Allí estaba él, aquel chico que me gustaba desde jardín. Estaba con su grupo de amigos riendo de cualquier cosa que estuviesen hablando.
Y es que es imposible que él y sus amigos sean los más "deseados" —se podría decir— en la escuela. Ya que todos son lindos pero de todos, fué lamentablemente él quien mas me atrajo, quien más me gustó.
¿Lo qué más me gustaba de él? Sus lunares, sus malditos y preciosos lunares que me vuelven loca al mirarlos. Se ven jodidamente bien en mayor parte de su cuello y rostro.
Y es que es tan pero tan...
—¿Y esa sonrisa de boba? —escuché de atrás y sonreí aún más a saber quién era.
—Creo que no hace falta explicarlo —respondí mirándola y ella río.
—Aún sigo preguntándome por qué no se lo dices y ya. Esto es desde jardín Lea.
—¿Eres tonta? Con su grupo de amigos tiene a media escuela tras ellos, jamás se fijaría en mí y además— voltee a mirarlo —. Tiene novia —dije esto último mirándola con un atisbo de tristeza se podría decir en mi rostro.
—Está bien, como tú digas. Pero nunca sabrás lo que él siente si nunca se lo dices.
—Bien, bien como digas —rodé los ojos.
El timbre sonó y esperamos a que la mayoría de la escuela entre a su respectivo curso para luego ir hacia el nuestro ya que era algo imposible encaminarnos entre los demás alumnos.
Al llegar fuimos a nuestro lugar de siempre que se encontraba atrás de todos pero para mí, era genial tenía una perfecta vista de Noah y eso me gustaba aunque a los profesores no les agradaba tanto.
—Buen día alumnos —retumbó la voz del profesor Smith y todos se voltearon para prestar atención al nuevo tema que empezaríamos a dar el día de hoy.
—Entonces ¿voy mañana a tu casa por la tarde y lo hacemos? —preguntó Emma al salir del curso.
—Sí, ven mañana y vamos a tratar de terminarlo ¿Bien? —me giré hacía ella pero de inmediato fruncí el ceño al verla, estaba en completo shock mirando a lo que sea que esté detrás mío.
—Y-yo...hoy no podré irme contigo lo siento —fué lo último que dijo antes de salir corriendo como una loca afuera.
Aún confusa me giré y...
Alguien que por favor me haga algo porque no sé cómo reaccionar a esto.
Tenía al mismísimo Noah enfrente mío mirándome fijamente con una pequeña sonrisa de lado.
Estaba tan confusa que sólo estaba concentrada en sus ojos.
—Hola —rompió el silencio en el que nos habíamos sometido pero aún seguía confusa, no tenía idea de que hacía él aquí enfrente mío, sonriéndome.
—Ho-hola —logré decir ya que estaba en completo shock, lo nuestro no era más que un "Hola".
—Hoy en mi casa habrá una pequeña fiesta, el motivo no me lo preguntes ya que mi madre quiso hacerlo porque según ella es lo que le hace falta a la escuela y estás invitada— ¿Noah me acababa de invitar a una de sus fiestas? —. Es a las 21 —fué lo último que dijo para luego marcharse, asentí pero al instante salí de mi trance y me sentí tonta al no poder haber respondido a su invitación.
Salí de la escuela para encontrarme a Emma parada en la nada con su celular.
—¿No era que te ibas? —hablé al llegar a su lado, al darse cuenta de mi presencia se volteó para mirarme sorprendida y luego sonreír, fruncí el ceño pero aún así sonreí.