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—Creo que aquí te irá mejor — aseguró.

—¿Por qué?

—Porque nos tienes a nosotros — respondió como si fuera obvio. — Estamos aquí, somos tu familia. Esta vez no te dejaremos sola — le sonrió gentilmente.

—Ah... — se sonrojó. — Gra-gracias...

La mayor rió por la reacción de su hermana. — ¡Qué tierna eres!

—¡Ca-cállate, Mirai!

La peli-lila rió más fuerte, haciendo que la menor se sintiera más incómoda.

—Dejando eso de lado — volvió a lo que hacía — ¿Cómo te va con Mirai Goten?

—... — Mirai se quedó callada, era algo que odiaba decir.

—Oh, perdón, ¿toqué un tema delicado?

—... Goten del futuro murió.

—¿¡Qué!?

—Hace 3 años. — Agachó la cabeza. — Murió en una misión.

—Oh... — _______ no supo qué decir, acababa de meter la pata. — Yo... No sé qué decirte, lo lamento mucho, hermana.

—Está bien... — suspiró. — Yo... creo que tengo que decírtelo.

—¿Qué cosa? — La miró con el ceño fruncido.

—Yo también asistí a terapia. — Sonrió sin gracia. — Y también sin decirle nada a nadie, ni a mi Trunks.

—¿De... verdad?

—Sí, la verdad es que después de eso no estuve muy bien que digamos. Aunque mi hermano estuvo ayudándome con todo, fue... lindo de su parte.

—Ya veo, pero ¿ya estás...?

—Sí. — La interrumpió. — Claro, ya estoy mejor.

—Qué... bien, pero ¿Cómo? ¿Qué le pasó?

—Una misión fallida... Por suerte, nosotros solo salimos heridos, aunque de gravedad.

—¿Tan mala fue?

—Algo así, aunque... entre nosotras. — Susurró. — Sospecho que fue intencional.

—¿Qué?

Mirai suspiró. — Verás, ahora que tengo eso. — Señaló su brazalete con la mirada. — He estado pensando más en las cosas, porque cuando tenía esa cosa de maldición o posesión, por alguna razón, no podía... sentir algunas cosas. Ahora que lo pienso, quizá hicieron que muriera a propósito.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque las cosas que pasaron allí en el Nido se pudieron evitar; lamentablemente yo no estaba allí.

—¿Dónde estabas?

—En misión, junto a ellos. Por eso no sé muy bien qué pasó en el panel de control. Mirai estaba con nosotros, él tampoco sabe. Chronoa era la única persona que estaba allí, por eso no lo sé.

—¿También te da desconfianza?

—Ahora que me pongo a pensar, sí me da desconfianza. Pero me siento segura porque tú estás aquí con nosotros.

—¿Me estás queriendo decir que me encargue de todo, verdad?

—Probablemente. — Le guiñó un ojo.

Ambas rieron. — Bueno, lo haré con gusto. También siento que tu posesión tiene algo que ver conmigo, solo por eso me mantendré al margen y trataré de ayudar en lo que pueda. — Le guiñó un ojo.

La mayor rió con tono cansado. — Gracias.

⋯ • ⋯

—Mirai, ¿Qué es lo que ocurrió anoche? — La pelirosa la miró con confusión en su rostro, acompañada de rabia. Ninguno de los dos había ido a la Ciudad del Tiempo en el día que tenían que hacer más trabajo de lo normal.

—No me encuentro bien. — Ni siquiera miró el dispositivo por el que hablaban, ya que tenía la cara tapada debido a un fuerte dolor de cabeza.

—Pero, ¿por qué? ¿Estás enferma?

—Bastante... — Contestó simplemente.

—¿Qué te ocurrió, Mirai? ¡Dímelo!

—Qué molesta... — Gruñó por su grito. — Estoy muy enferma.

—Está bien, en una semana nos vemos. — Finalizó e intentó cortar la llamada.

—La verdad es que no creo que una semana sea suficiente para que esté completamente recuperada. — Avisó una pelinegra, apareciendo en la pantalla de la KaioShin.

—_______... — Dijo ella sorprendida. — ¿Qué estás...?

—Cuidando a mi hermana. — Respondió simplemente. — Está enferma y quiero que se recupere.

—Ya... veo... — Frunció el ceño. — Bueno... Entonces recupérate pronto, Mirai. Nos vemos. — Corta.

—No tenías que ser tan dura, ______. — La peli-lila sonrió de lado mientras quitaba el antebrazo de su cara.

—Mm... — No respondió nada y simplemente se acercó para cambiar las toallas mojadas de la frente de la mayor. — Han pasado 3 días y aún sigues así. ¿Qué acaso se trata de un virus?

—Qué sé yo... — Bufó. — Solo quiero quitarme este dolor de cabeza insoportable. Es horrible.

______ rió. — Me lo imagino. — Sonrió.

—No te rías. — Gruñó. — A propósito... — Suspiró. — ¿Dónde estabas esta mañana? Mi fiebre estaba más alta que nunca.

—Perdón. — Estrujó la toalla. — Tenía que ir a la clínica. Mañana empezaré con el psicólogo y el psiquiatra esta mañana. Así que tendré que dejar a Saya con ustedes.

—Está bien. — Se encogió de hombros. — En tanto yo no haga nada, todo bien.

—Oh, claro que harás algo. Tendrás que levantarte porque estar mucho tiempo acostada también trae problemas.

—¿Eh? ¿Levantarme? ¡Es mucho para alguien así de enferma!

—Cállate, desgraciada. — Bufó. — Tienes que salir a tomar aire. No te estoy pidiendo que salgas a la calle y hagas ejercicio, solo sal. Puedes ir al balcón y ya. Mirai ha estado muy preocupado por ti, así que demuéstrale que no tiene porqué estar asustado.

—¿Y por qué simplemente no entra aquí?

—Porque no quiero que nadie se contagie. Yo, por suerte, no me he enfermado.

—Cállate.

______ suspiró y se secó las manos. — Trunks cuidará de ti cuando yo no esté. Él es doctor, así que no te preocupes.

—Ajá, ajá... — La ignoró y volvió a tapar su rostro.

______ suspiró. — Dame un respiro, estoy todo el día contigo. A Saya casi no la veo por estar cuidándote.

—Pues, entonces, solo deja que me muera de fiebre, de una vez por todas.

Por el tono de voz de la peli-lila, la menor se dio cuenta de que no decía nada en broma. Frunció el ceño y se le acercó. — Una vez me dijiste algo que nunca he olvidado: "La vida es una habitación oscura, solo hasta que encuentras el interruptor de la luz", o algo así... Solo, no digas esas cosas ni siquiera en broma, hermana.

______ Y Trunks Briefs | 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora