Rachell tapó su boca con ambas manos y abrió los parpados al tiempo que el agua salina volvía a invadir sus ojos. Ithan que había mantenido ese secreto para él solo; comprendía en aquel momento que lo confesó; que lo que hizo era atroz. Sus manos comenzaron a temblar y su propio rostro palideció ¿Por qué no se había dado cuenta antes que lo que hizo fue una locura? ¿Por qué ahora que lo decía en voz alta veía la magnitud de sus actos?
-Yo te lo juro que estoy arrepentido, no hay un día en que no piense en ello -Siguió desahogándose mientras Rachell permanecía inmóvil frente a él- Tuve pánico de que saliera, pero no por mí, sino por que pudiera encontrarte, pudiera volver a hacerte daño y yo no pudiera evitarlo. Ese hombre y su hermano me desgraciaron la vida Rachell. Mi padre mató a mi madre y me culparon a mí durante años, Reynolds lo mató para quedarse con su empresa y se casó con Rose bajo amenaza, les hizo daño durante años...él...abusó de ti. Estuve a punto de perderte ¿Qué podía hacer? Me encontraba desesperado...
-Lo asesinaste.
-Soy un monstruo -Los ojos del rubio se surcaron de lágrimas y pronto éstas salieron sin control. Rachell lo observó dolida- Soy un monstruo y lo sé...pero no quería perder a lo único importante de mi vida, eres tú Rachell. Eres lo más importante que tengo, eres mi luz, eres mi otra mitad...mi vida ¿No lo entiendes? Estuve sumido en la mierda por veinte años por culpa de ese maldito y su hermano. Veinte años hasta que te conocí...todo lo que me rodea lo destruyo, lo daño...todo lo pierdo...no quería que ocurriera lo mismo contigo ¿Entiendes? No podía permitirlo.
Rachell imaginó un niño de cabellos rubios y enormes ojos azules asustado, mirando a su madre muerta en la entrada de su casa, cuando apenas tenía ocho años. Lo imaginó en un reformatorio de menores esperando su sentencia, una que le harían injustamente. Lo imaginó sin amigos; sin alguien que lo quisiera. Sin familia, más que Samuel y su primo. Imaginó a Ithan asustado durante su adolescencia y parte de su adultez, sin querer abrirle el corazón a nadie por temor a ser dañado...a perderlo...
Su corazón se quebró cavilando sobre eso...atisbando a su novio, tan fuerte e imponente, quebrarse frente a sus ojos, llorar con desconsuelo, temblar por el pánico. Lo que había hecho era una terrible y desagradable noticia para ella, pero no pudo enojarse. No pudo rechazarlo o decepcionarse. Él la necesitaba tanto como ella a él. Ambos estaban heridos, ambos tenían un terrible pasado y necesitaban curar sus heridas, el uno al otro.
Se acercó a él, cogió sus brazos por las muñecas y las retiró de su rostro, se subió a su regazo posando ambas piernas a los lados del cuerpo de él y se sentó ahorcajadas, mirándolo a los ojos. Ithan la observó sorbiendo por la nariz, avergonzado por ser descubierto llorando.
Ella cogió sus grandes manos y lo hizo posarlas en su cintura, luego cogió su rostro con sus pequeñas manos y secó sus lágrimas con los pulgares. Soltando ella misma las suyas.
-Has ensuciado tu consciencia por mí...-Murmuró mirándolo a los ojos.
-Haría lo que fuera por ti, Rach...si tuviera que hacerlo una vez más, no lo duraría, aunque esté mal...
-Ithan, no. No puedes volver a hacer algo como eso. No puedes mancharte.
-No lo haré a menos que sea necesario -Rachell suspiró negando con la cabeza, luego reposó su frente en la de Ithan y volvió a respirar, aun con los ojos cerrados.
-Has destruido el engendro que durante tantos años me hizo daño...-Comenzó a decir ella mientras trazaba círculos en la nuca de Ithan con sus pulgares- Y eso jamás tendré cómo agradecértelo...pero no vuelvas a hacerlo. No quiero verte, ni que nadie te vea, como un asesino ¿Lo entiendes? Porque tú no eres eso...
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Ascendiendo de las Tinieblas - Segunda parte.
RomansEl dolor de la ruptura y la pérdida había sumergido a Ithan Collins por largos meses. Cuando pensó que ya no quedaba más nada que le dieran ganas de vivir; en su vida, descubre que no todo está perdido. Después de haber atravesado un oscuro pasado l...