¡Fiesta!

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   Por la tarde de ese primer día de celebración cada miembro de la liga se estaba preparando, con regalos, comida y música era lo que abundaba en una de las salas de la atalaya, todo esto era secreto para dos miembros, dos de los fundadores que se encontraban cada uno en su ciudad, o eso era lo que pensaba el resto del equipo.

   La realidad es que a media tarde del día 19 de febrero, Green Lantern se dirigía a Gotham, con gran velocidad surcaba los cielos llevando consigo una mochila que cuidaba de todo.

   Llegando a su destino, la mansión Wayne, entro por la cueva y quitando su traje, se dirigió hacia el estudio donde suponía estaría el Wayne mayor, saliendo por la biblioteca, dando vuelta por los pasillos encontró en su camino al tercer de los hijos del murciélago que llevaba consigo una caja de contenido desconocido.

   —Hey pequeño Timmy —llamo como saludo— ¿Donde esta Bruce?
   —Buenas señor Jordan —regreso el saludo— ahora esta en el jardín, si va a verlo le recomiendo que no importa que escuche no se asome al salón ni la cocina, Jay podría dispararle de hacerlo —al terminar de advertirle siguió su camino hacia las escaleras perdiéndose en ellas.

   Asintiendo a lo dicho, aunque el chico ya no estaba, y se encamino al jardín, pasando justo por el salón alcanzo a escuchar maldiciones de Damian y a Dick calmándolo, le daba a la curiosidad pero decidió por su seguridad y la tranquilidad de todos seguir hacia fuera.

   Una vez en el jardín busco con la mirada al murciélago, al verlo acostado en una silla junto a una mesita con té y galletas, se dirigió con él, sentándose a su lado, dejando la mochila en el suelo, tomo de las galletas y Bruce se incorporo sirviéndole té en una taza vacía.

   —Te esperaba un poco más temprano Hal —dijo pasándole la taza.
   —Si —la tomo sorbiendo un poco del contenido— me desvié un poco en el camino, tampoco parece que importe mucho, los chicos aún no terminan.
   —Y seguiremos esperando —dijo recostándose nuevamente— ahora ya no te dejaran entrar hasta que terminen.
   —Pues a esperar y relajarse.

   Ambos recostados, tomando un descanso bajo la sombra casi permanente de las nubes en el cielo, esperaron pacientes a que los chicos les hablaran. Paso el tiempo y ya al anochecer, a eso de las diez, Dick salió por ellos, encontrando a su padre leyendo, con una lamparita que Alfred le había llevado tiempo atrás, y Hal durmiendo, con un hilo de saliva resbalando por su cuello.

   —¡Despierta Hal! —dijo al momento de lanzar al gato de Dami sobre el mayor sobresaltándolo— ya esta todo listo.
   —Pudiste ser menos agresivo —se quejo al estar de pie y limpiarse la saliva.

   Aun ante lo dicho los tres regresaron a la mansión, Bruce con su libro y Hal tomando la mochila del suelo, estando frente a la puerta del salón principal Dick les pidió cerrar los ojos, haciendo caso a lo dicho el joven abrió la puerta y tomando de la mano a los mayores los adentro al lugar.

   —Listos… —dijo asiendo una pausa para después gritar— ¡ábranlos!

   Acatando la orden abrieron sus ojos viendo como esa parte del salón estaba decorada con liatones negros y verdes, un cartel en el centro que decía "Felicidades Bruce y Hal".

   —¡Felicidades! —dijeron los menores y Alfred al unísono.

   Los mayores felices se acercaron a los chicos que todos de forma grupal, incitados por Hal, se dieron un abrazo.

   —Aunque aún faltan unas horas para el mío —dijo el linterna solo para molestar un poquito.
   —Tt, No lo arruines Jordan.

   Pasaron el tiempo disfrutando entre todos, platicando de trivialidades y cosas de héroes, presumiendo de algunas cosas y logros, mientras todos comían los platillos preparados por Alfred y Jason, felicitando al joven por su buena cocina.

   Pero para su gran momento todo fue arruinado por una alarma, el comunicador de la liga sonaba de forma insistente y al contestar Superman los requería en la atalaya por una emergencia. Con resignación y prometiendo a los chicos volver muy pronto emprendieron el viaje.

   

   No fue mucho, faltaba poco para la media noche y al estar en el lugar no encontraron a nadie en la sala de reuniones, con los sentidos alerta se adentraron a cada habitación, hasta entrar en la sala de descanso donde todo estaba oscuro, a diferencia de las otras salas, al escuchar un ruido y listos para el ataque no esperaron que al prenderse la luz les callera confeti y serpentinas junto a un grito grupal de felicidades.

   —Creí haberles dicho que no prepararan nada, no asistiríamos —reprendio Batman al estar junto a Superman.
   —Bueno esperaba que por lo menos Hal asistiera —respondió este— felicidades amigo —dijo rodeándolo en un abrazo.
   —Bueno, ya había planes —dijo el linterna.
   —Pero no podíamos no celebrarles —dijo Barry a su lado abrazando a ambos cumpleañeros.

   El resto de los miembros se dispersaba por el lugar, agarrando comida, bebidas y algunos bailando, ya que no siempre se tenía la oportunidad de hacer fiestas en la atalaya y no muchos eran tan cercanos a los festejados.

   —Aun así —soltó el murciélago con molestia— usar una falsa alarma para hacernos venir es-
   —Lo sé, lo sé y lo siento —intervino Clark— pero queríamos celebrar con ustedes.
   —Bueno, no hay nada que hacer —
dijo Hal— ¿Por qué no nos quedamos y volvemos en un rato?
   —Solo un raro, no será mucho —pidió Clark ante la pregunta del linterna.
   —Una hora, avisare a los chicos — sentencio Batman apartándose un poco para contactar a sus hijos.

   En ese momento Barry, como su mejor amigo, jalo a Hal para que saludara y recibiera felicitaciones de otros miembros.

   —¿Volverán juntos? —pregunto Flash curioso.
   —Si.
   —Se han vuelto muy cercanos —dijo Diana entrando a la conversación.
   —Eso es verdad, nos hicimos muy muuy cercanos.
   —Ahora estamos en una relación —dijo Bruce junto a ellos sonrojando a Hal— así que no esperen que nos quedemos más del tiempo estipulado, Robin esta molesto.
   —Hey, creí que era secreto —se quejo Hal.
   —Eso ya lo suponía —menciono Wonder riendo.
   —Vaya —mudito Barry— entonces doble felicidades.
   —Increíble, que tú lo escondieras no me sorprende —comento Sup al llegar a su lado— pero que Hal no lo demostrara si es raro.
   —Hey, que nos amemos no significa que nos trataremos diferente —se quejo el linterna ante lo dicho.
   —Bien, por ahora no le demos mucha importancia a eso, ya después nos contaran —dijo Clark para desviar el tema, recibiendo una mueca de Batman— como se irán temprano por que no iniciamos con los regalos y el pastel.
   —Si, si, secundo eso —dijo Barry emocionado.
   —Claro hagámoslo.

   Con eso dicho por Hal, y dando el aviso a los demás miembros, todos se reunieron alrededor de la mesa, colocando el pastel en el centro con solo dos velas encendidas, en un desafinado y desordenado canto les recitaron las mañanitas, para después cada uno soplar la vela frente a ellos recibiendo aplausos.

   Pasaron a la parte de los regalos, claro que quien más recibió fue Hal, Bruce por su parte solo de sus amigos y compañeros más cercanos, algunos dando objetos, otros solo chocolates y algunos más solo abrazos y felicitaciones.

   Su hora paso muy rápido y Clark al saber el temperamento del hijo menor de su amigo no dio más quejas a su pronta partida, Hal por su parte se disculpo al marcharse, sugiriendo que pasaran más tarde a probar del pastel hecho por Jason, si es que quedaba, fue la advertencia pero todos la rechazaron no queriendo enfrentarse al enojo que tuvieran los Robin contra ellos al llevarse a su padre y Hal.

    

   Al volver a la mansión de principio ambos héroes solo recibieron quejas, para después pasar a la siguiente parte de la fiesta, al ser solo la familia se divirtieron a su extraño modo, dejando el pastel para la madrugada, y como lo esperaban, el pastel sabia delicioso.

   Llegando al momento de los regalos, los chicos le dieron un presente a ambos, también entre ellos se tenían algo preparado, Hal sacando una caja de dentro de su mochila y Bruce de entre sus ropas.

   —Feliz cumpleaños Hal/Bruce.

   Dijeron al unísono entregando sus regalos, no sin antes darse un abrazo y un beso demostrando así su amor por el otro.

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