capitulo 22

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En mi cabeza aún rondaba todo lo que Lía me había confesado, ahora todo cobraba sentido.
Y yo ahora estaba en una encrucijada aún más grande que la que ya tenía...
Operarla era muy necesario, pero el problema ahora constituiría en la recuperación. Sin poder administrarle ningún tipo de calmante no sólo sería dolorosa, sería cruel, despiadada...
Nadie podría soportar tanto dolor físico.
Pero tendría que encontrar la manera, porque por nada de este mundo la haría volver a usar eso a lo que la arrastraron intencionalmente en una adicción...
Estoy viendo por en ventanal de la habitación mientras la ciudad de Londres despierta, perdido en mis pensamientos. Intentando encontrar la mejor forma para manejar toda su recuperación sin hacerla caer de nuevo en una adicción cuando un teléfono que no es el mío suena sin cesar.
Veo de reojo que Lía siga dormida, la llamada se cortó pero en solo dos segundos volvió a sonar aquel teléfono.
La intriga se apoderó de mi y sentí esa imperiosa necesidad de saber quién le llamaba. Tome con cuidado el móvil y salí de la habitación para evitar despertarla. Destranque la llamada y esperé que la voz se hiciera audible.

" - Señorita De los Santos, le hablamos de la revista The trud, tenemos información que dice que está comprometida en matrimonio con el hombre que se le vio en un club de Londres antes de su viaje por América.
Los rumores afirman que usted confirmo la noticia a sus padres y que tienen planes de casarse ni bien usted este repuesto de la lesión en su pierna. Puede confirmar o desmentir dicha información? "

Mi mente empezó a correr vertiginosa, tenía que responder alguna cosa. Pero que? Por lo que había dicho aquel hombre desconocían por completo información alguna sobre mi.
Quizás debería de desmentirlo, pero por nada del mundo podía dejar en evidencia la mentira.
Si no respondía ellos asumirían que era cierto y de todos modos lo publicarían. Cosa que en realidad a mí no me preocupaba...

" - Señorita De los Santos, está usted ahí? "

Piensa Nathaniel y hazlo rápido.

" - Habla Nathaniel Williams, la señorita De los Santos en este momento no puede atender su llamado.
- Oh, lo entiendo. Puedo preguntar porque atiende el teléfono privado de la señorita?
- Porque justamente habla su prometido. Y puedo atender su móvil si mi futura esposa no puede hacerlo."

Bien Nathaniel, ahora habías dado la confirmación a lo que toda la prensa del mundo se preguntaba,  que tú y
Anyelia De los Santos están comprometidos para casarse. Simplemente genial...

" - Señor Williams... Debo de admitir que me deja totalmente sorprendido. Todo el mundo desconocía que la señorita De los Santos mantuviera una relación íntima con alguien.
- Preferimos mantener nuestra relación en la intimidad y que la prensa no esté sobre nosotros todo el tiempo.

Al menos estaba sonando convincente.

- Si le comprendo. Todo lo que la señorita ha vivido los últimos años no ha sido nada agradable...
Podría usted darme su opinión referente a la situación que se dio aquella noche que les encontramos en el club nocturno? Digo, si no le molesta que lo pregunte claro.
- Miré, como supondrá no soy asiduo a manejarme tanto con la prensa como lo es mi prometida. Y claramente aquella noche nos tomaron desprevenidos...
Pero Lía ya dio su declaración a la prensa. Siendo ella la que está más acostumbrada a lidiar con los medios preferí siempre que ella maneje la información que permite ustedes conozcan.
- Pero supongo que el echo de que su ex la agrediera en su presencia no le habrá simpatizado mucho.

Y todavía lo preguntaban??
Cretinos, de que me lo nombraran solamente mis entrañas se retorcían de furia solo de saber que ese maldito seguía respirando.

- Referente al ex de mi futura esposa no puedo ni deseo hablar. Yo no estaba  junto a mi prometida cuando ese cretino le agredió en el club, llegue un poco más tarde al lugar y cuando vi lo que ocurría le aparte de sus asquerosas garras, por lo mismo nos retiramos del lugar enseguida y lo demás ya la prensa lo sabe.
- Entiendo. Si me permite preguntar, desde cuando usted y la señorita De los Santos mantienen una relación? Y porque no se le ha visto viajando junto a ella en sus competencias o incluso en los torneos en que se ha presentado aquí en Inglaterra?
- Ustedes incluso mejor que yo saben que la agenda de Anyelia estaba hasta el momento colmada de trabajo. Manteníamos una relación esporádica por lo mismo, sin embargo el echo de que ella ahora esté pasando por una situación delicada y que ahora disponemos de poder compartir el tiempo juntos hemos decidido dar el siguiente paso en la relación. Con respecto a que no le he acompañado en sus viajes o competencias es porque ella y yo tenemos nuestras obligaciones. Y tanto su agenda como la mía no siempre compaginaban para poder acompañarle.
- Está feliz de que su prometida deje por fin las pistas de patinaje?
- Para nada. Mi relación con ella empezó mientras ella era patinadora, con una carrera de mucho tiempo y consagrada como la mejor del mundo. Y la decisión de que se retire o no está solamente en ella. Lo que ella decida o no hacer con su carrera o como seguir a partir de ahora contará con mi completo apoyo.
- Esta diciendo que no es cierto que se retirara de las pistas?
- Estoy diciendo que ella es la única que puede responder a esa pregunta. Ni yo ni su familia podemos hacerlo por ella. Su lesión es sería si. Pero ella decidirá llegado el momento si vuelve o no. Yo solo puedo limitarme a apoyar su decisión sea cual sea.
Ahora sí me disculpa creo que con lo que he respondido es más que suficiente. Pase una agradable jornada.
- Le agradezco su respuesta señor Williams, ha sido muy bueno poder hablar con usted.  En nombre de la revista y mi persona les deseamos muchas felicidades por su compromiso y deseamos que la señorita De los Santos tenga una pronta recuperación.
- Le comentaré a mi prometida de su llamado y sus buenos deseos. Todos deseamos lo mismo. Muchas gracias.

Con esto corte la llamada.
Bueno, las cartas estaban echadas. Ahora solo esperaba que Lía no se molestara demasiado Conmigo por haber atendido su móvil y por haber dado aquella respuesta a la prensa...

Aunque no quise te comencé a amar... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora