Después de haber dormido por siglos fue despertado debido a que su molesto descendiente no estaba apto para el puesto de jefe. No lo culpaba, era joven como él lo había sido cuando adquirió esa maldición en Italia, fue para aprender sobre la Cosa Nostra, cegado por sus ideales de bondad y honor, contrario a la violencia y crueldad de la Bratva.
─ ¿Entonces están siendo acabados?
Preguntó a sus subordinados y al pequeño que decía ser su tátara, tátara sobrino nieto. Sus ojos verdes le miraron con una frialdad, que dejó al chiquillo estático en el piso, difícilmente balbuceo la respuesta.
─So...Somos la familia más fuerte de la Bratva, pero este sicario no es común, Nikiforov lo hizo venir desde Kazajistan, él sólo ha destruido a casi todas las familias, sólo quedamos nosotros y los Romanov, no creo que duremos mucho, no sin ti, así que...
─Perturbaste mi sueño, no sé si eso te hace valiente o idiota, ¿quién es ese Nikiforov y como obtuvo poder sobre este asesino del que hablas?
─Nikiforv, pertenece a la KGV, es uno de sus mejores agentes y este chico, él dijo que tenía una deuda de honor.
Yuri se llevó a los labios la copa que le habían recién servido, sangre fresca, adivinaba de doncella, sonrió ante el cliché, él prefería las bebidas de un gusto más fuerte, sangre de hombres, jóvenes y hermosos, como la del sicario de la fotografía.
─Sera mi cena, luce apetitoso. Deja de temblar como idiota, jamás serás buen líder así. ¿Cómo te llamas?
─Ilya, Sashenkovich Plisetsky.
─Me gusta, dame la ubicación y el nombre de este sujeto.
─Otabek Altin. El informante dijo que está en el hotel Murano.
La sonrisa del vampiro, hizo que los hombres de la sala temblasen, era sin duda un hermoso demonio, él entorno los ojos observándoles.
─Solían llamarme, gatito, me llamaron tigre cuando crecí, pero después de transformarme todos me llamaron Ruslan, así me llamaran ustedes también, es un alias: Russian Letal Assasin Nosfertu.
Durante las siguientes horas se encargaron de abastecer de sangre y datos al vampiro. Estaban confiados en que pronto volverían a ser una poderosa familia de la mafia, quizá los máximos representantes de la Bratva, con dicho ser a su favor.
Otabek Altin soltó el nudo de su corbata, camino hasta el minibar y se sirvió una copa de Bourbon, después se encamino hasta el gran ventanal y contemplo la ciudad.
El ambiente nocturno de san Petersburgo le gustaba, era frio como su natal Kazajistan y podían apreciarse las estrellas, se permitió cerrar los ojos y relajarse sintiendo la caricia del viento gélido sobre su rostro. Más de pronto algo cambio, seguía sintiendo una caricia helada, pero era una suave, pequeña y fría mano la que le recorría, abrió los ojos sobresaltado y noto la belleza rubia que tenía enfrente.
Sus sentidos le alertaron de inmediato, aquella criatura no era humana y aun cuando pareciera delicada y frágil era un ser letal, se llevó la mano en un rápido reflejo hasta el arma guardada en su pistolera y apunto. El ser frente a él sonrió burlonamente y no mostro ni un ápice de temor.
─No servirá de nada.
─Supongo que no, ¿que eres?
─Me llamo Ruslan y...
─Así que era cierto, creí que sólo era un mito de los Plisetsky, el niñato que tienen por líder me amenazo con enviar tras de mi un ente sobrenatural. Bueno entonces ¿Qué harás gatito?
El rubio sonrió complacido por el sobrenombre, no le habían llamado así en siglos, le resultaba nostálgico, le remitía a su humanidad.
─De ti depende.
─Me dirás que vas a dejarme vivir si detengo la masacre a tus hombres, o si traiciono a Viktor, no pierdas el tiempo, tengo palabra y honor.
─Dudoso, ya que eres un asesino, uno muy sexi, debo admitir, sería una pena tener que aniquilarte, podría ofrécete otra clase de trato.
El moreno se sabía un hombre atractivo, exótico, conocía bien lo seductor que podía ser, observo al bello joven en su ventanal, encaramado cual si de un felino con agudos colmillos, se tratara, un vampiro.
─No creo que sea mi sangre lo que te interese.
─Desnúdate.
Ordeno el rubio.
Otabek pensó que era directo y mandón, podría ser que los rusos le obedecieran por miedo, pero él sólo sentía excitación. No replico y obedeció la orden a su manera, primero fue el cinturón quitado de forma seductora y arrojado al piso, después procedió a desabrochar su camisa y dejar que el viento separase la tela mostrando su torso, se acercó al joven y tiro de él para acercarlo y furtivamente colocó la cabeza en el hueco entre su cuello y hombro.
El rubio era un poco más alto, así que quedaba bien acunado en ese sitio. Yuri dio un respingo al sentir la lengua del Kazajo deslizarse por su cuello y luego sus dientes arañándole en un intento de mordida, jamás podría perforar su piel, pero el contacto de sus dientes y lengua le envió una oleada de deseo.
─Yo soy el vampiro.
El kazajo le soltó para terminar de desnudarse y con orgullo sonrió cuando vio como el chiquillo boqueaba al ver su erección.
─Vamos draculin, deshazte de tu traje, ¿me enseñaras el culin o no?
─ Se supone que yo...
─Me quieres, me tienes, pero yo la meto, o puedes largarte, morderme, matarme, transformarme, tú decides, da igual.
─ ¿No tienes miedo?
─Na, mi vida ha sido mala, el único atisbo de bo9ndad que he recibido fue cosa de Viktor, no voy a traicionarlo, entonces Ruslan, ¿me comes o te cómo?
Se acercó lentamente, seductor, dominando el espacio entre ellos y Yuri se olvidó de la mafia y de su sobrenombre, se olvidó que no era correcto entregarle la virginidad a un hombre que acaba de conocer, de que le gustaba estar a cargo, se olvidó de todo y sólo balbuceo "Cómeme". Antes de sentir esos labios devorarlo con besos magistrales y esas manos recorrerlo entero, y sobre todo sentir ese enorme trozo de carne llevarlo al nirvana.
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Ruslan
FanfictionYuri Plisetsky, alias Ruslan, es un vampiro que ha sido despertado por su descendiente, para pedir su ayuda, pues un sicario, Otabek Altin, está destruyendo las familias de la mafia por orden de Nikiforov. Por supuesto la intención del joven líder e...