« Dices que me amas, yo digo que estás loco. No somos más que amigos. »
— ¡Dean! —Detengo el paso a penas escucho aquel chillido. Volteo hacia atrás y sonrío hacia Brianna, la cual sostiene a Birdie entre sus brazos y me mira con sus cejas apretadas— Deja la bandeja en la mesa.
Rodé los ojos y dejé la bandeja con algunos dedos de queso recién hechos en la mesa de aperitivos. Sin embargo, tomé uno de los deditos de la misma y me lo llevé a la boca.
Era víspera de año nuevo y Brie hacia su fiesta de todos los años. Solo que ahora en vez de estar Daniel a su lado, estaba la adorable bebé de ojitos color cielo entre sus brazos.
—Te agradezco que no te comas todos los aperitivos antes de que lleguen los invitados. Porqué si lo haces, te prometo que te echo.
—Lo que usted diga, mi comandante. —murmuré mientras masticaba.
Ella rodó los ojos y caminó hacia la cocina. Sin embargo, su andar se detuvo cuando en una de las habitaciones se escuchó un estruendo. Yo me reí bajito, tratando de que Brie no se enojara conmigo más por burlarme de lo que pasaba en la otra habitación.
Y lo que "pasaba" en la otra habitación era Sami, el hermanastro de Brie, que tenía una gran capacidad para meterse en problemas.
Caminé hacia la habitación y una sonrisa se dibujó en mi rostro al ver a Sami en el suelo del clóset, con cajas alrededor y polvo encima de su cabello pelirrojo.
— ¿Todo bien, Sami? —Pregunté, mientras él pasaba su mano por su cabello, quitándose los restos de polvo.
—Quería agarrar una caja con fotos antiguas. Pero como siempre tengo la peor de las suertes. —Le sonreí con complicidad y estiré mi mano hacia él, ayudándole a levantarse.
—Deja ese desastre así, hermano. No queremos que rompas algo más.
—Muy gracioso, Ambrose.
Reí por lo bajo y a penas Sami salió de la habitación, cerré la puerta detrás de mí. Ambos andamos hasta la cocina, donde estaba Brianna, cargando a la bebé y moviéndose de un lado a otro.
— ¿Dónde está el cucharón? Lo necesito para rociar los pateles con la salsa.
— ¡Yo no lo tengo! —Dijimos ambos en unísono.
— ¿¡Entonces dónde coño está!? —Exclamó ella.
—Dios, relájate. Hazlo con una cuchara normal. Anda, Sami te ayuda y yo me llevo a la princesa lejos de toda esta mala vibra. —Murmuré, acercándome a ella y retirándole a la bebé de los brazos.
Mientras me alejaba de la cocina, lograba oír a Brie quejándose y a Sami tratando de hacerla calmarse. Después de eso sonó el timbre y yo caminé hacia la puerta mientras Birdie jaloneaba mi cabello con fuerza, completamente ignorante de que dolía.
Abrí la puerta y una pequeña sonrisa apareció en mi rostro apenas vi quién estaba detrás. Roman me sonrió de vuelta y levantó la bolsa que tenía sujeta en su mano.
— ¡Traje papitas! Demasiadas en realidad...
—Gracias a Dios. Brie está al borde de un colapso por la comida.
Él se acerca a mí y besa a la pequeña bebé que sostengo entre mis brazos. Después me mira con sus ojos grises, aprieta las cejas y dice: —Tienes la cara llena de grasa.
—Es por los dedos de queso. Están deliciosos, por cierto, deberías probarlos.
Roman asintió y llevó su pulgar hacia mi rostro, pasándolo por la zona que estaba sucia. Después de eso pasó su dedo por su saco, quitando los restos y procedió a mirarme. Le sonreí levemente: —Este es el momento en el que nos besamos. —le dije.
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F R I E N D S .
FanfictionDonde Dean y Roman se besan en año nuevo y nada malo pasa. O donde Dean y Roman se besan en año nuevo y muchas cosas malas pasan.