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Jin estaba desconsolable frente a unas camas de hospital.

>>Lo siento mucho joven Kim... Pero sus padres tuvieron un accidente de carro, al parecer su auto volcó un precipicio y ellos...

-Mu-murieron... -

Interrumpió el chico con lágrimas en los ojos.

-No joven... Quedaron en coma-

El chico abrió sus ojos y comenzó a llorar y a gritar que quería verlos.

-Padres... Levantense no quiero que me dejen... No quiero verlos ahí- el chico se puso en medio de ambas camas y tomó de sus manos.

Y ahí se la paso todo el día y parte de la noche, una inesperada sorpresa hizo que despertara de su estado "ido".

-Jin, vamos a casa, no está bien que te quedes aquí. - Hoseok era muy sobrepotector, aparecía en los momentos más difíciles del muchacho, en los buenos... Claro de esos no habían. Pero cada vez que se sentía triste el estaba ahí sin importarle el tiempo. Un chófer ejemplar, Jin no lo consideraba amigo pero sabía que lo podía llegar a hacer.

-Yo... Quiero quedarme Wonho, no sabes como me siento...- el cobrizo comenzó a llorar de nuevo mientras veía a sus padres.

-Si, si entiendo como te sientes. Por qué yo perdí a mis padres de este modo, entiendo el gran dolor que sientes al verlos a sí. Pero ellos no van a morir, ellos van a luchar por su vida por que tienen a un hijo realmente hermoso y tienen que verlo crecer y casarse. Tienen que verte triunfar SeokJin-

El chico lloró aún más, abrazó a su chófer por que el siempre tenía razón, el siempre le decía las cosas que quería escuchar.

-vamos a casa... De acuerdo- le mostró una sonrisa bonita donde sus ojos estaban cristalizados.

Shin asintió y tomó su mano muy fuerte para salir de ese cuarto. Ambos se dirigieron al auto y Shin condujo hasta la casa del joven.

Cuando llegaron Shin lo dejó dentro de casa mientras que el se iba a quitar el uniforme.

-Disculpe joven pero... Hay alguien en su cuarto que lo está esperando desde las 7:30- dijo el mayordomo a Jin el cual se sentó en el sillón.

-Jimin?- preguntó el cobrizo

-No, se trata de alguien más, joven-
El señor se retiró y Jin subió a su cuarto, la curiosidad le llegaba hasta el cabello, abrió la puerta y ahí lo encontró, estaba dormido en su cama, su tez blanca como la luna, un cabello verde menta, sus labios rosados de los cuales salían pequeños suspiros.

El cobrizo abrió los ojos sorprendido, Min Yoongi se encontraba dormido en su cama.

-Pero que estas haciendo aquí... Min Yoongi- dijo en un susurro, pero aquel susurro hizo que el peliverde despertara.

-Sabes... Me hartan las personas que me hacen esperar, pero más odio las que me hacen despertar- dijo el chico tallando sus ojos.

-Lo siento... Pero que haces aquí- dijo el cobrizo extrañado

-Solo vine a ver por que rayos estabas llorando, pero ahora te veo muy feliz... Así que me voy- el chico tomó su mochila y salio.

El cobrizo había olvidado, en el transcurso del camino, el tema de sus padres. Inconscientemente el chico comenzó a llorar, sus sollozos fueron oídos por el más bajo así que regresó y puso una cara seria.

-Ves... Estas llorando de nuevo, como piensas que te voy a ayudar si no me cuentas lo que te pasa-

-Yo no necesito ayuda de nadie... Y mucho menos tuya... Min Yoongi.-

¿Puedes voltear? ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora