Conociéndote

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Estoy en la abitación de un hospital no sé cómo llegué a este lugar pero me congeló en mi sitio cuando veo a la persona que se encuentra de pie delante de mí, las lágrimas comienzan a salir sin que pueda evitarlo.
-¡DANIEL!, ¡ESTAS AQUI!- Mi voz sale en un grito ahogado y corro para acortar la distancia que hay entre nosotros el me recibe en el aire y lo abrazó con fuerza, sin poder dejar de llorar me duelen los brazos por la fuerza que pongo en mi abrazo.
-Estoy aquí nena y no me iré de nuevo, no me iré sin ti no sabes cuánto te extraño.
No puedo controlar los sollozos lastimeros que brotan de mi boca solo puedo aferrarme a él y tratar de grabar este momento en mi mente, es todo lo que quiero que esté pequeño instante dure un poco más. Solo un poco más.
Aveces pienso que soy la persona más masoquista que existe en este planeta esos recuerdos principalmente los que tienen que ver con Daniel me destruyen de maneras que no comprendo pero al mismo tiempo me hacen muy feliz por qué puedo verlo de nuevo, por qué me recuerda que valió la pena llegar hasta donde estoy, ese recuerdo me ayuda a seguir adelante y a no darme por vencida.

Demián ya lleva una semana con nosotras es con el que mejor me llevo del grupo siempre que tenemos que hacer parejas para trabajar enseguida se gira de su asiento y con voz triunfal dice.
-Alice es mi equipo.
Lorena solo se ríe no le da mucha importancia (ya que no entra casi a las clases), pero a Kelba no le gusta mucho que siempre esté con Demián.
El segundo día que se sentó conmigo nos agregamos en Facebook, también nos pasamos el número telefónico, no he dejado de hablar con él desde ese día aunque no tenga nada que ver con la escuela hablamos diario después de clases de cualquier cosa que salga a la plática.
Hoy es lunes así que salimos temprano después de clases tengo que entrar a mi técnica de informática Demián siempre me va a dejar (siempre va conmigo para todos lados).
Cuando llegamos a mi salón me voy enterando que no dará clase el profesor.
-Genial, ¿No lo pudo aver dicho antes?
Ya me podría aver ido a casa -digo algo enojada.
-Pues mira el lado bueno podemos ir a comer.
Le dedicó una sonrisa a medias.
-Vale vamos a comer.
Vamos a la cafetería  pero no se me antoja nada así que solo compro unos cuantos dulces para pasar el rato, Demián compro un agua por qué llevaba comida fuimos a buscar un salón vacío para comer tranquilos por suerte nuestro salón está libre a esta hora.
-Y ahora ¿que hacemos? -me pregunta Demián con curiosidad.
-Pues no lo sé ¿Comer?
Suelta una pequeña risa por mi tonta respuesta.
-Vale esa es una buena idea -me responde con una enorme sonrisa, la cual hace que se marque perfectamente su hoyuelo.
Me encanta cuando sonríe de esa manera, sigo sin saber que es lo que me atrae de él hay algo que hace que me acerqué más y más.
-¡Mierda! -Digo para mis adentros-
¿Es enserio Alice? ¿Después de todo lo que pasaste hace dos años?
¿Te estás fijando de nuevo en alguien?
¿Serás estúpida?
Maldición no puede ser, no lo puedo hacer si se perfectamente que algún día todo terminará si sé que al final salgo lastimada no es posible que sienta algo así de nuevo.
-¿Alice? ¿Estas bien? -su voz me saca de mis pensamientos, parece estar algo preocupado creo que mis pensamientos hicieron que pusiera una cara no muy buena.
-Si, si estoy bien -es todo lo que se me ocurre.
-No estás bien, vamos sabes que puedes confiar en mí.
Mi mente se disputa en decirle la verdad o no, aún no estoy segura si siento algo por él o no, además no quiero que se aleje de mi.
-Lo que pasa es que creo que me está gustando alguien pero no estoy segura -las palabras salen de mi boca antes de que pudiera detenerlas.
Demián se ve sorprendido por lo que acabo de decirle solo me mira y no dice nada, se forma un silencio algo incomodo para ambos pero no tengo el valor para romperlo, Demián termina tratando de esbozar una sonrisa pero solo consigue hacer una mueca algo extraña.
-Wow, y ¿Por qué no se lo dices? Talvez también tú le gustes -dice secamente.
-Por que no estoy segura de que es lo que siento o no por el, además no quiero que se aleje de mi es mi amigo.
Se vuelve a hacer un silencio.
-Te gusta tú amigo -vuelve a repetir
-Estoy seguro de que tu también le gustas, siempre te viene a buscar y muestra interés en ti.
Su voz cambio por completo de ser agradable paso a ser seca y algo hostil.
-Espera ¿Sabes de quién estoy hablando? -Carajo ¿tan obvia soy?-
-Si de tu amigo recursador.
Al escuchar su respuesta mi vista se pone en blanco, Demián está hablando de David, el chico que conocí al siguiente día después de Demián desde ese día también hablo mucho con el es buena persona.
Después de procesar la información me echó a reír casi a carcajadas por lo que Demián me pone mala cara.
-¿Es enserio? ¿Crees que me gusta David? -no puedo dejar de reír.
-Pues claro que es lo que pienso, siempre te veo con el y es el único amigo tuyo que conozco.
-No Demián, no me gusta David es otra persona - le digo con una sonrisa.
Ahora es su vista la que se pone en blanco. Después de procesar lo que le acabo de decir comienza a reírse algo apenado.
-Bueno y si no es el ¿Quien es el chico que te gusta? O que crees que te está gustando.
No le puedo decir que es el, por obvias razones
-No va en la prepa, es de otra escuela.
Su sonrisa se ensancha pero no sé el por qué
-Además no creo estar lista para tratar  tener una relación.
-¿Por qué lo dices?, Esa parte no me la has querido contar.
Me muerdo el labio con ansiedad, tiene razón no he querido hablar del tema por qué me siento como una estúpida. Pero le quiero contar.
-Pues digamos que mi primera relación fue un completo fracasó, ya que en realidad esa persona no me quiso solo me utilizó para un rato-trato de sonreír pero no lo logro.
-Rayos que estúpido fue por no valorarte, no se dio cuenta de la persona que tenía.
Me sonrojo al instante no esperaba que dijera eso, me saco de órbita.
-En fin el punto es que yo fui tan estúpida que en su momento lo quise o algo así no lo sé, me hizo daño y no estoy lista para estar con alguien más aún, y por eso no sé si siento algo por ese chico o no.
Dejamos el tema por un rato y comenzamos a hablar de amigos que fueron muy importantes para nosotros.
Le hablé de Daniel mi mejor amigo.
-¿Quien es Daniel?, Lo has mencionado pero no sé nada en concreto de él se ve que es una buena persona.
Mis ánimos se bajan enseguida no me gusta hablar mucho de Daniel, bueno no me gusta recordar que ya no está aquí.
-Pues, fue todo para mí por casi cuatro años -río sin ganas y creo que el nota.
-Si no quieres tocar el tema por mí no hay problema no quiero que te sientas obligada a nada.
-Pero quiero contarte.
Por la cara que puso creo que lo sorprendí con mis palabras.
-Am... Cuando tenía doce años estuve en una etapa de rebeldía, no obedecía a nada ni a nadie no me importaba si mi mamá se enojaba o no, si estaba en mi casa o no, no me importaban los regaños o castigos de mamá si yo quería seguía haciendo lo mismo.
Entre en una tipo "banda" cada fin de semana eran fiestas en estas fiestas obviamente había alcohol, drogas, tabaco, sexo.
Cuando levanto mi mirada hacia Demián veo su incredulidad algo normal creo ya que a esa edad quien demonios se preocupa por ir a fiestas o algo así, por lo que decido aclarar esa parte.
-Todos los integrantes de mi "banda" eran mayores a mi, el pequeño antes de mi tenía dieciocho años.
Abre más los ojos por lo que acabo de decir.
-¿Cómo es posible que una "niña" allá podido entrar en una "banda" así?
Se me sale una sonrisa y bajo la mirada avergonzada.
-Por que se armó una disputa con uno de los integrantes de esa "banda" y gane fue como el "líder" me pidió que entrara, yo acepté.
Cuando entré me enseñaron a pelear y a hacer otras cosas.
Cuando lo vuelvo a mirar su rostro parece preocupado por lo de "otras cosas" a lo que me apresuró a aclararle que no es lo que se está imaginando.
-Con eso de "otras cosas" me refiero a manejar navajas, cadenas y pipas de metal.
Ya no sé si reír o preocuparme su cara es una mezcla de miedo, incredulidad, sorpresa, preocupación.
Cómo se que no me está creyendo ni pizca de lo que le acabo de contar decido enseñarle unas marcas que tengo, "marcas de guerra" según los integrantes de la "banda". Su mirada cambia por completo no sé cómo describirla al momento en que ve las marcas que acabo de enseñarle.
Las primeras marcas que le mostré fueron las que se encuentra en mis brazos, aún son visibles si prestas atención a ellas.
Demian sin pronunciar palabra alguna me toma de la mano y con la que está libre recorre esas marcas con la punta de sus dedos, lo hace con un extremo cuidado como si el simple tacto pudiera abrirlas de nuevo, su tacto me pone los nervios de punta y cierro los ojos en un acto reflejo.
Cuando los abro de nuevo noto que su mirada está fija en mis ojos y me pierdo en esas tonalidades cafés que me encantan tanto.
-¿Como optuviste estas marcas?
No sé cómo pude ser tan estúpida y hablar de este tema con el, me aterra el echo de que sepa la verdad el que pueda conocer esa parte de mi que es tan sucia e impura, temo que al enterarse de ello se aleje de mi y todo pierda sentido de nuevo.

Cuando te vi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora