Capítulo 95

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Narra Ález Márquez

Era sábado y estaba aburrido, no tenía nada que hacer, bueno si podría estudiar un poco pero ya lo haré, no voy a desperdiciar un sádado estudiando, antes aún entrenaba pero está lloviendo y el gimnasio está en la otra punta del internado, así que esa idea queda descartada.

Rins estaba acostado en su cama viendo vídeos en youtube para ver si así podría aprenderse el baile.

Álex M: por más que mires vídeos si no prácticas no te va a salir

Rins: va a hablar el más indicado, yo por lo menos me molesto en mirar la letra

Álex M: yo por lo menos no tengo que bailar

Rins: aún por encima no encuentro ningún tutorial del baile

Álex M: Álex

Rins: ¿Qué?

Álex M: ¿Cómo te atreves a volver? Me hiciste daño pero sigo vivo

Rins: encima con cachondeo

Álex M: todo esto lo hago para animarte

Rins: pues anima menos

Álex M: eso te pasa por bocachanclas

Rins: si ya le dije a esa señora que no sabía bailar

Álex M: sigue buscando tutotriales, ánimo, malo será que de aquí a la semana que viene no encuentres uno

Cabe de saber que al amigo no le hizo gracia por lo que me gané un cojinazo en toda la cara.

Álex M: ¿Por qué no buscas ayuda?

Rins: ¿Crees que no lo he intentado? La pequeña está ayudando a Jorge Martín con su baile y a Lore no creo que después de que por mi culpa tenga que bailar me vaya a ayudar

Álex M: ¿No te has parado a pensar en pedirle disculpas? Hay más chicas en este internado a parte de ellas

Rins:¿Quién me haría ese gran favor?

Álex M: no sé, yo ahora voy a junto Celia a ensayar antes de que me venga a buscar por una oreja

Rins: ¿Qué le has hecho?

Álex M: nada, que ayer le dije que no me apetecía hacer nada hoy y me advirtió de que como no fuera a ensayar se encargaría ella misma de venir a buscarme con las tijeras de podar y dejarme sin mis partes

Rins: resumiendo que te amanazó como se te ocurriera escaquearte

Álex M: sí

Rins: sabes que es incapaz de hacer nada malo

Álex M: lo sé, pero acojonaba

Fui a buscar a Celia para ensayar, mientras caminaba dirección a la sala de enayos de música donde una roquermelle dijo que nos podíamos pasar quisieramos o no durante el finde, me encontré con don Francisco que parecía no estar de humor.

Álex M: buenos días, señor director

Don Francisco: buenos días, alumno

Álex M: ¿Cómo está usted hoy?

Don Francisco: bastante ajetreado

Álex M: si es sábado

Don Francisco: mi trabajo precisa las 24 horas, los sietes días de la semana, los doce meses que tiene el año y los 365 días que también tiene el año

Álex M: ¿No se va de vacaciones en verano?

Don Francisco: sí, si que me voy pero marcho más tarde y regreso antes que ustedes

Álex M: entonces ya no son los doce meses, los 365 días que tiene el año ni las 24 horas

Don Francisco: ¿Sé puede saber qué quiere?

Álex M: ¿Este trimestre nos va a llevar de excursión?

Don Francisco: ¿Perdón?

Álex M: ¿Está sordo? Le he preguntado que si...

Don Francisco: le he entendido perfectamente, si quieres ir al zoológico me temo que hasta el año que viene no podrá ser, dado que le tienen que hacer la jaula de su tamaño al lado de los monos, y no es un cumplido, y si me disculpa tengo muchas cosas que hacer

Álex M: ni preguntar se puede

Menudo carácter, ¿pero que les pasa a todos? Parecen que se hayan levantado con el pie izquierdo.

Seguí mi camino hasta llegar a la sala de ensayos donde se encontraba Celia.

Álex M: siento llegar tarde, me he encontrado al director y no tenía muy buenos humos, aunque pensándolo bien nunca está de buenas

Celia: no pasa nada, yo acabo de llegar, ¿no te habrá castigado?

Álex M: espero que no, pero que no te sea de extrañar, menuda pelusilla nos tiene a Maverick y a mí, y no entiendo el por qué si somos unos angelitos

Celia: quizás que estéis más en su despacho que en clase, ¿no tiene nada que ver?

Álex M: para nada, si nos dá de desayunar

Celia: ¿Os dá el desayuno?

Álex M: sí, el otro día nos trajo café, un zumo y una magdalena contada a cada uno

Enseguida nos pusimos a cantar, la verdad es que no lo hacía nada mal la muchacha, y ahora que me fijo es muy mona y tiene un trasero... claro está que de esta vuelta fui más disimulado que de las veces que se lo vi a la morena, y teniendo cuidado de que no me pillara. Cuando acabamos de ensayar fuimos a comer pero cada uno por su lado.

¿Casualidad o destino? Parte-1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora