En un planeta lejano formado por humanos, centauros, elfos y duendes, no hace mucho tiempo que sucedió este acontecimiento.
Para comprender los motivos de esta lucha, debéis entender las ansias de cada una de las razas. Los duendes eran seres bajos, con la nariz achatada y las orejas largas y puntiagudas. Esta especie estaba formada por perfectos herreros y grandes entendidos de la metalurgia, crearon espadas de inigualable poder como la Espada de Godric Griffindor, obras de gran belleza y que otorgaban un control sobre los demás inigualable, pues esto es lo que querían, ser la raza superior. Los seres humanos eran seres compasivos, trabajaban de sol a sol y se ayudaban los unos a los otros, pero, con el tiempo... esto cambió. Los centauros eran seres formados por medio cuerpo de caballo y medio cuerpo humano, y su mayor deseo era recibir toda cuanta sabiduría pudieran, se dedicaban a predecir el futuro mediante la lectura de los astros. Los elfos eran seres que al igual que los seres humanos, vivían en comunidades, eran seres muy sigilosos y silenciosos que pasan desapercibido del ojo humano...Un día, los duendes, decidieron crear un collar que convirtiera al poseedor el gobernador de todas las especies, y querían otorgárselo a su rey, Orluk. Este collar de ópalo, tenía unas características espectaculares. Por alguna razón, el collar no obedecía a este, y rabioso, llamó a los duendes que lo fabricaron para solventar sus dudas.
-¿Se puede saber por qué el collar que me prometisteis ni funciona, Igor?- dijo Orluk.
-No lo sé, mi señor, puede que Priscob lo hechizara para conseguir algún beneficio a cambio.- respondió Igor.
-¡Pues haz que se presente en mis aposentos inmediatamente!- contestó Orluk enfurecido.Así, a los 5 minutos, un duende alto(para su raza) con la nariz corta y poco achatada, y las orejas afiladas, pero pequeñas y un cabello canoso (estaría prácticamente en su lecho de muerte) se presentó en los aposentos reales. Entonces, el sabio duende se fijó en su monarca, y se dio cuenta de cual iba a ser su destino, pero él lo aceptaría sin miedo.
-¿Y bien, Priscob, por qué el collar no responde ante mí?- dijo Orluk enfadado.
-El collar considera a su dueño solamente a aquel individuo puro de alma- respondió Priscob tranquilamente.
-Pero si yo soy el más puro de alma de todas las razas de este mundo, ¡soy el señor de los duendes, que más quiere este condenado anillo!-replicó Orluk.
-Igual tienes un concepto de pureza diferente al del collar, considera su señor a aquel gobernante que sea leal hacia su pueblo, bondadoso con sus inferiores y valiente como ningún otro en su especie. Y querido rey, su tiranía no es digna de poseer este collar.- dijo Priscob.-¿Pero entonces, por qué has hecho este collar que no me sirve para nada?- al decir esto, Orluk se levantó se su trono real, y ordenó a sus guardias a retener a Priscob para asesinarlo después de que contestara la pregunta que había hecho.
Pero era demasiado tarde... Priscob yacía en el suelo, tan frío como el mismo, estaba muerto.Orluk, enfureció tanto que las medidas contra su pueblo aumentaron, poco a poco el número de duendes era menor, y los pocos que quedaban, huían o, algunos insensatos, decidían enfrentarse a él. Estos últimos, tenían un destino fatal.
Esta época de tiranía duró hasta la historia que os voy narrar.
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Ignatius y el collar maldito(Titulo provisional xD)
Ciencia FicciónPues este es mi primer libro, lo iré escribiendo poco a poco, y pues eso, espero que os guste ^^.