ESPERO QUE OS ESTE GUSTANDO Y QUE OS HAYA GUSTADO LA MARATÓN, AL FIN NATHAN A ENCONTRADO A SU IMPRIMADA, PERO ES UN VAMPIRO, ¿QUE PODRÁ PASAR?.
Mi padre me miraba dando vueltas, yo mientras estaba sentado en el sofá mirando la chimenea sumergido en mis pensamientos, me había imprimado, y había sido la sensación mas alegre que había tenido en mi vida, mi hermano me miraba al lado de la ventana preocupado.
-Hijo, ¿estas seguro que era la imprimación?.- pregunto mi padre
-Si padre.- dije mirándole
Carraspeó y se sentó en la mesa de enfrente mía.
-¿Eres consiente de que ella es un vampiro?.- pregunto
-Si.- asentí
-¿Y que opinas?.-
-Que me da igual.- dijo mirando de nuevo a la chimenea.
Mi padre suspiro y se quedo mirando al suelo. Mi madre tenía la misma cara que mi hermano.
-Bueno, supongo que no se puede hacer nada.- dijo levantándose y yéndose.
Mi hermano le siguió, mi madre se acerco a mi y se sentó al lado mía, la mire y ella me tomo de las manos.
-¿Que sentiste.- pregunto
Le expliqué exactamente todo lo que sentí cuando la vi y lo bella que me resultaba, cuando acabe ella me dio una sonrisa apagada, sabía que a mi padre no le gustaba la idea, su hijo estaba imprimado de una vampira, pero no podía hacer nada, notaba que Vanessa era todo para mi, se le sería imposible impedir lo que siento.
-Quiero que sepas hijo, que hagas lo que hagas... yo te apoyaré.- dijo
-Gracias madre.-
Me dio un abrazo que correspondí. Al día siguiente volví al bosque esperando encontrarla, volví a donde la vi, pero ella no estaba, me puse triste, sabía perfectamente que no estaría, pero aun así me hice ilusiones, el ciervo seguí ahí muerto y al lado suya había algo, me agaché a cogerlo, era un guante blanco, me puse de nuevo de pie mirándolo, supe que era de ella, olí el guante, olía a vampiro, me lo quite de la nariz y me quede mirándolo.
-Creo que eso es mio.- me sorprendió una voz angelical atrás mía.
Me volteé rápidamente y la vi, era ella, mi corazón comenzó a latir con fuerza, parecía que se me iba a salir del pecho.
-Ah.. esto... ah.- me quede sin palabras.- Me lo he encontrado aquí.- conseguí articular
Se acerco a mi, levante la mano para que ella misma cogiera el guante, sonrió y mi miro.
-Gracias.- dijo cogiéndolo
Le di una sonrisa.
-Eres un metamorfo, ¿verdad?.- dijo de repente
-Ah... si.- conteste
-Creía que los metamorfos cazaban a los vampiros.- dijo
-Si, si eso hacemos.-
-¿Entoces porque no me atacaste a mi?.- pregunto
No quería decirle eso de la imprimación, no quería que estuviera incomoda.
-Simplemente no soy de los que juzgan a las personas sin conocerlas.- dije
Me sonrió, era una sonrisa de agradecimiento.
-¿Como te llamas?.- pregunto
-Nathan... Nathan Walker.- conteste
-Dios ha dado.- dijo