Todos los días aprendemos algo nuevo. Descubrí la belleza de una mente al contemplar la tuya: manuscritos antiguos, grandes conocimientos, enormes reflexiones e interesantes cuestiones.
En ti encontré la libertad que buscaba, aunque en nuestra sociedad siga siendo un tabú aquello que denominamos: "sexualidad".
Nos limitamos a ofender aquello que no entendemos y lo ocultamos bajo la excusa de anormalidad.
¿De verdad es necesario clasificarnos en las distintas orientaciones sexuales que existen?.
En ti, encontré todo aquello que mi alma anhelaba: poemas que enamoran, textos que me invitan a reflexionar, conocimientos que me ayuda a salir de la caverna, pasar de la doxa a la episteme, salir del mundo sensible para llegar al Mundo de las Ideas. Me liberaste de la caverna, anulaste mis cadenas y me ayudaste a salir de la oscuridad en la que se encontraba mi mente.
Plasmar mis pensamientos en un escrito los limitaría, no quiero crear cadenas en nuestra libertad.
Sexo y género: cuerpo y mente.
Las etiquetas nos limitan pero somos seres sociales que necesitamos encajar con los demás, ser aceptados por la sociedad.
En tu mente me perdí en aquellos anhelos de terminar con este sistema que te resulta corrupto y despreciable, de tus propias revoluciones, de tus ansias de cuestionarlo todo, de tus propias teorías, también encontré tus mayores miedos, tus mayores deseos de hacer lo políticamente correcto, encontré muchos conocimientos, ganas de perderte en el mundo y en ti mismo.
Yo, por el contrario, no tengo mucho que ofrecerte: una mente caótica, anhelo por cuestionar todos los conocimientos que he ido adquiriendo para intentar llegar a una verdad indubitable, preguntas sin respuestas, canciones melancólicas en días grises en los cuales la lluvia invade las zonas más oscuras de mi alma para darle paz, anhelo por alcanzar una verdad absoluta, ganas de "matar" a Dios, anhelo de perderme en el mundo, en algún libro, en mi propia existencia y sustancia, en mis propios pensamientos, ansias de poder distinguir el sueño de la vigilia, de volver a la caverna (si he salido de ella) para liberar a los prisioneros de sus cadenas que le atan al Mundo Sensible, para llevarlos al Mundo de las Ideas.
Abre los ojos y contempla la oscuridad.
Al fin y al cabo, nacemos para morir.
La vida imita al arte.
Ni la prosa intenta definir mi vida, ni mucho menos describirla.
¿Para qué describir algo incompleto y vacío?
Todo esto representa el caos que domina mi mente todo el tiempo.
Kirtash xx
