también tuyos, Alex- profirió mirando hacia mi madre, luego volteó a vernos de forma cansada- Chicos, su madre prepara los mejores licuados, déjenla.
- Está bien, mamá, lo sentimos- dijo Theo mientras mi madre sonreía satisfecha y mi padre miraba la escena de forma divertida, no importa cuántas veces suceda, siempre nos divertía.
- Tienen diez minutos para acabar con su desayuno o llegarán tarde, avísenme cuando ya estén listos- dijo mamá mientras subía a arreglarse para su trabajo, mientras que Theo y yo comíamos con prisa todo lo que podíamos, íbamos a llegar tarde, de nuevo, lo presentía.
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Después de ti
RomantikMe gustaría encontrarnos una explicación; sin embargo, necesito una que sea más que una excusa, busco motivos, uno tras otro, repaso en mi mente tus recuerdos, no puedo hacer más que sonreír, ya he llorado lo suficiente. Considero que todo ocurre po...