Capítulo 6

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No puedo dormir, después de la horrible pesadilla, no hay nada que me calme, entonces, es cuando me doy cuenta, de que es por la mañana. Me levanto, y me doy una rápida ducha (que no es rápida por que tardo una hora en salir, pero es que se está hay tan calentito...) me visto y me voy a desayunar, me tomo cinco deliciosas tostadas con una dulce mermelada de melocotón y un zumo de naranja recién exprimido. La entrenadora, Briseida, nos avisa de que ya hemos llegado al capitolio, y que hoy empezaremos a entrenar. Me asomo por la ventana de mi habitación y veo los grandes edificios del capitolio, grandes, brillantes, lujosos... Todo lo que no hay en el distrito doce. Salimos del tren estar en el capitolio me hace sentir rico o extraño,no lo sé. Nos dirigimos a un edificio enorme que parece una cúpula y nos meten dentro, nos dicen donde están nuestras habitaciones y nos presentan a nuestros modistas, uno debe tener unos pocos años menos que yo, se llama Venia y es una chica, lleva más maquillaje que piel, y eso me resulta raro. Mi estilista personal se llama Jackson.

-tu serás haymitch ¿no? - y antes de que yo pudiera responder
-supongo que si, soy Jackson, tu estilista,¿ tu no tienes muy buen gusto de la ropa no? - ese comentario me cabrea, no tiene en cuenta de que vivo en el distrito más pobre de Panem, voy a cantarle las cuarenta cuando dice:
-tranquilo, te lo arreglaremos venia y yo,por ahora, tu solo intenta no toquetearte durante un tiempo-¿toquetearme? Este señor es muy extraño, que se cree, ¿qué yo soy como ellos? ¿Que me maquillo diez veces por semana? Ni hablar. Me preparan el traje del desfile,es un horrible traje de obrero, me lo pongo, y Venía y Jackson me maquillan con carbón, cuando salgo de la habitación me dirijo a una plaza enorme donde me encuentro con los demás tributos del doce, que van igual de horribles que yo, los del cuatro van prácticamente desnudos, y los del siete son árboles, si fuesen a los juegos con ese disfraz, ganarían. Suena la música, los carros de los distritos van saliendo, yo me subo el primero y ayudo a Maysilee a subir, Le tiendo la mano, ella la acepta y sube, esta ayuda a los demás y el carro va a la plaza, hay un millón de gente, aproximadamente, que nos mira y lanzan besos Maysilee saluda alegremente, yo mira al horizonte como si los demás fueran mis esclavos, espero que eso me consiga patrocinadores Caesar Flickerman se pone a criticar nuestros ridículos trajes. Cuando al fin terminamos el desfile nos vamos. Voy a mi cuarto y me tumbo en la cama, mientras que mis párpados se dejan llevar por el sueño y se cierran.

ABERNATHY [𝚂𝚄𝙿𝙴𝚁 𝙲𝙰𝙽𝙲𝙴𝙻𝙰𝙳𝙸𝚂𝙸𝙼𝙰]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora