☔ When it rains ~ ☔ / Yoonmin OneShot

Rain

El sonido estruendoso de un relámpago interrumpió la quietud de la noche... y también el sueño de Min Yoongi, el cual se levantó sorprendido para posteriormente refunfuñar somnoliento. Se volvió a acostar, pero simplemente ya no podía dormir, por lo que decidió ir a la cocina, prepararse un café y pasar el rato de la noche envuelto en mantas frente al televisor.

Estaba viendo una repetición del último capítulo de un dorama del cual últimamente había oído bastante, y, aunque no lo quisiera admitir, se veía interesante, tanto así, que Yoongi ya estaba a punto de empezar a gritarle al televisor por la inocencia del protagonista que no podía ver que su amiga era la adecuada y que su novia era una zorra.

"¿Es que es imbécil o qué?"

De repente, otro trueno iluminó el cielo por un segundo, antes de dejar todo a oscuras. Yoongi soltó un quejido cuando un poco del líquido caliente cayó sobre su mano debido al sobresalto.

— Lo que faltaba.— Gruñó, levantándose y tratando de ubicar, a tientas, la pequeña mesita donde usualmente ponía los pies al ver la televisión, sin embargo, un ruido peculiar hizo que se quedara totalmente quieto.

"¿Qué ha sido eso? ¿Un ladrón?"

Armado con una revista que encontró tirada en el suelo, empezó a recorrer cada rincón en busca de la fuente del sonido.

"¡Achiú!"

—¿Eh?— Se preguntó mientras abría lentamente la puerta.

Un cuerpo cayó justo a sus pies, Yoongi dio un paso un paso atrás, asustado, al ver cómo una cabellera rubia ondulada salía debajo de esa tremenda mochila que cargaba y cómo unos hermosos ojos marrones lo miraban sorprendidos.

Se quedaron en silencio por varios minutos, mirando fijamente el uno al otro, hasta que Yoongi pudo notar el cuerpo del viajero temblar por el frío.

"Qué tonto. Debe estar helándose."

Se aclaró la garganta.— ¿Quieres pasar?— Preguntó. — Debes tener mucho frío. — Se fijó en las ligeras ropas del otro.

—Ah-h, yo... Q-quiero decir, ¿estaría b-bien? ¿No es mucha m-molestia?— Preguntó dudoso con una suave voz.

— Bueno, no es como si me gustara dejar a gente muriéndose de frío en la puerta de mi casa, no si puedo evitarlo. — Le sonrió amablemente.

El chico rubio se sonrojó. Tímidamente se levantó y murmuró un "gracias" antes de pasar y temblar por la cálida temperatura que repentinamente lo rodeó.

— ¿Quieres un poco de café o té? Me queda un poco de agua caliente. — Ofreció.

— Un poco de leche, si no es mucha molestia. — Murmuró con la cabeza baja.

— Uhmmm, sí, creo que me queda un poco... — Respondió mientras rebuscaba en la refrigeradora apagada, usualmente usaba esa leche para su ingrata gata gris, la cual se había ido esta mañana y hasta ahora no regresaba.

Jimin miraba curioso la casa, era grande, con un televisor moderno y unos cuantos cuadros con fotografías de paredes reposando en las paredes, una barra americana conectaba la sala de estar con la cocina, y al costado, un pasillo oscuro debía guiar al resto de las habitaciones.

Todavía clavado en la entrada, por miedo a ensuciar el piso con sus botas llenas de barro y su cuerpo goteante, miró tímidamente en la dirección de ese amable chico pelinegro, el cual lo había ayudado y ahora estaba preparándole una taza de humeante leche.

Un leve cosquilleo en su nariz lo hizo estornudar de nuevo.

"¡Achiú!"

Una suave risa surgió de los labios de Yoongi mientras lo miraba con un poco de ternura por tan adorable estornudo. — Puedes secarte si quieres, te traeré una toalla.