Sherlock 2 : Las Historias De Amelie.

Episodio 3, parte 2

Justo después de salir del cementerio, se dirigieron a Baker Street. Ambas caminaban por una calle muy poco concurrida charlando hasta que Rosie se paró de repente. Había un cadáver tirado en el medio de la vereda. El cadáver de un niño...
Los ojos de la más pequeña se llenaron de lágrimas "Esto no puede ser posible"
-¿Lo conoces?-Preguntó Amelie sacandola de sus pensamientos.
-Es un chico de mi clase. August Ellton...

Al poco rato, John y Sherlock llegaron a la escena. Sherlock observó el cadáver, pero no descubrió más de lo que ya había descubierto su hija.
-Esto es horrible...-Llorisqueaba Rosie- Nunca lo conocí a fondo. No era mi amigo. Pero me caía bien.- Sherlock la interrumpió sin siquiera escucharla.
-Lo ahorcaron. Con un cinturón. Lástima, es uno muy común- La gente comenzaba a salir de sus casas. Y entre ellas los padres de la victima. Otra vez, Sherlock como si nada siguió hablando. - El asecino debe ser alguien experto. No tiene marcas de ataduras, está en bastante buen estado físicamente a pesar de la descomposición. No hay nada que indique fuerza. Estaba volviendo del colegio a su casa y lo atacó por atrás. Obviamente justo aqui.
La madre del niño se desmayó. El Dr. Watson fue a ayudarla murmurando "¡Dios,Sherlock!".
Amelie abrazó a su hermana. La pobre acababa de visitar la tumba de su madre para luego encontrar a un compañero de clase muerto.

Volvieron a su hogar. Todos exepto Sherlock estaban agotados y lo único que querian era comer e ir a la cama. El otro se encontraba de muy buen humor.
A la mañana siguiente, ambas niñas detestaron ir a la escuela. Sin embargo, las dos tenian examen y no podian faltar. La voz de que August Ellton estaba muerto se corrió rápidamente. Haciendo así, que todas las miradas calleran en Amelie y Rosie.
Los estudiantes murmuraban "Ellas son las que enontraron el cadáver". Otros las miraban preguntandose de donde habían salido, ya que ambas eran bastante reservadas. Solo una persona se acercó para charlar con ellas.
-¡Thomas!
-Hola, chicas. Me enteré de lo de ayer. ¿Estan bien?
-Eso creo- Contestó Rosie.
La amistad de Amelie con Thomas creció hasta tal punto que Rosie creyó que eran pareja. Aunque la invitaran a muchas salidas, varias veces salieron ellos solos.

En el segundo recreo, salieron al patio por separado. Amelie se juntó con Thomas mientras Rosie se dirigía a un rincon a leer.
Rosie leía tranquilamente hasta que una sombra tapó toda la luz.
-Asi que encontraste el cadáver de Ellton ¿Eh?- La voz era grave y burlona. Ella no contestó.- La niña detective ahora tiene el caso de un compañero de colegio. ¡Qué loco!.-Los otros dos chicos detrás rieron- Un segundo... ¿No lo habrás matado vos porque fue justo en el día de las madres? Quizás sentías furia y te la agarraste con él. -Soltó una carcajada. Rosie salió corriendo.
Como Amelie vio como la trataban fue con su hermana.
-¿Es en serio, Rosie? Te hacen bullying y no decis nada.
- Es que creí que podía controlarlo.- Los ojos de Amelie expresanban que queria mas información. -Su nombre es Michael Rogers. Es de mi clase. Me atormenta desde que tengo como nueve años.
-Ay,Rosie... Te entiendo. A mi también me pasaba lo mismo. Pero aprendí que hay que enfrentarlos sin miedo.
-Si. Lo se. Pero igual le tengo miedo...

Amelie se encontraba en la clase de literatura, una de sus favoritas. Escribía un ensayo sobre un cuento que habían leído cuando la secretaria abre la puerta y la llama para decirle que la iban a retirar antes. Ella supuso que su padre la necesitaba.
Y tenía razón. Habían encontrado otro cadáver con las mismas marcas.
Al llegar su mente quedó atontada. No solamente habían encontrado un cuerpo con las mismas marcas, sino con la misma cara que August Ellton.
-¿Gemelos?- Preguntó John.
-No. Nunca son gemelos.- Respondió Sherlock por lo que el otro murmuró "Siento que ya tuvimos esta conversación" Amelie seguía observando el cuerpo.
-Si lo son. -Susurró para si misma, sin embargo su padre la escuchó.
-¡No lo son!
-¡Si lo son!- Y estuvieron así un par de segundo peleando por quien tenía razón.- Bien. Queres confirmalo, yo lo hago. Rosie.
Corrieron a la casa de los Ellton. Tocaron el timbre y apareció la mujer.
-Soy Amelie Holmes y ella es mi compañera Rosie Watson. Estamos investigando la muerte de su hijo-Ella las invitó a pasar pero Amelie lo rechazó- Es solo una pregunta rápida.¿August era adoptado?
-Si. Tenía dos meses nada más ¿Por qué?- Se alejó, de la misma manera que haría su padre.Cuando llegó con sus padre dijo- En mi orfanato había una niña que la separaron de su hermana. Al igual que August y este chico. Hay que tener mucha suerte para estar en el mismo hogar con tu hermano.
-Como tus amigos- Comentó John. La verdad era que Amelie no quería hablar sobre sus amigos. De solo pensar en Jeremy y Lucy se deprimía
-Si, como sea.- Cambió de tema Sherlock- Gemelos o no hay que resolver un asecinato.

Sherlock no podía creer el comportimiento de su hija. A veces parecía ser todo lo contrario a él y otras como si tratara de imitarlo. De todas maneras no se podía concentrar mucho en eso. Lo que le llevó a pensar lo mal padre que debia ser "Para eso esta John" Pensó.
Decidió que debía prestarle un poco de atención a su hija , o sino después se volvería irritante tratando de provocarla.
-Asi que...¿Quienes son esos amigos?
-Yo... Am....- Sherlock levantó una ceja hacia ella.- Se llamban Jeremy y Lucy. Se llaman, no murieron. Tres meses antes una familia irlandesa los adoptó. Se encuentran en alguna parte de allí. Fueron los únicos amigos que tuve jamás... Jeremy es un año mayor que yo. Lucy cinco años menos que su hermano. A ellos los abandonaron mientras dormian. El pobre Jeremy solo tenía cinco años y Lucy meses. Los extraño mucho...
Sherlock por alguna rara razón se compareció de ella y le dio un par de palmaditas en el hombro.
Como ya era tarde las dos niñas subieron para ir a la cama.
-Aunque no lo admitas-Comenzó Rosie- , estoy segura de que te gusta ese Jeremy.
-¡Rosie!
- Amelie es igual a ti - Dijo John. -La primera vez que escuché a tu hermano decir que tenías una hija no lo creí. Pense "El ADN puede ser de alguien más. No es suya."
-¿Qué dijiste? Repetilo con las mismas palabras
- Eh...El ADN puede ser de alguien más. No es...
-¡Eso es! ¡Alguien más!- Y se fue a su habitación sin explicar nada.