—Toma mi bufanda.
Jimin detuvo su andar para darse la vuelta y mirar al pelinegro en esa fría mañana. Hacía demasiado frío y se te entumecían los dedos, ambos apenas lograban sentir el rostro, es como si tuvieran una mascarilla que se endureció. Se dirigían a la escuela y siempre se levantaban un poco más temprano que de costumbre para tomar desayuno en alguna plaza cerca de donde estudiaban, llevaban sus cepillos de dientes para cuando entraran fueran directo a lavárselos. Preferían levantarse y asumir las bajas temperaturas de invierno solo para pasar más tiempo juntos.
Aún siendo novios, seguían con las viejas tradiciones para cuando eran amigos y no pasaban a nada más, solo miradas de cachorros para que el otro pudiera comprender los sentimientos que residían en sus corazones.
—No tomaré tu bufanda, Kookie —parecía divertido por la expresión del otro, como si le faltara el respeto con aquellas palabras que recién había soltado—. Hace frío y yo estoy bien abrigado, así que no —le sacó la lengua como burla, recibiendo un puchero por parte del otro.
—Te vas a resfriar —el termino no fue con demasiada emoción, pero se acercó al más bajo para rodear sus brazos en la perfecta cintura que poseía—. No quiero que te enfermes, porque te pones gruñón.
El de labios gorditos le dio un golpe en el hombro demasiado fuerte, le escuchó sisear pero no se iba a disculpar, él jamás se colocaba gruñón por nada del mundo. Se consideraba un precioso hada que repartía amor, en especial para su novio, quien siempre se preocupaba por el bienestar del mayor —mayor solo por unos meses, ya que iban en la misma clase—, y a veces cuando Jimin solía tener hambre, el pelinegro podría gastar todo su dinero solo para comprar los emparedados que más le gustaban al pequeño que tenía de novio, y aunque nunca lograba comerlos todos, Jeongguk gustoso le ayudaba a devorar las sobras. El mocoso es demasiado glotón.
—No me pongo gruñón... —colocó las pequeñas manos que poseía en el pecho del otro, se levantó de puntitas para juntar la punta de sus narices y estiró un poco los labios, pidiendo un beso del cual no se le fue negado a obtener. Las mejillas de ambos, narices y un poco las orejas, estaban rojas, y ya ninguno sabía si se debía a por el frío o porque seguían tímidos en darse besos en la calle.
Caminaron tomados de la mano, no transitaban muchas personas y uno que otro auto se veía con el pobre conductor que estaba con ojeras terribles, además de tener una extraña expresión de odio acumulado, un odio que algún día le haría atropellar cada basurero que encuentre por las calles. A veces, Jeongguk le comentaba a Jimin que él explotaría igual que Aggretsuko algún día de estos en clases, el menor era un fanático de ese personaje y el otro pensaba algún día en regalarle alguna almohada con el rostro de ese animal.
Se sentaron en el pasto. Jeongguk colocó su chaqueta para que ambos estuvieran cómodos, ya que el pasto estaba húmedo y no querían tener los pantalones mojados y con alguna mancha, porque además de que se iban a burlar de ambos y prefieren pasar desapercibidos y tomados de la mano. Sacaron de sus mochilas algo para comer, el menor sacó una cajita de leche sabor frutilla, él odiaba mucho la leche, la sentía demasiado asquerosa a excepción si era de sabor chocolate o de plátano. Jimin sacó unas rosquillas que su madre hizo la noche anterior, amaba lo dulce pero cursó por su cabeza el guardar unas cuantas para el desayuno con su novio y ahora podrían de disfrutarlas, serían el postre luego de devorar los sándwiches.
—¿Hiciste la tarea? —comenzó hablar Jimin bastante apegado al otro, estaba teniendo más frío y eso que él no se había sacado la gran chaqueta que llevaba puesta. Miró interrogante a su novio, para que le respondiera y notar alguna señal que le confirmara que estaba haciendo más frío.
—No la hice —tenía toda la vista fija en su bocadillo, se le hacía agua la boca y no duró mucho sin comenzar a darle grandes mordidas. Primero tragó para añadir—, tal vez la termine en el descanso, además... tengo un horario, amor, y es hacer tareas hasta las diez para después jugar un poco.
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Perenne ପ金星: KOOKMIN
Short StoryJeongguk ama mucho a Jimin. ➵ ONE-SHOT. NO COPIAR NI EDITAR. (^• ω •^)