Este libro, nos lleva a utilizar nuestra mente de una forma analítica, audaz y matemática, una vez mas el escritor Edgar Allan Poe nos sorprende incluyendo los cálculos de una mente maestra. Tratándose de una carta de suma importancia que fue robada ante la vista de todos los presente, en este caso el prefecto G... esta encargado de hallar la carta, dedicándose profundamente a buscarla en la mansión del ministro D... siendo esto caso perdido, ya que se basaba solo en su punto de vista, mas no se dispuso a pensar que el ministro D... aparte de un excelente matemático también resultaba un poeta, considerando a los poetas como locos e ignorando este dato que le daba el detective Dupin, le dio una larga y explicita explicación sobre como había invadido la mansión del ministro D... y de como logro registrar cada mínimo espacio y muebles del lugar, pensando como solo un matemático lo haría. Dupin, intrigado por el caso, cuestionaba sobre el riesgo que ha sido haber revisado la mansión, cosa que el prefecto G... le respondió que la recompensa ofrecida por esa carta robada, valdría la pena cualquier tipo de riesgo, le hizo una series de preguntas sobre topo tipo de detalle que quizá se le hubiese escapado al prefecto G... pero al parecer este le tenia toda y absoluta respuesta de como había registrado aquí y allá, Dupin le recomendó volver a registrar la mansión, el prefecto G... se rehusó de momento, pero Dupin mantenía su palabra firme de que la revisara nuevamente, en lo que el prefecto G... saco una carta que le había sido entregada con descripción detallada de como era la carta desde el interior hasta el exterior, luego de que este exponga su explicación, con aires desanimado, por no obtener la ayuda que esperaba, se despidió y se marcho.
Un mes después, nuevamente fue el prefecto G... a donde sabría y encontraría al detective Dupin junto al narrador, luego de un rato y una larga conversación trivial, el narrador le retoma el tema sobre que había sucedido con la carta robada, en lo que el prefecto G... responde alterado que había aplicado lo que Dupin le había recomendado, siendo esto un caso perdido porque nuevamente no encontraron señales de absolutamente nada, Dupin le pregunta de cuanto es la recompensa ofrecida por la carta robada, y el prefecto G... sin querer decir exactamente cuanto se dispuso a ofrecer hasta cincuenta mil francos en un cheque por quien le encontrase la carta se compadeció diciendo que aunque triplicara esa oferta nadie podría hacer mas de la dedicación que el mismo había puesto en este caso de buscar la carta robada, Dupin nuevamente le insistió en que no había hecho mas de lo que se podría hacer, le pregunto una vez mas si no existía la posibilidad de hacer algo mas, y pone de ejemplo una conocida historia que corría por las calles de Paris, en respuesta del perfecto G... fue negarse ante esa posibilidad que el podría aplicar, Dupin insiste y hace un breve relato de la historia, tomando lo que Dupin quería decirle con esto el prefecto G... responde que es capaz de dar los cincuenta mil francos por quien quiera que le ayudara en obtener la carta robada, sin mas que agregar a esto Dupin se limita a sacar su libreta y le ofrece un cheque en blanco y le sugiere que lo llene con la cantidad dicha y en efecto el le entregara la carta, acto seguido el prefecto G... toma el cheque en blanco lo llena, se lo entrega y Dupin cumple su palabra entregándole la carta al instante, acto seguido el prefecto en su conmoción, sin mencionar una sola palabra observa detalladamente la carta, confirma que es la carta robada y se marcha del lugar inmediatamente, todo esto ante los ojos del narrador quedando realmente sorprendido.
Una vez ya estando a solas, Dupin decide darle algunas explicitas explicaciones al narrador de como logro conseguir la carta robada, alagando el trabajo bien hecho del perfecto G... por la forma en la que se dedico a registrar absolutamente toda la mansión mas los dos ultimas paradas policiales que le habían realizado al ministro D... si tan solo este fuera en su totalidad matemático, sobrepuso que hasta un niño de ocho años habría dado con la carta sin necesidad de tanto revuelo relato la historia del niño, dando a entender uno de los primeros pasos que al prefecto G... le falto por aplicar y es estudiar primeramente al oponente, pensar como el oponente y ver el exterior como lo ve el oponente en este caso el ministro D... no solo era un matemático si no un amante a la poesía, terminando por diagnosticar que el prefecto no realizo su trabajo como era de esperarse, porque solo se baso en su punto de vista, cosa que da razón a que cada persona en este mundo tiene puntos de vista diferentes, entre el ministro D... y el prefecto G... esto se aplica a su profundidad, afirmaba Dupin en su explicación al narrador, prosiguió con que si ambos coincidieran en el mismo punto de vista, sin duda alguna el prefecto G... habría encontrado la carta robada con mayor facilidad.El narrador confuso pregunta sobre que principios inculcados tendría el ministro D... ya que se le veía conocido por ente a sus raíces que se debe a la lectura y poesía, daba un termino matemático mas no poético, en respuesta Dupin lo corrige dándole a entender que el ministro D... era tan poético como matemático, extendiéndose en la explicación de álgebra, lógica y matemática, poniendo en ejemplo un juego que consistía en confundir el atacante, aplicado por el ministro D... para el prefecto G... dando a entender que la carta robada siempre estuvo expuesta y jamas oculta, solo era cuestión de pensar y ver como lo hacia el oponente.
Dupin le explico a el narrador como logro conseguir la carta, siendo el ministro D... su amigo, lo fue a visitar una temprana mañana, protegiendo que el ministro D... notara las observaciones que haría Dupin en la mansión, fue con un par de anteojos verdes, con la excusa de que estaba mal de la vista, observando todo el lugar, aplicando lo que aprendió de aquel niño, se encargaba de pensar como el ministro D... lo haría sin mostrar algún tipo de expresión sobre sus verdaderas expresiones, se dispusieron a conversar en la oficina principal del ministro D... y eso le dio oportunidad a Dupin de observar detalladamente el sitio, desde el escritorio donde se encontraban varios libros y papeles desordenados, hasta un tarjetero que guindaba de la pared donde se encontraba la chimenea, en este tarjetero Dupin puso alta atención, por el descuido que tenia, contaba de tres a cuatro compartimientos, dentro de este se hallaban de cinco a seis cartas de sus visitantes junto a una carta que sobresalía por el descuido, un gran sello negro del ministro D... convirtiéndose en todo lo contrario de lo descrito por el prefecto G... sobre como era la carta robada que buscaba, ya que conocía al oponente, comprendió casi que de inmediato, dudando y decidido a confirmarlo sobre si era la carta robada que buscaba, dio mas prolongación a su visita, haciéndose participe de la conversación que sostenía con el ministro D... haciéndose pasar por desapercibido con lo que había descubierto, terminando de dar unas ultimas miradas rápidas mas hacia el tarjetero, confirmando y seguro de que era la carta que buscaba, decidió seguir al siguiente paso de marcharse, sin antes pasarse por descuidado dejando una tabaquera de oro en el escritorio donde paso la tarde conversando con el ministro D...
Dupin se dedico hacer una carta muy similar a como la que había observado tanto en el tarjetero, a lo que llega la mañana siguiente, nuevamente va a la mansión del ministro D... disculpándose por su descuido sugiriendo pasar a buscar su tabaquera de oro, como era de esperarse, nuevamente ambos se dispusieron a retomar el tema de conversación que habían tenido el día anterior, durante su charla se vieron interrumpidos por un escándalo en el exterior, con gritos y alboroto de la gente, se escucho un disparo, cosa que alarmo al ministro D... y hace que se dirija a la ventana para observar lo que sucede, y en solo cuestión de momento siendo esta la oportunidad en la que Dupin hace el cambio de las cartas, tomando la que estaba en el tarjetero y colocando la que el había hecho, dándose prisa para llegar a donde estaba el ministro D... y ver lo que sucedía, siendo el alboroto no mas que de un loco borracho interrumpiendo un festejo familiar, al cabo de un rato Dupin decide marcharse, sin dar mínima sospechas de lo que había hecho.
El narrador, sumido en todo el relato le pregunta a Dupin el porque se dedico en hacer una replica de la carta que había visto en el tarjetero, a lo que Dupin le explica que de haberse llevado la carta robada, sin dejar la replica, da seguridad de que Dupin habría salido sin vida de la mansión y no estuviera presente dándole tal explicación, mas recordó que hace varios años atrás el ministro D... le había jugado una que Dupin le advirtió jamas olvidaría, viendo esta como su oportunidad le dio a entender que aunque hizo el exterior de la carta tal cual como había visto en el tarjetero, en el interior le dejo una nota, que el ministro D... no dudaría en reconocer la letra de Dupin y saber que fue el quien se llevo la carta robada.