No recuerdo para nada cuando empezó todo, ni como fue que llegué a hasta aqui. Apenas y guardo las mejores memorias de cuando entré y partes de lo que siguió después.
Haciendo uso de un pleonasmo, diré lo más obvio de todo, comenzaré por el comienzo.
Recuerdo que eran entre las seis y media y seis cuarenta, apenas entraba a la nueva escuela, no hice más que quedarme quieto mirando a mi alrededor y esperar a tener la suerte de ver a alguien que conozco, pero (si mi memoria no me falla) no fue así.
Pasaron treinta minutos aproximadamente y sonó el timbre, entonces salió la que supe al instante sería la directora, una mujer chaparra, gorda, de una avanzada edad y con una especie de cuernos miniatura en a parte del mentón (que en realidad son verrugas).
No recuerdo que dijo esa señora, pero nos formaron en filas en orden alfabético de acuerdo a nuestro apellido. Eso lo hizo con el fín de asignarnos a nuestros grupos en los que estaríamos los primeros días. El profesor nos llevo a la aula donde estaríamos; era un aula en el segundo piso, parecíamos ovejas bien formadas siguiendo nuestro pastor haha. Subimos las escaleras y entramos a la anteriormente mencionada aula.
Ahí nos quedamos las primeras cuatro horas de clase, horas en donde no hicimos mucho, recuerdo el maestro nos dijo que hagamos una lista con nuestros nombres (como es obvio que pasaría). También se presentó, su nombre es Rafael, solo recuerdo eso. Otras cosas que nos dijo fue que levantaramos las sillas, porque en las aulas de abajo se escucha muy feo, también nos dijo que esos grupos eran provisionales hasta que nos asignen el oficial dependiendo se que taller eligamos.
Después de un tiempo, empezaron a hablar los compañeros del aula, recuerdo haber divisado a una chica que conocía de antes, quise hablarle pero paso algo de tiempo para que se animara, pues estaba con otras dos compañeras platicando.
Llegó el tiempo del descanso, entonces salí y empecé a caminar, hasta que me topé con mi mejor amigo de toda la vida, entonces fui a conocer la escuela. El lugar que me pareció, para ese entonces, enorme; me sentía como todo un universitario, caminaba temeroso de no toparme con los grandes de ahí pero a la vez emocionado. Recuerdo que caminaba mirándo de lado a lado queriendo descubrir que tanto tenía esperando con gran avidez a que al dar la vuelta de uno de los dos edificios algo me sorprendiera, algo que no haya notado como alguna puerta que no haya visto o un bebedero que me hiciera ver como el mas cool de ahí (solo por beber en uno de esos); lo que sea que me pudiera sorprender como si de un campus inmenso se tratara.
Estoy hablando de la secundaria,
Una experiencia única en la vida de las personas, pues vives grandes cosas en esos tres años que estas ahí.
