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Único

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Vamos corre.-apremio el chico mientras corría tirando de la mano de la chica.

Jennie lo seguía a un paso, corriendo también, y no pudo evitar reír por la situacion contagiando tambien al pelinegro, al oír esa risa jovial de la chica.

Una lluvia de verano les habia caído sorprendiendolos mientras caminaban por un parque cercano a casa de Yoongi, mojandolos completamente, pues caía con tanta fuerza que cuando habian empezado a correr hacia la casa del chico, ya estaban completamente empapados.
Min soltó la mano de la castaña solo para abrir la reja del edificio, subieron las escaleras, Jennie ahogo alguna que otra carcajada al ver que su novio casi se resbalaba al pisar un escalón mojado, seguramente por alguien que también había pasado por allí y le pillo la lluvia.

Cuando llegaron al piso del joven, ambos se apoyaron en la pared respirando intentando recuperar el aire perdido. El pelinegro deslizo un brazo por la cintura de la chica hasta ponerla frente a él, la otra mano fue hasta a su mejilla y atrajo su boca a la suya besandola lentamente, siendo este correspondido inmediatamente por ella.

-Yoongi-ah.-murmuró contra su boca.

-¿Mmh?-emitió un sonido mientras ahora deslizaba sus labios hasta el cuello de la chica y se dedicaba a repartir húmedos besos. Jennie entre cerró los ojos, deslizando una mano hasta la nuca del chico acercandolo aun más a ella.

-Puede venir alguien.-se mordió el labio al sentir como el hombre pasaba su lengua por el cuello, para luego darle ligeros mordiscos.

Apelando a la poca fuerza de voluntad que le quedaban, la fémina se separo levemente de él. El de cabello negro no pudo evitar mirarla y aguantar un gemido al ver lo terriblemente sensual que se veía la castaña en esos momentos: mojada de pies a cabeza; haciendo que la camiseta de manga corta y pantalón también corto se le pegara al cuerpo como una segunda piel, el pelo le goteaba, y las gotas se deslizaban hasta perderse en el escote. El mayor trago duro y respiro hondo intentando calmarse.
Dándole un ultimo beso - de momento -, Yoongi se giro para poder apretar los botones de la cajita pegada a la puerta. Esta sonó dándole la bienvenida y abrieron para que los dos se adentrarán al cálido apartamento.

-Vamos a mojar todo.-dijo Jennie al ver como algunas gotas caian de sus ropas alrededor de ellos, formando pequeños charcos en el recibidor.

-Traeré unas toallas.-salio corriendo hacia el aseo, afortunadamente estaba casi al lado de la entradá. Después salio con dos toallas de tamaño mediano, le dio una a la joven y con la otra empezó a frotarse los cabellos intentando secarlos.
Mientras se secaban los brazos, Jennie miro disimuladamente al pelinegro, aun habiendose secado el pelo, leves gotas caían por su flequillo hasta perderse por su mandíbula o sus labios. Sus labios, pensó.
No pudo evitar sonrojarse al recordar lo que había sucedido en el pasillo de su casa.
Hacia más de tres meses que habían comenzado a ser novios, sin duda nunca se aburría con el chico, pese a ser frío, celoso y que no hablaba demasiado, amaba pasar sus días junto a él.
Una sonrisa involuntaria se le formaba siempre que recordaba los momentos junto al azabache, incluso yendo acompañados por sus amigos. Como le cogia de la mano, entrelazando sus dedos mientras le acariciaba la mano con el pulgar, o como le sonreía cada vez que la iba a recoger para ir donde habían quedado todos. Pero lo más que le gustaba de Yoongi, y se sonrrojaba de admitirlo, eran sus besos.
Cada vez que la besaba todo a su alrededor desaparecía, y solo se preocupaba de responder a esos besos que la hacían querer cada vez más.
Min alagó una mano, y le golpeó con el dedo índice levemente la nariz de la morena, logrando que ella le prestará atención y saliera de sus pensamientos.

𝐅𝐎𝐑 𝐄𝐕𝐄𝐑 + YoonnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora