¿Me enganché de un mateo? [CHILENSIS]

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Yo les aviso cuando poner la song, ustedes solo disfruten<3

Vale:

Salimos del departamento muy agitados, porque teníamos que ir a la clínica.

-¿Que pasó?- pregunté preocupá. Estábamos en el auto y el Srba manejaba como loco.

-Mi mamá.- fue lo único que contestó. Estaba nervioso y tenso.-¡Por la chucha!- se metió a una calle donde el tráfico era más largo que la chucha. Se empezó a alterar demasiado y a gritar como loco.

-¡Para!- le grité de una. Ahora, me estaba poniendo nerviosa a mí. Literal, estaba perdiendo el control.

Se fue por otra calle y se estacionó ahí, estaba intentando calmarse.

-Si querí, manejo yo.- intenté ayudarlo.

-Sí, por favor, siento que me estoy descontrolando.- intercambiamos lugares e intenté calmarlo.

De a poco, se fue relajando.

Casi ni me acordaba manejar, pero como pude lo intenté y llegamos sanos y salvos.

El Seba, corrió por todos los pasillos de la Clínica y cuando llegó donde estaba su mamá, se detuvo.

-¿Por qué mierda está acá?- le pregunté, su cara se desfiguró y su respiración empezó a acelerarse.

La Amanda estaba sentá esperando algo.

-No sé.- su voz sonaba apagada. De una puerta, salió una enferma y el Seba le empezó a preguntar cosas de su mamá.

Prácticamente, nos dijeron que teníamos que esperar porque la estaban estabilizando.

Escuché a un señor llorar a lo lejos y pensé que era el papá del Seba.

-Seba, ¿es tu papá?- le hablé bajito, pero era igualito.

-Sí.- se acercó a él y lo abrazó.

Yo parecía fantasma, porque solo veía y no decía nada.

-Mira papá, ella es la Vale.- me presentó y me sonrió amablemente.

-Hola, yo me llamo Jorge.- se presentó y me abrazó.

Era muy agradable el señor, parecía importante.

Aunque el Seba, parecía calmado, en realidad no era así. Estaba nervioso y lo notaba.

Cuando llamaron a los familiares, se acercó el papá y entró a la pieza a ver a su esposa.

-No pensé que esta hueona iba a venir.- levanté mi mirada y pude ver a a la mar- aca que tenía al frente mío.

-¿Que haci acá? Nosotros terminamos, Amanda.- el Sebita se paró enojado pa' estar en frente de ella.

-Si sé, pero también sé que tu mamá me ama.- me dieron unas ganas de pegarle a la hueca culiá.

-No creo que te siga amando después de lo que me hiciste.- ví que sus ojos se estaban cristalizando.

-No lo creo, Seba. Yo no me voy a ir tan fácil de tu vida y te lo digo ahora.- se acercó amenazante.

-¿Podí parar la hueá, culiá?- me achoré. Me estaba cansando la culiá esta.

-¿Y quien mierda eri' vo'?- se acercó a mí.

-La polola del Seba po.- tuve que mentir para que se alejara.

-¿Me cambiaste por esta?- esta vez se dirigió al Seba. Me miró con asco.

-Es mucho más noble que tú, Amanda.- ya veía que se ponía a llorar.

-Seba, vámonos de aquí.- lo tomé de la mano y nos fuimos a conseguir algo de café.