Capítulo 37

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MARATÓN 8 / FINAL 💁

—¡Claro que no!— exclame asustado.

—Pues hay que agradecer al Dios en el que creas porque no dije tu real, ni mi padre y porque la oscuridad de este sucio lugar no te dejaba ver bien.

—¿JiMin está aquí?— pregunté en un susurro pero asustado.

—Sí, se encuentra precisamente sentado con mi padre.

—¡Sacame de aquí por favor! Él sabe que trabajo con JiMin.

—Por eso lo hace JungKook.

NamJoon está en frente mío, gracias a eso no deja que vean así de alterado, aprovecho para mirar por un lado a JiMin junto con otros hablando animadamente con el jefe.

—Lo más probable es que Hoseok también esté aquí pero no sé donde así que ten cuidado.

—¡Ya estoy muerto! A penas me vea me van a mandar a la calle— siento mi corazón en la garganta.

—Voy a hablar con él, no prometo nada.

—¿Con JiMin?

—¡Que no! A JiMin no le doy ni mi saludo.

NamJoon se va así que doy la espalda, no creo tener suerte por mucho tiempo. Mis manos las siento temblando y mis piernas débiles.

—Dijo que con más veras te quiere allí— dijo NamJoon al llegar a mi lado.

—Tengo que hacer algo— susurro para mí mismo.

—Sí, cambiarte e ir a subirte allá.

—Hablaré con alguna chica, ya creo tener todo bajo control.

—Solo no te escapes, y necesito que botes ese bolso a la basura si no quieres que te descubran.

Me voy de allí hacia los vestidores, siempre con la cabeza gacha pero con cuidado de no estrelarme con alguien no deseado.

—Hola chicas— entro con cuidado al lugar.

—¿JungKook?— preguntan a mis espaldas. Doy media vuelta y me sorprendo bastante.

—¡YoonGi!

—¡No digas mi nombre!

—Ni tú el mío.

—¿Qué haces aquí? ¿Hace cuanto que dejaste Busan?

—Como tres meses, no llevo ni la cuenta. Ya sabes, robé algo que no me gané.

—¿Cuándo saldremos de esto?— también me pregunto lo mismo.

—No lo sé, pero que sea pronto.

—¿Qué necesitas cariño?

—Algo que no me haga tan reconocible— le dije mientras entramos al vestidor para sentarnos en unas sillas.

—¿De quién te escondes?— me preguntó interesado.

—De JiMin.

—¡Que! ¿Por qué?

—Estoy trabajando para él.

—¿Sexo del bueno?

—¡Por supuesto que no! Trabajo en su casa, limpiando— no es un gran logro.

—Mierda JungKook, ven te ayudo ¿Dónde te toca?

—Bailar.

—Si que te la pusieron difícil.

—Lo sé.

YoonGi me toma de la mano y me lleva hasta donde están las chicas, habla con algunas y me dejan una silla libre.

—¿Tú me arreglarás?— le pregunté a YoonGi.

—Ya quisiera pero no, lo hará Chantelle, ella sabe como sorprenderte.

—No te vayas— me sentiría incómodo sin él.

—Tengo, me toca un turno en media hora.

—Me das hasta envidia cariño— dijo Chantelle —Te ves precioso.

—¡Me siento raro!— exclame asustado.

Da media vuelta a la silla y me deja frente al espejo. Jamás me vi vestido y maquillado de esta forma; no me gusta para nada ¡No soy una jodida mujer! Me encanta mi pene, me gusta que me den pero no soy una. Sin embargo es esto o quedarme sin trabajo. Finjo una sonrisa y le doy un abrazo junto con un gracias para luego salir de allí.

Hace bastante tiempo que no estaba aquí, en uno de estos y mucho menos con tacones altos.
Hago lo posible para no mirar hacia mi derecha.

La música suena y hago mi primer movimiento.

RIDE ME (Jikook) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora