Espejo Al Revés

La Mansion

Al final, uno se da cuenta de que nada de lo que hace tiene sentido, o bueno... quizás lo tuvo en algún momento, pero ahora mismo el pasado es pasado y sí, aunque suene redundante es la verdad. El objetivo de esta carta es recordarte o más bien... pedirte que te quedes aquí porque al fin y al cabo este es tu hogar. Quiero advertirte una cosa: cuando estés parado frente al espejo, mirándote, cuestionándote, no te dejes engañar, concéntrate bien y fija tus pies al suelo porque si tu mirada se cruza con tu reflejo, me temo que me encontraras y allí... comenzara todo de nuevo y créeme, no quieres que eso suceda.

Saludos, DP

Recibí esa carta hace 3 años y todavía no encuentro al hombre que la envió. Sin embargo, desde que la he leído intento no verme en ningún espejo, es más, no tengo ninguno en mi casa. Aunque hay veces que es inevitable ver mi reflejo en alguna vidriera o incluso en algún espejo de los lugares a los que frecuento, pero nunca me sucedió nada. Bueno, ya me estoy yendo de tema, la cuestión es que hoy recibí un llamado de la policía.

Tranquilo, yo no hago cosas ilegales, solo las resuelvo, pero esta ves fue diferente porque era un aviso de herencia. En ese momento pensé que era una broma, pero aquí estoy, frente a la casa de un tío lejano que no conozco. Es una mansión antigua, está en mal estado y cubierta por enredaderas ya que fue abandonada hace años. Al parecer ese famoso tío la compro una vez y nunca volvió allí. El jardín es enorme y arbolado, tiene flores de todo tipo y lógicamente hay un gran pastizal ya que la casa nunca recibió mantenimiento. Para entrar hay que cruzar por un portón de metal enorme. Meto mi mano en mi bolsillo y busco la llave, la encuentro y abro el portón. Camino por un sendero de piedra que llega hasta la casa. La puerta tiene un tamaño descomunal, está tallada con formas extrañas, como una especie de simbología antigua. El momento llego, respiro onda y cuento hasta tres.

Uno.

Dos.

Tres.

Abro la puerta.

No hay luz así que tomo mi celular y pongo el modo linterna. Doy un paso y de repente una brisa fría recorre mi cuerpo. Sí, el aire que se respira es un poco tenso, como si estuviera cargado metal y electricidad, es una sensación extraña. Al principio no veo nada hasta que logro acostumbrarme a la poca luz que me brinda el celular. Recorro todo el hall con la mirada: El techo es interminable, tendría unos 10 metros aproximadamente. El suelo está hecho de baldosas negras llenas de mugre y polvo. La habitación es muy grande, sin embargo, no hay ningún cuadro en las paredes lo que me resulta sospechoso ya que tampoco hay ventanas, pero si hay muebles. A mi derecha Hay una chimenea con dos sillones y una mesa ratona entre medio. A mi izquierda hay un estante con objetos tapados por lonas verdes. Comienzo a mirar mas en detalle y me doy cuenta de que esas cosas tapadas con lonas están por todos lados.

Frente a mi se encuentra una puerta que lleva a un pasillo muy largo y un poco lúgubre; como el resto de la casa; Comienzo a caminar y sin embargo el pasillo parece no tener fin. Sigo y sigo hasta que me percato de lo ilógica que es la situación. Entonces me doy cuenta de que esto no es nada mas que un sueño, uno extraño, no es totalmente alegre pero tampoco totalmente triste, es... ¿Un sueño gris?

No quiero despertarme, quiero saber que se encuentra en mi inconsciente, en mi loco cerebro, quiero adentrarme en este pasillo oscuro y misterioso así que continúo caminando hasta que llego a una escalera que al igual que el piso es de color negro. Intento ver en donde desemboca y sin embargo tampoco veo un fin. ¿Es acaso esto un laberinto infinito? Si me atendiera con un psicólogo probablemente el enloquecería con los detalles que podría contarle sobre este sueño tan peculiar y sin sentido. Pero, no voy a terapia así que no es el caso. Tendré que quedarme todo esto para mí. O... podría escribirlo y guardarlo como un recuerdo infinito, como todo en esta casa, en esta mente, en este yo. Así que subo las escaleras. Cada escalón que subo va dejando mi mente sin pensamientos, cada vez me relajo más y más y más y más... Hasta que estoy totalmente en blanco y entonces miro hacia arriba. ¿Quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué es esto?

Puedo verme a mi mismo, puedo ver la escalera que continua, puedo ver mi sombrero anticuado y mi saco marrón. Puedo ver mis lentes con un armazón negro y mis ojos verdes y brillantes y el suelo blanco y... Espera, dirijo mi mirada al suelo. El armazón de mis lentes es blanco, mis ojos son marrones y opacos y suelo es Negro. Miro nuevamente al techo y veo que el suelo es negro, que mis ojos son marrones y opacos y que el armazón de mis lentes es negro. Esto sin duda es extraño...

Mejor lo ignoro. Sigo subiendo la escalera por un rato más hasta que llego un pasillo brillante y luminoso, lleno de pantallas con fotografías coloridas y cuadros de arte moderno. Entonces me percato de que el suelo es...

Blanco.