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Yoongi podía jurar que el sol le tenía envidia a Hoseok. Es más, estaba seguro de que podía ocupar su lugar fácilmente.

Y al igual que este, podía lastimarlo si se atrevía a tocarlo, o a simplemente mirarlo. Pero no podía evitarlo, Hoseok era lo más hermoso que sus pequeños ojos podían contemplar, incluso era mejor que cualquier obra de arte que podría existir.

- Sí sigues así, se entrará una mosca a tu boca.- Volvió a la realidad. Un sonriente Namjoon lo miraba moviendo su cabeza de un lado a otro en forma de negación.- Pareces como si estuvieras viendo al primer amor de tu vida, Yoongi.

-Cállate. - Gruñó el mayor. Apartando su mirada de Hoseok, quien hablaba alegremente con Taehyung y Jimin en la sala.

- No entiendo por qué no le hablas, no es como si fueran unos completos desconocidos.

En ese momento, maldijo la vez en la que le contó a Namjoon sus jodidos sentimientos hacia Hoseok. Desde esa día no deja de insistirle en que debía contarle al menor que le gustaba.

¿Y qué se suponía que debería decirle? "Mira mocoso, me gustas, así que bésame ahora mismo"

Sus mejillas hirvieron.

- Lo hago por bien de ambos Nam, sé que si me acerco a él no podría evitar sentirme más atraído, y eso sería incómodo para Hoseok porque solo me ve como su amigo. No quiero perder su amistad.

Y era verdad, todos esos días, todo ese tiempo que Yoongi se dió cuenta de sus sentimientos hacia el menor, tomó la decisión de alejarse cada vez que se le daba la oportunidad.

- Ambos conocemos a Hoseok, si él sintiera o no lo mismo, todo seguiría igual, lo sabes.

- Yo no le gusto.

- ¿Cómo vas a saberlo?

- Es obvio, Namjoon.

Y sin darse cuenta sus ojos ya estaban de nuevo sobre el chico que consideraba tenía unos hermosos hoyuelos. Sus miradas se encontraron por unos leves segundos, Hoseok sonrío animado, moviendo su brazo eufóricamente en forma de saludo, en cambio, el de tez pálida, hizo un leve puchero arrugando su nariz y evitó al antes mencionado, sus mejillas se tornaron de un color carmín.

- Está bien. - Él líder del grupo sonrío divertido al ver la escena. Yoongi sentía como si este ocultase un enorme secreto que no podía ser revelado.

Eran al rededor de las cuatro de la madrugada, todos los chicos andaban en el quinto sueño, a excepción de Yoongi, quien le daba pequeños sorbos a su café mientras trabajaba en nuevas pistas para sus próximas canciones. Pero había una en concreto, una la cual le estaba poniendo todo su arduo trabajo, una canción que sólo él conocía y que estaba seguro que guardaría por mucho tiempo.

Y aunque quería dejar su trabajo terminado el pequeño sentía que no podía mantener su cuerpo firme, incluso se dió cuenta de como sus bostezos se iban haciendo más constantes y sus ojitos felinos se iban cerrando de a poco.

Al abrir sus ojos se dio cuenta de que el sueño lo había vencido, se acomodó para visualizar la hora en el despertador, que rara vez sonaba gracias a que este siempre despertaba antes de la hora estipulada. Se estiró un poco en su lugar y sus quejidos no tardaron en salir, maldijo en voz baja al quedarse dormido de aquella manera. A la vez, observó su taza de café, ya no había ningún rastro de aquel líquido humeante. Con pasos perezosos se dirigió a la cocina.

Se detuvo al segundo cuando reconoció aquella figura, tarareando mientras se movilizaba por la cocina. No dudó en darse la vuelta y fingir que no había estado allí, pero una voz emocionada lo hizo maldecir, de nuevo.

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⏰ Última actualización: Jul 18, 2019 ⏰

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