El escarabajo de la Villa de la Hoja

53. Esclavos

Tras eso, Yumi comenzó a entrenar a Fuu con la espada, y Jiraiya continuó combatiendo con Naruto para mejorar sus técnicas físicas.
-¡Estoy cansado de luchar, Senninfómano!
-Eres muy impaciente, chaval. Debes aprender las cosas por orden.
-¡Llevo luchando contra ti y Fuu durante dos días!
Jiraiya suspiró.
-Es increíble lo pesado que puedes llegar a ser. Pensaré en algo, pero primero sigamos entrenando.
-¡De acuerdo!
Tras varias horas, Naruto se fue al pueblo a descansar un poco. Fuu y Yumi seguían practicando con las katanas. Cuando Naruto fue a un pequeño restaurante para comer. Allí, había una chica pelirroja de más o menos su edad atendiendo el mostrador. Ella le sonrió de forma automática y le dijo lo mismo que a todos los clientes.
-¡Hola, bienvenido al asador Koshi! ¿Qué desea?
-Mmm... No suelo comer mucha carne a la parrilla. ¿Qué me recomiendas?
En ese momento, ella se fijó en la bandana de su frente.
-¿Eres un ninja? No suelen venir muchos a esta tienda.
-Soy de la villa de la Hoja.
-Uuuh... Entonces te recomiendo el cerdo asado con especias. Deja un buen sabor de boca.
-¿No eres un poco joven para llevar una tienda?
-El asador es de mi familia, yo sólo ayudo en él.
-Ah.
-Bueno, dime tu nombre y te apunto el pedido. Ya te llamaré cuando esté lista la comida.
-De acuerdo.
Mientras esperaba, oyó a dos personas conversando.
-¿Te has enterado? Ha habido casos de desaparición y secuestro de niños.
-Qué me dices.
-Si. La gente dice que es cosa de un grupo de esclavistas que hay por aquí.
-Es un gran problema, en este pueblo no hay ninjas que se puedan encargar de esos criminales...
******
Tras comer, Naruto volvió a dónde estaba entrenando con Jiraiya. Allí se encontró con las otras dos, que estaban hablando. Fuu estaba sentada con su espada color azul plata desenvainada encima de sus piernas.
-¿Dónde estabas?
-He ido a comer al pueblo.
-¿Por qué no me has avisado?
-Estabas entrenando y no quería molestar...
Fuu arqueó una ceja pero no dijo nada.
Yumi se levantó y recogió una katana de madera para entrenar que estaba a su lado.
-Vamos, Fuu. A Seguir entrenando.
-¡Si!
Entonces se fue a toda prisa detrás de ella.
-¿Dónde está el Senninfómano? Supongo que estará por ahí espiando chicas...
Entonces, Naruto se sentó y comenzó a pensar.
"Fuu puede usar una katana, y además puede paralizar a la gente. En cambio, yo no puedo hacer nada aparte de clones..."
Eso tiene fácil solución, chaval.
Naruto apareció delante de las rejas que contenían al Zorro de Nueve colas.
-¿Qué quieres?
He oído cómo te lamentabas por ser tan débil. Si quisieras, yo podría ayudarte...
Naruto entrecerró los ojos.
-¿Y cómo sé que no intentas engañarme para que me mates?
El Kyûbi arqueó una ceja y sonrió maliciosamente.
Vaya, eres más espabilado de lo que pensaba, cachorro. Creía que eras estúpido, pero al parecer, eres ligeramente más inteligente de lo que recordaba.
Naruto le miró con recelo.
-No voy a caer en tus trampas.
Kurama se rió.
Me has impresionado, chaval. Creo que te mereces un regalo.
Cuatro colas de chakra rojo salieron de detrás de los barrotes y ataron a Naruto por las extremidades. Entonces, una quinta cola salió y le tocó la frente, brillando de color carmesí. Tan rápido como aparecieron, las colas desaparecieron.
-¿Qué me has hecho?
Je... Te he dado acceso a una parte de mi chakra sin tener que estar a punto de morir. Pero ten cuidado con la cantidad que usas, podrías llevarte una sorpresa.
El Kyûbi volvió a sonreír con un brillo oscuro en los ojos. Naruto tragó saliva ante su mirada.
Te estaré observando, cachorro...
Cuando Naruto parpadeó, volvía a estar a las afueras del pueblo.
-¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿Aún no ha vuelto el Senninfómano? Iré a buscarle.
Naruto volvió al pueblo en busca de su maestro, pero tras revisar todo el pueblo, no logró dar con él. Se encontraba en la entrada del pueblo, en la que no había ni un alma.
-¿Se puede saber dónde se ha metido?
De repente, él oyó un grito lejano que provenía de las afueras.
-¡Aaaah!
Naruto fue corriendo hacia la voz.
******
Ocho adultos estaban llevándose a cuatro jóvenes que estaban fuera del pueblo, entre ellos estaba la niña del asador.
-¡Suéltame!
-Veo que esta mocosa tiene carácter. la venderemos a buen precio.
Entonces, ella le mordió el brazo con toda sus fuerzas y en cuanto la soltó, echó a correr.
-¡Maldita cría!
Pero otro de los esclavistas se puso delante de ella y la tiró al suelo de un manotazo.
-¿A dónde crees que vas?
En cuanto les vió, Naruto les lanzó seis shuriken que dieron a cuatro de los ocho adultos.
-¿¡Qué ocurre!?
-¡Soltadles, malditos cerdos!
El que estaba delante de la chica comenzó a reír.
-Vaya, una mosca que se cree un león. Enseñémosles una lección, chicos.
Naruto hizo cuatro clones y cargó contra ellos con un kunai cada uno.
El original fue directamente a por el líder, pero este era más rápido que él y le dió con una patada en el estómago que le tiró hacia atrás. El resto de clones desaparecieron al recibir golpes.
-No eres más que un enano. Antes eramos Chûnin, pero esta vida es mucho mejor que esa basura de ser ninja.
Naruto estaba tirado en el suelo.
"Mierda, son demasiados... Y no puedo pedir ayuda a nadie..."
En ese momento, se acordó de las palabras de su maestro:
'Tenéis que dejar eso de pedir siempte ayuda y convertiros en ninjas de verdad.
Se levantó con dificultad.
"Soy un ninja, ya no puedo depender de los demás..."
Entonces, comenzó a canalizar chakra.
-¿Crees que te va a servir de algo? Te vamos a dar una paliza y después te subastaremos como esclavo.
Los ocho adultos cargaron contra él.
"De acuerdo, maldito zorro. Usaré el poder que me quieres dar..."
En ese momento, comenzó a sentir una sensación familiar. Una capa de chakra rojo con la silueta de un zorro le envolvió mientras le crecían las uñas, pareciéndose a garras y sus facciones se volvían más salvajes.
"Es lo mismo que cuando luché contra Sasuke..."
Los esclavistas se detuvieron, completamente sorprendidos.
-¿¡Pero qué deminios!?
Entonces, Naruto saltó hacia ellos y con gran velocidad, atacó con sus garras a uno de ellos mientras el manto de chakra hacía lo mismo con otro. Los dos empezaron a sangrar por sus heridas.
-¡Matadle, ese crio no es normal!
Él concentró chakra en su mano izquierda y comenzó a formar un Rasengan de color azul envuelto en chakra rojo mientras el manto del zorro mantenía estable su forma.
"¡Rasengan vermellón!"
Esa técnica tenía tanta potencia, que cuando golpeó a uno de ellos y le lanzó volando, la onda expansiva hizo que el resto se cayera al suelo. Aprovechándose de esto, Naruto juntó los dedos pulgares y meñiques.
"¡Daño de presión!"
Una esfera comprimida de viento salió disparada del hueco de sus manos y fuera en línea recta a por ellos. Cuando les golpeó, se agrandó hasta que estuvieran los ocho dento. Al desaparecer la técnica, estaban todos gravemente heridos y sangrando por todos lados. El chakra rojo comenzó a desvanecerse hasta que Naruto volvió a la normalidad, momento en el cual se sintió muy débil. Tambaleándose, se apoyó en una de sus rodillas para no caerse.
"No creo que pueda usar eso mucho tiempo seguido..."
Los cuatro jóvenes fueron corriendo hacia él.
-¡Ha sido increíble!
-¡Nos has salvado!
La chica de la tienda estaba eufórica.
-¡No sabía que fueras tan fuerte!
Naruto sonrió con alegría.
-No ha sido nada...
A lo lejos, Jiraiya había visto parte de la pelea por escuchar el jaleo del combate.
-Puede usar más poder del Zorro de lo que pensaba. Creo que ya va siendo hora de enseñar a esos dos a manejar ese poder.