Capítulo 1

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Esto es una gran putada. Una cosa es que yo haya incendiado el coche de mi novio (ahora exnovio) por venganza, y otra MUY distinta era mandarme a un internado como castigo. ¿En qué mundo vivíamos?

Tengo mis razones ¿vale? No soy una loca cualquiera que va por ahí destruyendo la propiedad ajena, pero es que el pedazo de gilipollas se lo merecía, cualquier juez con dos dedos de frente me habría dado la razón a mí. La cuestión es que pillé a Ben desnudo encima de una de mis mejores amigas en la fiesta de mi 18 cumpleaños. ¿A quién se le ocurría? ¿No hay un poco de cordura en este universo de mierda en el que nos ha tocado vivir?

En fin, volviendo al drama mis padres son unos plastas. Piensan que estoy mal de la cabeza por destruir el coche de Ben, y que por eso me merezco pasar mi ultimo curso en un internado lejos de mis amigos y de Patitas, mi precioso y adorable perro. Ni se os ocurra juzgarme por el nombre, tiene las patitas muy peludas y con 15 años me hacía mucha gracia.

-Emma Marie Cooper, por tu bien espero que hayas preparado la maleta y que estés lista en menos de un minuto. -Ahí la tenemos señores, entra en escena la reina de la paciencia y de la tranquilidad: Rose Cooper, alias, la sargento de mi casa.

-¡No me llames Emma Marie, sabes que lo odio! -Le contesté gritando, ¿a quien se le ocurría poner Marie de segundo nombre?-. ¿Has visto mi secador de pelo? -Pregunté entre voces mientras intentaba cerrar la maleta.

-Pues en el baño, entre la ropa sucia -Me reprochó sentándose en la cama. -¿Sabes que tienes el cuarto que parece una leonera? ¿Por qué te llevas tanta ropa, si hay un uniforme que es obligatorio usar de lunes a viernes? ¿Vas a dejar la cama sin hacer?

Preferí hacerle caso omiso y entrar a mi cuarto de baño en busca del secador perdido. Esta mujer me agotaba a niveles inimaginables. Cuando salí del baño, después de haberme aseado, guardado el secador y quitado las legañas, ahí estaba ella: de pie en medio del cuarto mirando fotos de mi infancia. No me jodas que le va a entrar la vena sentimental después de haberme mandado a un internado sin importar lo que yo quisiese.

-Parece que fue ayer cuando corrías por el pasillo con dos coletas... -De hecho, fue hace 16 años y tu ni siquiera estabas aquí cuando se tomó esa foto, estabas de viaje con tus amigas; pero este es uno de esos comentarios que joderían el momento, a lo mejor le da por recapacitar y arrepentirse de mandarme lejos. De sueños se vive.

-Si ya, ¿Dónde está Steve? -Pregunté desganada. Mi hermano era el favorito de todos, el que todo lo hacia bien, el de las matriculas de honor y el típico novio perfecto que todo padre quiere para su hija. IUGH, que coñazo de vida. Aunque yo era su antítesis, lo quería como a nadie. Además, había prometido acompañarme el primer día y no dejarme sola con mamá y el papeleo, gracias a Dios.

-Abajo, desayunando con tu padre. Se nos esta haciendo tarde jovencita, así que mueve el trasero y ve a meter tus cosas en el coche de tu hermano. -Dijo saliendo por la habitación. Pensándolo bien, no me vendría mal una temporada alejada de mi madre y sus comentarios bordes.

Aparté a un lado mis pensamientos sobre mi difícil madre y me dispuse a bajar a la cocina para ver si desayunaba algo antes de emprenderme en un viaje de hora y media con Rose Cooper y Steve. Qué suerte la mía.

Deje las maletas en la puerta de mi habitación y baje por las escaleras sin recoger el cuarto. Total, si me voy a llevar fuera de casa 9 meses, no voy a estar aquí cuando quieran echarme la bronca por ello. Cuando llegue a la cocina mi hermano subió la mirada antes de guiñarme un ojo. Me conocía tan bien que con solo una mirada sabia lo que necesitaba para sentirme mejor. Patitas vino hasta mí con la lengua fuera y cara triste.

-Yo también te voy a echar mucho de menos bolita -Le dije acariciándolo detrás de las orejas. Me fui a lavar las manos y me eché un cuenco de cereales de chocolate mas grande que Rusia. Si iba a ser mi ultimo desayuno, que fuera a lo grande.

Después de tomarme el bol de cereales a una velocidad vertiginosa, hice subir a Steve a por mis cosas, que para algo él era el atleta de la familia. Mientras que el idiota de mi hermano se peleaba con las 3 maletas para bajarlas a la vez por las escaleras, me despedí de mi padre entre besos y abrazos. Él sabía que no me gustaba nada de nada que invadieran mi espacio personal, pero por una vez no le di importancia. Mi padre era como un oso amoroso, en todos los sentidos. Grandote y con un carisma y una personalidad arrolladora. Siempre tenia una buena palabra o un buen gesto, aunque la situación no lo mereciese, por eso estaba segura que la idea del internado era de mi madre, a mi padre no le gustaba separarse de Steve y de mí. Iba a echarlo mucho de menos, aunque jamás lo admitiría en voz alta. Una tiene una reputación que mantener.

-Oh Em, te voy a echar mucho de menos. -Dijo mi padre con voz llorosa. Aunque era un pedazo de pan, John Cooper no lloraba jamás. En ese momento algo se rompió dentro de mí, no estaba nada preparada para lo que se me venía encima. Intentando quitarle hierro al asunto, me despedí de el sin soltar una sola lagrima. Una de mis normas vitales es no llorar en público jamás, para mí era signo de flaqueza y no volvería a dejar que me hiciesen daño nunca más.

Cerré la puerta del coche a la vez que me le daba mil vueltas a todo, ¿quién sería mi compañera de habitación? ¿Serian todos unos capullos insufribles? ¿Cómo podía hacer que me echaran de allí? Mil preguntas vagaban por mi mente cuando un suspiro exagerado brotó de los labios de mi madre.

-¿Ves Steve? Tu hermana no me escucha nunca. -Dijo con cierto tono cansado.

-Tu tampoco es que me prestes mucha atención a mí, así que no veo cual es el problema. Has buscado la forma de mandarme lejos para no verme, ¿por qué tendría que escucharte? -Se que aquellas palabras le dolían, pero en aquel momento no lo pensé. También sé que ella se arrepiente de aquellos años en los que estuvo ausente, pero yo no olvido. Llamadme rencorosa si queréis, pero no tener a tu lado a una figura materna mientras creces deja secuelas.

-Emma Marie no consiento que me hables de esa forma. Y sabes que lo del internado lo hemos hecho tu padre y yo por tu bien, incendiaste un coche, por el amor de dios. -Contestó exasperada y dolida.

-¡Pero si no había nadie dentro! El tío es un capullo y se lo merecía. -Respondí cansada de la situación. Ella no tenia ni idea de mi vida, nunca le había interesado y no entendía por que empezaba a hacerlo justo ahora.

-Calmaros las dos, por favor. Em no estuvo bien lo que hiciste, y tampoco está bien que le hables a mamá de ese modo, -Sentenció Steve, mientras que mi madre me lanzaba una mirada triunfadora-. Sin embargo, si me lo hubieses contado enana, te habría ahorrado el favor y le hubiera partido la cara yo mismo.

Ahí estaba mi sonrisa triunfal de satisfacción mientras mi madre ponía una cara de estupefacción nada propia en ella. Seguidamente le lancé un guiño a mi hermano en signo de tregua. Este idiota era un sol.

Me desconecté de la conversación después de la riña con mi madre, me puse los cascos y seleccioné mi playlist de rock antiguo. No debí darme cuenta en el momento en el que me quedé dormida pero cuando desperté lo vi: Un campus enorme, lleno de pistas de todo tipo por todos lados, grupos de chicas con las maletas y super entusiasmadas y grupos de chicos tirándose un balón de futbol. Ropa de marca, imponentes IPhones, y un eslogan que ponía: "Somos los más estrictos, pero nuestros alumnos son los más eficientes" ¿Pero qué mierda era esa? ¿A que clase de descerebrado dejaron escoger el eslogan del colegio? Cuando pasamos la gran fuente que había delante de la fachada pude leer claramente sobre una tela verde oscura y bordado en oro el nombre del colegio: "Internado Saint Climent"

Esto tendría que ser una coña. No me puede estar pasando esto a mí. Mis padres me han metido en un internado de pijos y superficiales y nadie parece dase cuenta. Mi madre esta mas feliz que una perdiz y Steve... bueno, Steve también está flipando casi tanto como yo.


Hasta aquí el primer capitulo, es cortito pero bueno, nos introduce un poco en la vida de Emma. Dejadme por comentarios si os gusta ¿no?

Besotes Flamencos!!

Mientras Tú EstésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora