Estás preparado para otro día, estar a la defensiva ya es automático para ti, no te das ni cuenta. Lo bueno, es que nada te pilla desprevenido, ni sus comentarios venenosos o los chismen que intentan meterte en la cabeza.
Para lo único que no estás preparado es para verlo a él, con su porte masculino, su actitud entusiasta que contagiaría hasta a la persona más pesimista de este mundo, y te consta porque has visto de primera mano lo que puede lograr solo con su personalidad si se lo propone. Hoy se ve tan apuesto con su traje, bueno, al igual que el día de ayer y los anteriores a ese. Todos los días te sorprende como puede ser ese el mismo chiquillo a quien las niñas no daban una segunda mirada, solo míralo ahora, con la mayoría del lugar babeando por él, hombres y mujeres se ven encandilados, por su ancha espalda, su porte que haría a sentir a cualquiera más que intimidado, su cabello despeinado dándole un estilo más salvaje. Te das cuenta que te has quedado mirándolo fijamente, observas disimuladamente alrededor solo para comprobar que nadie se haya dado cuenta de tu pequeño desliz, por suerte, nadie te estaba prestando atención.
Llegas a tu puesto, intentando ignorar todo a tu alrededor, haces como que no lo has visto, pero sabes que no puede durar mucho hasta que te veas obligado a cruzar palabras con él. No puedes evitarlo todo el día, diablos te gustaría que fuera así de fácil.
-Sasuke, como siempre es un agrado ver tu cara a estas horas- suspiras, lo que te faltaba, que el pervertido de la oficina fuera a molestarte a tu escritorio. La mañana solo va mejorando.
-Sai, ¿No deberías estar...no lo sé, en cualquier lugar menos aquí?-no pudiste evitar tu mueca de desdén.
-Auch, Sasu-chan, tan cruel como siempre-dijo, dramatizando con una mano en pecho.
Ni siquiera te esforzaste en entablar una conversación racional con ese hombre, sabes que no vale la pena, te dedicas a mirar alrededor a ver si Gaara ya estaba en su lugar de trabajo, la única persona (según tú) decente para compartir en tranquilidad un poco de tu tiempo. Sin querer tus ojos se ven atraídos nuevamente a él, Naruto, cuando lo miras notas que justo desvía sus ojos, como si lo hubieras pillado haciendo algo malo, te dices que son estupideces tuyas, se ha encargado de demostrarte que no le importas en lo más minino estos meses.
El pensamiento solo hace deprimirte más, la misma sensación a la cual ya te has acostumbrado, el dolor en el pecho, sentir tu estomago pesado, solo hace que tus pensamientos sean aún más deprimentes.
Un carraspeo hace que salas de tus pensamientos poco alegres, subes la mirada y deseas con toda tu alma no haberlo hecho, es tan doloroso verlo, pero no es nada que no hayas pasado antes, verlo a él, al que una vez fue tu Naruto, abrazando y besando amorosamente a su novia, Hinata. El solo hecho de pensar su nombre te da un escalofrió en todo tu cuerpo, lógicamente sabes que no es su culpa nada de lo que pasó, ella solo se enamoró de tu ex, podrías haber sido cualquiera, pero tampoco se puede decir que ella no te haya hecho la estadía en ese trabajo un poco mas hostil en lo que cabe.
Intentas ponerte en su posición, si de repente volviera el ex de tu actual pareja, con el que tuvieron una larga historia y dramática ruptura, también te sentirías como si tuvieras que proteger tu territorio, lo comprendes, de verdad, al menos eso procuras hacerte creer para poder justificarla, no que le debas algo, pero te ayuda a estar más tranquilo y no reaccionar a sus masivas provocaciones.
-Es asquerosamente cursi-te sobresaltas al escuchar a Gaara, quien estaba intentando llamar tu atención desde el principio. Deseas no sonrojarte en tu fuero interno, ya era lo suficientemente vergonzoso que te pillara in fraganti mirando a la pareja, más encima verte afectado sería el colmo.
-Dímelo a mi-Resoplas, pretendiendo estar ocupado con tu papeleo. Solo te mira inexpresivamente con una ceja alzada, no obstante, debe haberse dado cuenta de tu estado de ánimo porque no insiste en el tema, lo que te alivia en lo más profundo, no podrías soportar nuevamente una de esas charlas, te deja agotado mental y emocionalmente.
-Solo venia a comentarte que algunos de la oficina están planeando salir a tomar algo, ya sabes, probablemente a un karaoke, después del trabajo. -Decir que estoy sorprendido es poco, no por la salida sino el que Gaara se viera interesado en ir, si no me lo dice él directamente nunca lo hubiera pesado.
- ¿Y eso qué tiene que ver conmigo? - Una cosa es que Gaara de repente se viera entusiasmado en ir, pero otra muy distinta es que él lo hiciera, eso sí que era imposible de ver.
-Vamos, creo que podrías ser de ayuda, necesitas distracción y no me mires así, tu mismo me has dicho que tu vida se ha convertido en una rutina, que mejor para romperla que hacer algo que nunca harías normalmente, aunque sea algo tan banal como esto, por algo se empieza.
-No lo sé, ¿Quiénes irán? – Esperas que la pregunta en si sea un argumento suficiente para negarte, es obvio, sabes perfectamente el grupo que está armando esa salida. Los mismos de siempre; Sai, Kiba y Shino, Ino y Shikamaru, Neji, Sakura y, por supuesto sin olvidarte de la hermosa pareja, Naruto y Hinata.
-Gaara solo suspira, negando con la cabeza. -Vamos Sasuke, es la perfecta ocasión para que demuestres que no estás aquí por él, antes ibas a la mayoría de las juntas, hasta ahora solo te has mantenido bajo perfil...
-Eso no tiene nada de malo, vengo a trabajar no a realizar vida social.
-Lo entiendo, pero casi se ve como si agacharas la cabeza frente a Naruto y su pareja. – Sabes que solo te está provocando, no obstante, el muy maldito sabe que da resultado, puedes soportar muchas cosas, pero él está consiente donde herir tu gran, gran orgullo. Maldito y estúpido Gaara, solo te lo quedas viendo un momento más antes de asentir con un pequeño movimiento de cabeza.
-Iré, pero apenas me sienta incomodo o me quiera marchar te encargaras personalmente de llevarme a casa- Presientes que es mala idea ir, pero ya no hay vuelta atrás- Además todo lo que ocurra en esa salida va a hacer meramente tu responsabilidad. Gaara, el muy maldito, solo te dio una sonrisa de medio lado.
Mala, muy mala idea.
ESTÁS LEYENDO
De amores y enredos
RomanceSasuke está consciente de sus errores, pero también sabe que no puede echarse a morir, debe seguir adelante, aunque, eso sería un poco más fácil si no trabajara en la misma empresa con su ex y su muy llamativa nueva novia.