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Abro los ojos.
Y bostezo.

Giro mi cabeza y observo a Ross aún durmiendo.

Me acerco un poco más a él para besar su mejilla.

—Buenos días, preciosa.

Respondo con una sonrisa y vuelvo a besar su mejilla.

—Al parecer estás de muy buen humor hoy, ¿a qué se debe tu buen humor?

Frunzo el ceño.
No quiero creer que lo ha olvidado.

Ross se da cuenta de mi repentino cambio de humor y se acerca a mí.

Junta sus labios con los míos y luego me susurra un: no lo olvidé, preciosa.

Volvemos a besarnos, pero tuvimos que separarnos por falta de oxígeno.

—Feliz aniversario, cariño.

Sonrío al escuchar esas palabras salir de su boca.

—Feliz aniversario para ti también, te amo.

No puedo creer que hayan pasado 11 meses desde que estoy con Ross; sin contar esas horas que estuvimos "peleados", porque prácticamente no terminamos. Sólo fue...fue algo que no volverá a pasar.

—Yo más, bonita. Tengo un regalo para ti...bueno es para los dos creo.—Dice Ross sacando unos papeles de su billetera.

Son los boletos aéreos para Italia.
¡Lo arruinas, conciencia!

—Tuve que volverlos a imprimir porque los originales se me perdieron, espero que te guste.

Pero si él mismo rompió los originales...
¡Basta!

Trato de parecer sorprendida, pero no lo logro.

—Rydel te lo dijo, ¿cierto?—Bajo la mirada y asiento.—Mierda, ya no importa. Lo importante es qué iremos los dos juntos a Italia.

Sonrío y nos abrasamos.

—Buenos días, Rossy.—Saluda Courtney entrando a la habitación.

¡¿Qué hace ella aquí?!
Emito un gruñido.

—¡¿Cómo entraste?! Rydel te dijo que no volvieras, ¿no lo entendiste? Nadie aquí te quiere.—Dice Ross molesto.

Courtney se acerca a Ross y se sube encima de él.

Él la empuja sin algún cuidado.

Ese es mi chico.
Vuelvo a sonreír.

—¿Por qué me rechazas Ross?—Pregunta Courtney indignada.—No te resistas, Ross.

Ross emite un gruñido.

—¡Entiende que no quiero ningún tipo de relación contigo!—Grita Ross.

Courtney frunce el ceño y se vuelve a acercar a Ross.

Y sin darme tiempo de que pueda hacer algo Courtney le besa los labios a Ross.

Suficiente.
Ya me harté.

Ross toma de las muñecas a Courtney.

—¡Auch, me lastimas!—Chilla Courtney.

—Mira Courtney, te he tratado bien hasta ahora, pero ya no te tengo paciencia porque me cansé de ti y tus estupideces ¡Deja de querer meterte en mi vida! Así que más te vale que me dejes en paz sino quieres que te haga daño, ¿comprendes?—Le dice Ross, demasiado furioso.

Courtney gime de dolor y asiente rápidamente.

—Pero Ross, yo de verdad te amo.

—¡Ya vete y deja de joder!—Grito.

✦✦✦

—¿Y a dónde creen que van?—Pregunta Rydel.

Ross ríe y voltea.

—Iremos al doctor, para saber cómo está el bebé.—Respondo.

Rydel asiente.

—Ojalá que sea niña.—Murmura emocionada.

—Mejor que sea niño.—Dice Ross.

Doy una carcajada.
Pero tengo que aceptar que quisiera que fuera una niña.

Nos entenderíamos perfectamente ya que ambas seríamos iguales. Pero no puedo negar que también me gustaría tener a un niño, sería como tener a un mini Ross.

Suspiro.
No puedo esperar para tenerla o tenerlo en mis brazos.

—Bien, mejor nos vamos porque se nos hará tarde, preciosa.

✦✦✦

Llevamos esperando unos 20 minutos en la clínica debido a que el doctor está atendiendo a otra paciente porque yo llegué 4 minutos tarde a la cita programada.

—Señorita, entienda. Usted llegó tarde, es su responsabilidad.

Respira, _____, respira.
Repite mi mente varias veces.

Ross se da cuenta de que la enfermera agotó mi paciencia y decide hablar por mí ya que no debo alterarme.

—Necesito que llame al doctor ahora.—Dice Ross seriamente.

—Joven, yo no puedo hacer eso...

—¡Sólo nos demoramos 4 minutos! ¡Y fue porque no encontramos donde estacionar!—Insiste Ross.

La enfermera niega con la cabeza.

—Tendrán que esperar a que el doctor termine de atender a la paciente que entró hace unos minutos.—Nos dice la enfermera.

Bufo y tomo asiento en el sofá que está en la sala de espera.

—Iré a quejarme...

—No, Ross; ya déjalo así, hay que esperar.—Lo interrumpo.

Ross emite un suspiro de cansancio y se sienta junto a mí.

—De acuerdo.

Hago una mueca cuando siento unas pataditas en mi estómago.

¡Por fin!
Toco mi estómago para poder sentir mejor.

Ross me observa extrañado.

—¿Pasa algo?

Niego con la cabeza, pero luego asiento.

—Siéntelo.

Tomo su mano y la coloco sobre mi estómago.
El bebé patea una vez más.

Y veo la emoción apoderarse completamente de su rostro.

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⏰ Última actualización: May 27, 2018 ⏰

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One Last Time ➸ Ross Lynch Donde viven las historias. Descúbrelo ahora